“La invisibilidad es violencia y riesgo en sí misma. La impunidad es la puerta para la repetición”, señaló Lucía Lagunes, directora general de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), durante la presentación del Informe Diagnóstico “Violencia contra mujeres periodistas 2010-2012”.
El informe se realizó con una compilación de las agresiones que han sufrido las periodistas en el país, basado en una metodología y con el objetivo de dar voz y documentar lo que viven las mujeres en esta profesión, ya que las redacciones en los medios de comunicación están integradas en su mayoría por informadoras.
La violencia sexual, el acoso y la violencia psicológica son las agresiones principales que viven las periodistas, lo cual ha cobrado la vida de 10 comunicadoras.
Oaxaca, el Distrito Federal, Chihuahua y Jalisco son las principales entidades con violencia hacia las periodistas, mientras que Guerrero, Veracruz y Quintana Roo, son los que menos registros tienen de esta violencia.
“No necesariamente son los que menos casos tienen. De ahí la importancia de la denuncia”, comentó Lucía Lagunes. Indicó que de 2002 a 2011 la violencia contra mujeres periodistas se incrementó en 300 por ciento, periodo en el que se tienen documentados 94 casos en México, de los cuales 96 por ciento ocurrieron en los últimos seis años, con mayor incidencia en 2009 y 2011.
Tan sólo en los últimos tres años del gobierno de Felipe Calderón se tienen registrados 82 atentados contra la libertad de expresión de las periodistas, siendo 2010 el año con mayor violencia, que fue superado por los 39 casos de 2011.
Entre estos sucesos, la directora de CIMAC destacó el asesinato de Regina Martínez, corresponsal de Proceso en Veracruz, caso en el que recientemente el agresor fue puesto en libertad.
El informe destaca que en el 81 por ciento de los casos son funcionarios quienes agreden a las periodistas, quienes en su mayoría (53 por ciento), laboraban en la prensa escrita y como reporteras el 65 por ciento.
Caso Oaxaca
El estado se ubica en el primer lugar de violencia contra las mujeres de manera general, y también en agresiones contra mujeres dedicadas al periodismo.
En este sentido, Yunuhel Rangel Medina, coordinadora de Redes de Periodistas y Libertad de Expresión de CIMAC, y responsable del informe, dijo que en la entidad se han registrado 20 casos de violencia de 2002 a 2011.
El 2010 es el año con mayor incidencia con siete casos registrados; en 2011 fueron cinco; 2012, uno, mientras que en los demás años fueron dos. En lo que va de 2013 se contabiliza una agresión.
En la totalidad de los casos se presentó violencia psicológica; en el 75 por ciento fue violencia física; en el 30 violencia verbal; en 25 por ciento violencia patrimonial, y 5 por ciento de violencia sexual, la cual se denuncia menos “por las implicaciones sociales y profesionales que tiene”, comentó Rangel.
En cuanto al tema que daban cobertura las periodistas durante su agresión, en un 40 por ciento fue por denunciar actos de corrupción; conflictos en comunidades en 30 por ciento; en 15 por ciento por cubrir movimientos sociales; en 10 por ciento fraudes electorales, y cinco por ciento por cobertura de casos de pederastia.
Al igual que a nivel nacional, son los funcionarios quienes agreden más a las periodistas, en un 45 por ciento; en tanto que un 25 por ciento se da en cobertura de manifestaciones sociales.
Por esto, las integrantes de CIMAC hicieron un llamado a las autoridades estatales y federales a realizar acciones a favor de la seguridad de las periodistas, principalmente para que no haya impunidad.
En lo anterior coincidieron Anabel López, directora del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), así como las periodistas y escritoras Lydia Cacho y Sanjuana Martínez, quien hizo énfasis en que la violencia que padecen las periodistas va más allá de lo pensado por los periodistas.
“La primera amenaza es la acción sexual. Lo he platicado con mis compañeros, y a ellos nos les dicen te vamos a violar”, expresó Sanjuana, quien señaló que las mujeres padecen esta violencia porque se han atrevido a romper paradigmas para informar.
“Nosotras no sólo contamos los muertos, vamos más allá, contamos las historias que hay detrás de los desaparecidos, los huérfanos y los muertos del narcotráfico”, dijo la periodista.
Por su parte, Lydia Cacho, ante los 210 casos de feminicidio ocurridos en Oaxaca, preguntó al gobernador Gabino Cué y a todos los demás mandatarios estatales: “¿A qué le tiene miedo? ¿Por qué no activar la Alerta de Violencia de Género?”.
“Les decimos, trabajen con miedo señores, que nosotras trabajamos con los nuestros”, concluyó la periodista.
=MA=
(CIMAC)
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