México no puede ser rehén de la impunidad y si se comete un delito se tiene que aplicar la ley, afirmó el vicepresidente de la Cámara de Diputados, José González Morfín (PAN), en referencia a conflictos como el de maestros en Guerrero o la toma de la rectoría de la UNAM.
“No podemos aceptar ni permitir que la impunidad sea el común denominador en los conflictos que se viven en México porque ello representa un retroceso de una sociedad que busca avanzar en desarrollo y democracia, indicó el diputado panisa en un comunicado.
Citó como ejemplo los desmanes y las protestas con daños a propiedades públicas y ajenas, de parte de los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), así como la toma de la rectoría de la UNAM por personas que la liberaron el pasado miércoles.
Dijo que como legisladores han impulsado reformas que buscan el mejoramiento de la vida de los mexicanos, como la laboral o la educativa, pero –agregó- en el país se siguen registrando actos completamente ilegales, contrarios a la democracia, que afectan a terceros y en donde no se hace valer la ley.
“Ya pasada la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es momento de que el foco no se pierda y se vuelva a los problemas que persisten en México y que podrían agravarse en los siguientes días.
Se deben tomar las medidas pertinentes, pero sobre todo legales, que den solución a los conflictos”, expresó.
Sostuvo que las autoridades no pueden convertirse en rehenes de grupos que delinquen y que, cobijados por la libertad de manifestación, incurren en delitos de diversa índole en donde se afecta a cientos o miles de personas, como ocurrió con los bloqueos carreteros en Guerrero o Michoacán.
“La autoridad no puede permanecer a la expectativa o sólo en la contemplación de estos eventos, incluida la cooptación electoral en Veracruz probada con videos. Si se comete un delito se tiene que aplicar la ley, la autoridad tiene que velar por la seguridad de los ciudadanos y por el buen manejo de los recursos públicos”, agregó.
Dijo que “la autoridad, del nivel correspondiente a cada hecho, ya sea estatal o federal, tiene que asumir su responsabilidad y actuar con apego a la ley, de lo contrario, les habrán tomado la medida y, en automático, perderán su calidad y credibilidad, con los riesgos que ello conlleva”.
Insistió en que si en México se trabaja por la construcción de leyes, le corresponde a las autoridades en los estados y en el gobierno federal, aplicarlas, “no convertirse en rehenes de grupos de supuestos maestros, encapuchados o cualquier otro que tenga como recurso único la violencia, la descalificación o el anonimato y menos aún, solapar actos fuera de la ley, como la compra de votos”.
=Cámara de Diputados=
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