Para exigir justicia por el asesinato del reportero Gregorio Jiménez de la Cruz y para denunciar que en la gestión de Enrique Peña Nieto continúan las amenazas contra la libertad de expresión, centenares de periodistas protestaron en esta capital y en diversas ciudades del país.
Este domingo el gremio periodístico volvió a alzar la voz, esta vez en la Columna al Ángel de la Independencia, donde se dieron cita camarógrafos, reporteros, columnistas y trabajadores de los medios para exigir a Peña Nieto que garantice la libertad de prensa.
Rodeados de las fotografías de colegas asesinados y desaparecidos durante la última década, las y los periodistas llamaron al Ejecutivo federal a instrumentar una estrategia especial para proteger la integridad física de los trabajadores de los medios en todo el país, empezando por Veracruz, entidad donde en el gobierno de Javier Duarte han sido ultimados 10 informadores, incluido Gregorio.
Respecto al homicidio de Jiménez de la Cruz, las y los comunicadores exigieron a la Procuraduría General de la República, a través de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos en contra de la Libertad de Expresión (FEADLE), que amplíe y profundice las investigaciones y atraiga el caso al fuero federal.
Con mantas con la leyenda “¡Prensa, no disparen!” y acompañados por la escritora Elena Poniatowska y ciudadanía en general, las y los comunicadores leyeron un pronunciamiento para dejar en claro que si no estaban con la libreta, cámara o grabadora en mano es porque se han convertido en protagonistas de las noticias.
“Hoy no vinimos a cubrir una manifestación, hoy vinimos a manifestarnos. Y sabemos que algo está podrido en una sociedad donde quienes deben dar la noticia se convierten en la noticia. Desde el sexenio pasado no hemos dejado de ser noticia y hoy volvimos a serlo”, dijeron.
Reporteros de medios nacionales y locales recordaron que el pasado 5 de febrero se enteraron de que Gregorio Jiménez fue secuestrado en Coatzacoalcos, al sur de Veracruz, y aunque hicieron todo por promover movilizaciones, una semana después –el 11 de febrero– su cuerpo fue encontrado en una fosa.
Al grito de “¡Ya basta!”, el gremio periodístico se negó a aceptar la versión oficial de que el reportero fue ultimado debido a una riña entre vecinos, y sin tomar en cuenta el contexto de asesinatos y cuatro desapariciones de informadores en la entidad, en la gubernatura de Javier Duarte.
Además, según los reportes de distintas agrupaciones, durante la última década 18 periodistas fueron desaparecidos y del año 2000 a la fecha 109 fueron asesinados en todo el país.
En presencia de organizaciones defensoras de la libertad de expresión e integrantes del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretaría de Gobernación, las y los manifestantes denunciaron que en México existe una “cacería de periodistas”.
“Son sacados a la fuerza de sus casas, emboscados en las calles, perseguidos hasta adentro de sus redacciones. En México la información molesta e informar se paga con la muerte. Los periodistas vivimos con una pistola apuntándonos. Cada vez es más difícil saber los intereses que nuestra información lastima”, dijeron.
Y es que en opinión de las y los presentes, hoy hacer periodismo es caminar sobre terrenos minados porque los agresores pueden ser gobernantes en turno, autoridades, policías, miembros del crimen organizado, empresarios o los poderes fácticos.
En el acto simbólico, integrantes del gremio arremetieron contra un gobierno que ha creado fiscalías, mecanismos de protección y que se ha gastado cientos de millones de pesos en instituciones burocráticas supuestamente abocadas a la defensa de los periodistas, pero que no sirven.
Advirtieron que en lugar de un minuto de silencio para las víctimas “seguiremos alzando la voz y haciendo periodismo, porque todos ellos creían en este oficio”.
En paralelo a la protesta en el DF, hubo otras manifestaciones en estados como Chihuahua, Puebla y Veracruz, la tierra de Gregorio.
=AGM=
(CIMAC)
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