A nadie conviene, menos a quienes habrán de sucedernos, que nuestro régimen constitucional sufra averías o maltratos, mucho menos por parte de las autoridades que están obligadas antes que nadie a protegerlo, afirmó el Ministro Juan N. Silva Meza, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
“Nuestra única responsabilidad hacia el futuro es proteger al régimen constitucional, no colaborar a su debilitamiento o a su anulación”, manifestó durante la Ceremonia Conmemorativa del CII Aniversario del Inicio de la Revolución Mexicana y Homenaje a don Francisco I. Madero, celebrada en la Residencia Oficial de Los Pinos.
Ante representantes de los tres Poderes de la Unión, el Ministro Presidente celebró que, hoy, en tiempos de nuevos cambios de los Poderes de la Federación y de los estados, éstos pueden desarrollar su trabajo en paz.
“Podemos avanzar hacia adelante, con la fuerza que otorga la consolidación de nuestro régimen constitucional. No es poca cosa reconocerlo así. Y hoy, celebrar el sacrificio de nuestros mayores, que permitieron hacer que, de la zozobra de una Revolución armada, prefiriéramos vivir en la paz y seguridad de las leyes y de las instituciones”, enfatizó.
Silva Meza destacó el fortalecimiento al marco constitucional que se logró en junio del 2011 al reformar la Carta Magna y recuperar, con ello, el espíritu que le fue dado en 1857 y que privilegia, por encima de la organización de las estructuras normativas del Estado mexicano, los derechos de las personas.
Recordó que la lucha revolucionaria de 1910 fue producto de la inobservancia de los principios constitucionales de 1857 que buscaban hacer de México, una nación más justa y libre para todos.
Por ello, dijo, a las balas de la Revolución siguió el deseo de contar con un documento que, estableciendo claras para todos y límites razonables para los contendientes, pacificara al país a partir de las bases que sólo un pacto constitucional puede lograr.
De ahí que, expresó el Ministro Presidente, de 1917 a la fecha, México ha vivido en una continuidad constitucional en paz.
“Varias son las generaciones beneficiadas ya por ese acto de patriotismo que han conocido la estabilidad de un régimen constitucional que a pesar de sufrir en ocasiones sobresaltos, de atravesar turbulencias, de evidenciar y dar lugar a mejoras, en alguna forma, sigue siendo el mismo desde 1857”, finalizó.
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