Este miércoles, el Partido Acción Nacional (PAN) presentará en la Comisión Permanente su propuesta de reforma energética, con modificaciones a los artículos 27 y 28 de la Constitución, para permitir la entrega de concesiones a empresas nacionales y extranjeras en toda la cadena de producción de los hidrocarburos (que comprende exploración, explotación, distribución, transporte y almacenamiento, así como la refinación) y en materia de energía eléctrica, incluyendo la comercialización.
Asimismo, el blanquiazul propone que el Ejecutivo federal presente al Congreso de la Unión «un programa de sustitución de subsidios generalizados por otros focalizados en los insumos energéticos».
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN distribuyó entre los legisladores el proyecto, en el que subraya que es una reforma de gran calado que modifica los artículos 27 y 28 de la Constitución «a fin de impulsar una economía de libre mercado con las condiciones óptimas de competencia, para acabar con los monopolios del Estado (en petróleo y energía eléctrica), en donde Pemex y la CFE deberán competir con los demás operadores que tengan concesiones nacionales y extranjeros, asegurar y maximizar la renta petrolera a favor de la nación, convertir al Estado en el gran regulador de la política energética del país, atraer mayores inversiones, crear empleos y convertir a México en un país líder mundial en el fomento a las energías limpias».
La propuesta del CEN panista insiste en que, sin olvidar la memoria histórica, «proponemos romper los viejos tabúes que con el pretexto de una defensa a la soberanía mal entendida han frenado el desarrollo económico del país».
Por lo que respecta a Petróleos Mexicanos (Pemex), el PAN propone dotarlo de las características necesarias para que se convierta en una verdadera empresa con un gobierno corporativo eficiente, «que maximice la renta petrolera y con la libertad de determinar cuáles son los mejores sistemas de inversión, coinversión y desarrollo tecnológico, al tiempo que permitirá generar esquemas de competencia efectiva y de libre concurrencia con otros competidores nacionales y extranjeros que tengan como finalidad el desarrollo de nuevas tecnologías, la inversión en territorio nacional, la generación de empleos y detonen la industria petrolera».
Precisa el PAN en su propuesta que el petróleo y los hidrocarburos son propiedad de la nación, “por lo que Pemex y los demás competidores (llamados operadores) deberán entregar el petróleo a un órgano autónomo encargado de su administración.
«Es decir, nunca serán propietarios ni del petróleo ni de los hidrocarburos, pero sí recibirán una remuneración por las actividades que realizan a través de licitaciones públicas, en las que se determinarán los esquemas de contraprestación, tomando en cuenta para ello el riesgo, los precios del petróleo, el tipo de yacimiento y recursos que contengan, así como las necesidades de inversión».
En concreto, propone la reforma del 27 constitucional para eliminar la prohibición de otorgar concesiones y contratos para el petróleo y los carburos de hidrógeno, sólidos, líquidos o gaseosos.
En cuanto al sector eléctrico, el proyecto está encaminado a suprimir las restricciones para otorgar concesiones a particulares, nacionales y extranjeros, en la generación de energía eléctrica y su comercialización, en condiciones de competencia efectiva. Los denomina el PAN «nuevos operadores», y refiere que a futuro los mexicanos podrán decidir qué empresa le proporciona el servicio de energía eléctrica.
De igual forma, el blanquiazul persigue con estos cambios constitucionales dotar de autonomía a la Comisión Reguladora de Energía y a la de Competencia Económica, así como al Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Quedará pendiente que el PAN presente un paquete de leyes reglamentarias.
=La Jornada=
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