Luego de que el pasado 14 de diciembre se suscitara una riña en el módulo de máxima seguridad “Diamante” del Centro de Readaptación Social Varonil Santa Martha Acatitla (Ceresova), que dejó como resultado el fallecimiento de un interno por heridas de arma blanca, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) inició una investigación de oficio.
Este Organismo hizoe un llamado a la Subsecretaría de Sistema Penitenciario del Distrito Federal para que coadyuve en la investigación del caso, revise los estándares de vigencia de derechos humanos para personas privadas de libertad y, sobre todo se valore la pertinencia del funcionamiento de dicha zona conocida como “Diamante” porque restringe derechos, exacerba controles de seguridad y no evita enfrentamientos violentos entre internos.
Cabe destacar que en 2003 el Ceresova fue concebido para albergar y administrar el tratamiento encaminado a la reinserción de adultos jóvenes con sentencias cortas a quienes se les pudiera brindar un tratamiento más puntual.
A finales de 2010 se habilitó dentro de ese centro penitenciario un módulo para internos considerados como de “alta peligrosidad”, conocido como “Diamante”, con capacidad para 856 personas en cuatro zonas con tres niveles cada una.
Su “modelo de tratamiento” se basa en buena medida en restricciones al ejercicio de derechos en relación con las medidas de otros centros de reclusión. Por ejemplo, los internos de alta seguridad tienen derecho a visita familiar e íntima sólo una vez por semana y debe ser programada de lunes a viernes, previa revisión de casos y autorización del Consejo Técnico Interdisciplinario.
Además, los internos no pueden salir de su estancia, excepto cuando tienen actividad técnica programada o visita, siendo conducidos individualmente por personal de seguridad. A la vista no se le permite el ingreso de ningún tipo de alimentos y deben pasar varios controles de seguridad antes de llegar a ver a sus familiares.
Por otra parte, la accesibilidad a los servicios médicos se encuentra más limitada, además de contar con estándares de seguridad cuya finalidad es impedir acciones violentas y con ello garantizar la vida, integridad y salud de las personas que se encuentran alojadas en este espacio.
Sin embargo, a más de 2 años de su funcionamiento, los actos violentos registrados la semana pasada, aunado a las condiciones antes expuestas dan como resultado el fracaso de “Diamante” como modelo de máxima seguridad en el Ceresova.
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