Para el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres-DF) la erradicación de la violencia de género es un objetivo que puede cumplirse sólo a largo plazo; por ello la institución le apuesta a la capacitación constante para eliminar “la misoginia y el machismo” con el que actúan las y los funcionarios capitalinos.
Con el fin de abordar el modelo de atención contra la violencia de género que desde hace casi 20 años se aplica en la capital del país, Cimacnoticias conversó con Beatriz Santamaría Monjaraz, presidenta del Inmujeres-DF, dependencia que tiene como objetivo “promover, fomentar e instrumentar las condiciones que posibiliten la no discriminación, la igualdad de oportunidades, así como el ejercicio pleno de todos los derechos de las mujeres”.
La maestra en políticas públicas explica que para erradicar la violencia se requiere de una “visión para construir la ciudad que queremos en 20 años, nos toque verlo o no; todo lo que construyamos en estos próximos años es la garantía de cómo van a vivir nuestras hijas”. Por eso, insiste, “fortalecer el sistema de atención a víctimas es prioridad dentro del Inmujeres-DF”.
Normatividad
En 1996 la Asamblea Legislativa del DF aprobó la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia, la primera en todo el país en definir y sancionar los actos de poder y maltratos que se manifestaban de manera física, verbal, psicoemocional o sexual dentro de la familia.
La norma se reformó en 2008 cuando entró en vigor la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el DF, y se creó el Modelo Único de Atención a las Mujeres Víctimas de Violencia.
En entrevista, Santamaría señala que desde el Inmujeres-DF no se tiene prevista una modificación a ese modelo, pues –aclara– “poco a poco vamos abonando en el cumplimiento de la ley” para avanzar hacia un sistema más eficiente.
Y es que para la dependencia la violencia contra las capitalinas –contra la cual trabajan desde “hace 15 años ininterrumpidos”– no va en incremento, y la razón por la que ahora se tienen cifras tan elevadas de crímenes y agresiones contra mujeres es porque la cultura de denuncia se ha reforzado.
“Nosotras tenemos una hipótesis: cuando se incrementa la violencia es porque hay una tendencia clara de que las mujeres están denunciando, (antes) no denunciaban porque no tenían el respaldo de sus instituciones y su gobierno”, apunta la funcionaria.
Del incremento en la violencia que padecen las capitalinas da cuenta la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2011, según la cual el porcentaje de capitalinas víctimas de agresiones en su relación de pareja ascendió a 51.9 por ciento, un aumento de más de ocho puntos porcentuales con respecto a 2006, cuando la violencia afectaba a 43.5 por ciento de las habitantes.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) también ha dado cuenta del incremento de la violencia de género: en su informe 2012 señaló que entre enero de 2010 y junio de 2011 tan sólo en el DF y otras siete entidades se registraron mil 235 mujeres víctimas de presuntos casos de feminicidio.
Por su parte, en 2012 la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) inició 42 averiguaciones previas por el delito de feminicidio. Mediante una solicitud de información al Tribunal Superior de Justicia del DF, Cimacnoticias pudo conocer que en 2012 sólo fueron sentenciadas 16 personas por ese crimen.
También vía transparencia, la PGJDF informó que de enero a diciembre de 2012 se iniciaron 2 mil 226 averiguaciones previas por abuso sexual, de las cuales 2 mil 108 corresponden a mujeres, mientras que de enero a junio de 2013 se tiene registro de 877 averiguaciones previas por abuso sexual contra las capitalinas.
Barreras culturales
Al preguntarle sobre la manera en que el personal judicial recibe estas denuncias, Santamaría reconoce que persisten “barreras” en el acceso a la justicia, ya que prevalecen entre los funcionarios –principalmente en los Ministerios Públicos– visiones “machistas y misóginas”.
“Pero éstas son barreras culturales; nada más imagínate que han sido personas que toda su vida fueron formadas en un ambiente misógino machista, que hasta fueron víctimas de violencia ellos mismos, entonces se ha reproducido” la violencia, explica.
Por ello destaca que el Inmujeres-DF apuesta gran parte de su trabajo “a la capacitación y sensibilización” de las y los funcionarios capitalinos.
“Hemos hecho una gran inversión en los procesos de capacitación y sensibilización, pues el instituto está obligado como institución a capacitar a todo el gobierno (…); para casos muy especializados tenemos seminarios, diplomados y coloquios”, precisa Santamaría Monjaraz.
“De 2007 a marzo de 2013 se han capacitado 20 mil 409 servidoras y servidores, 10 mil 694 son hombres, sobre todo porque ellos son los que atienden a las mujeres en atención inicial. También estamos por firmar nuestro convenio de colaboración de capacitación con la PGJDF en su Instituto de Profesionalización, para que cualquier persona candidata a ingresar pase por un módulo inicial de formación de conocimiento de Derechos Humanos y de prevención de violencia”.
Para lograr ese cambio cultural, a decir de la titular del instituto, hacen falta más recursos económicos y aún más voluntad política, por lo que la dependencia a su cargo se encuentra permanentemente pugnando por la asignación de más presupuesto.
“Año con año el Inmujeres-DF tiene un proceso de formación en donde sienta a todas las unidades responsables del gasto para decirles: esta es la agenda prioritaria de las mujeres. En el presupuesto de género para 2013 tuvimos 100 millones de pesos más que en 2012, y te puedo asegurar que más del 80 por ciento de ese presupuesto está etiquetado para enfrentar violencia contra las mujeres”.
Falta de políticas públicas
“No sólo es que cambie la cultura por cambiar, sino (también) la responsabilidad del gobierno es generar políticas públicas, programas y presupuesto que logren generar estos mecanismos y estas acciones para que la cultura cambie”, observa la funcionaria.
Cabe destacar que la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el DF mandata a la dependencia a “diseñar lineamientos, mecanismos, instrumentos e indicadores” para “la capacitación y especialización de las y los servidores públicos en perspectiva de género y Derechos Humanos de las mujeres”.
En tanto, la Ley del Instituto de las Mujeres del DF, en su artículo ocho, ordena a la dependencia “impulsar, coordinar y evaluar con y en las dependencias de la Administración Pública acciones y políticas públicas contra la violencia, la discriminación y en materia de salud, educación, empleo, capacitación y deporte tendientes a garantizar la igualdad de oportunidades, verificando la adopción de las medidas y programas establecidos.”
Beatriz Santamaría destaca que el Inmujeres-DF se ha centrado en años recientes a la creación de un “sistema protocolarizado” para la atención a las mujeres víctimas de violencia, es decir, la implementación de protocolos que definan de manera clara y precisa las obligaciones de cada funcionario y cada dependencia, como el Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción del Acoso Sexual en la Administración Pública del DF, en operación desde 2012.
La funcionaria resalta que tal protocolo establece sanciones para el personal que incumpla con las disposiciones ahí marcadas. Sin embargo, en una revisión al documento se detectó que no existen dichas sanciones, y sólo se manda la realización de un informe para ubicar “las necesidades de capacitación”, y dar vista a la Contraloría General del Distrito Federal.
La presidenta del Inmujeres-DF adelanta que recientemente se diseñó el Plan de Acción Permanente para enfrentar la Violencia contra las Mujeres y Prevenir el Delito de Feminicidio, el cual se presentará en días posteriores.
Destaca que con el fin de “fortalecer la atención que tenemos al interior de nuestras instituciones vamos a fortalecer la identificación de los riesgos cuando su vida (de la mujer) está en peligro con varios dispositivos, para que inmediatamente se pueda denunciar con la debida diligencia y salvaguardar su integridad física y emocional; es una acción muy concreta”.
=AZM=
(CIMAC)
Comentarios recientes