La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación al gobernador del estado de Michoacán, Fausto Vallejo, relacionada con el caso de los alumnos de la Escuela Primaria “Club de Leones”, perteneciente a la Secretaría de Educación de la entidad.
Lo anterior se origina del hecho ocurrido el 23 de septiembre de 2011, cuando una alumna de sexto grado de la Escuela Primaria “Club de Leones”, ubicada en el municipio de La Piedad, estado de Michoacán, perteneciente a la Secretaría de Educación en esa entidad federativa, reportó a una profesora de dicho plantel, que se le habían extraviado 180.00 pesos.
Ante ello, según lo manifestaron alumnos de esa escuela, la citada servidora pública les indicó que llamaría a la policía para que los revisaran con sus perros rastreadores y mientras tanto, que permanecieran sentados, sin moverse, con la mirada hacia abajo y los brazos en la cabeza.
Posteriormente, la profesora solicitó a los 37 alumnos que conformaban el grupo bajo su cargo, que entre ellos se revisaran las mochilas; sin embargo, el dinero extraviado no apareció. La maestra requirió entonces la presencia de la directora de la Escuela Primaria; juntas prohibieron que los alumnos salieran a receso, cerraron las ventanas, cortinas y puertas del salón, ordenándoles que caminaran en círculos con la finalidad de que la persona que tuviera el dinero lo aventara; situación que, de acuerdo a lo señalado por algunos de ellos, provocó que una niña se mareara.
Toda vez que el dinero no se encontró, la directora instruyó a la profesora que enviara a su oficina a las alumnas en grupos de cinco para que las revisara y que hiciera lo mismo con los niños, a fin de que fueran inspeccionados por el profesor encargado del Aula de Medios; así las cosas, a las niñas que ingresaron a la oficina de la directora, les pidió que se quitaran las calcetas, los zapatos y el suéter, introduciéndoles a algunas, su mano en las bolsas de las blusas, jumper y shorts, respectivamente; después, les indicó que se levantaran el uniforme hasta la cintura y se dieran la vuelta para verificar si tenían el dinero, una vez concluida la revisión las víctimas regresaron al aula.
Por otra parte, el grupo de niños acudió al salón de medios, donde el profesor, en presencia del conserje de la multicitada institución, les ordenó que se quitaran el suéter, la camisa y el pantalón, circunstancia que provocó, entre otros aspectos, que los niños se ofendieran y profirieran burlas entre ellos. Posteriormente, el profesor arrojó la ropa al suelo y les indicó que se vistieran.
En ese tenor, el 27 de septiembre de 2011, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán, al conocer tales acontecimientos, a través de las notas publicadas en diversos medios de comunicación, inició el expediente CEDH/MICH/01/321/09/11-II, al cual fueron acumuladas las quejas presentadas por los padres de familia; además, al día siguiente, el director de la organización no gubernamental “Solidaridad Ciudadana, Derechos Humanos”, presentó un escrito de queja ante esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
En virtud de lo anterior, y dado que los hechos trascendieron el interés de la entidad federativa e incidieron en la opinión pública nacional, por tratarse de un asunto que involucraba, al menos a 37 niños y niñas, el 5 de octubre de 2011, esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos, con fundamento en los artículos 60, de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y 14, de su reglamento interno, ejerció la facultad de atracción para conocer de los mismos, iniciando el expediente CNDH/1/2011/8326/Q; solicitando para tal efecto los informes correspondientes a la Secretaría de Educación, a la Procuraduría General de Justicia y a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, todos del estado de Michoacán.
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