Legisladores abren puertas de San Lázaro a organización social “Di no a los casinos”

Foto: Red Política

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Como parte de las actividades de acercamiento con miembros de la sociedad y de atención a sus demandas, la Comisión Especial para Indagar el Funcionamiento de las Instancias del Gobierno Federal Relacionadas con el Otorgamiento de Permisos para Juegos y Sorteos se reunió con representantes de la organización social “Di no a los casinos”.

Durante el encuentro, Daniel Olivares Villagómez, miembro de esta asociación, señaló que por cada dólar que se embolsa un casinero, la sociedad debe gastar al menos seis dólares para subsanar los efectos que el juego genera como criminalidad, problemas familiares, endeudamiento, problemas psicológicos, drogadicción y alcoholismo, entre otros.

Consideró que la Secretaría de Gobernación debe terminar con esta problemática si le interesa el bienestar de la sociedad. Mencionó que el reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, en su Artículo 1°, establece la prohibición de los juegos de azar y de apuestas en el territorio nacional.

“Di no a los casinos” advierte que esos establecimientos son un mecanismo “ideal y barato” para lavar dinero procedente de actividades delictivas y, por lo tanto, fomentan el crecimiento del narcotráfico y la delincuencia organizada en el país.

Datos proporcionados por Olivares Villagómez señalan que entre el 50 y 70 por ciento de los ingresos de los casinos provienen de adictos al juego y la apuesta, y que de los ludópatas (5 por ciento de la población adulta del mundo), el 90 por ciento termina cometiendo un crimen y 20 por ciento intenta suicidarse.

Por otro lado, “Di no a los casinos” subrayó que los casinos y las salas de apuesta dependen en su operación de empresas extranjeras, lo que genera fuga de divisas y “contradice el principal objetivo de la actividad turística, que consiste en captar divisas, no exportarlas”.

Asimismo, hizo algunas propuestas para legalizar el juego no continuo (como pronósticos deportivos, hipódromos, palenques), pues en esta modalidad, el jugador se ve obligado a esperar un tiempo antes de tener oportunidad de volver a jugar, lo que facilita los mecanismos psicológicos de racionalización y obstaculiza la ludopatía.

Planteó también la regulación de juegos tradicionales no continuos bajo el esquema “Para la Asistencia Pública”, ya que actividades como peleas de gallos, carreras parejeras, galgodrómos, entre otros, se encuentran muy arraigados en ferias y fiestas patronales en distintas entidades de la República.

Tras escuchar al representante de “Di no a los casinos”, Ricardo Mejía Berdeja (MC), presidente de esta Comisión Especial, aseguró que esta instancia está abierta a la opinión de las asociaciones, pues “es un tema de gobernabilidad y seguridad donde se encuentran intereses económicos muy importantes”, por lo que es necesario establecer diálogos constantes sobre el asunto.

 

=Cámara de Diputados=