Foto: Zona Franca
Luego de que se dieran a conocer actos de corrupción y malas prácticas por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), el Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde) señaló que es indispensable que se implemente un sistema disciplinario para sancionar al personal migratorio y eliminar la violencia contra las migrantes.
Insyde coincidió en la urgente reestructuración del INM debido a la corrupción interna y las violaciones a Derechos Humanos que funcionarios cometen de manera sistemática, y criticó la actual estructura que “ha institucionalizado” las violaciones a las garantías fundamentales de la población migrante.
En un comunicado, Laura Díaz de León, directora de Migración y Derechos Humanos de Insyde, consideró inaceptable que el INM carezca de medidas de prevención, corrección e investigación sobre las conductas indebidas de sus agentes.
Respecto a las recientes declaraciones de Ardelio Vargas Fosado, comisionado del INM, sobre la existencia de corrupción en la dependencia, Insyde apuntó que aunque regularmente hay depuraciones de personal, no se sanciona a los malos elementos.
Díaz de León demandó castigos contundentes, más allá de la separación del cargo.
Cabe señalar que el Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi) en su reciente diagnóstico “Misión Civil: ruta de las mujeres en la migración”, detectó que las centroamericanas son estigmatizadas por servidores públicos, tanto de México como de Guatemala, quienes las definen como “madres solteras, dejadas o abandonadas” que se insertan “con facilidad como trabajadoras sexuales”, lo que para esta organización “invisibiliza” la trata de personas a la que ellas se enfrentan.
=CIMAC=
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