Foto: Diario MX
Con el compromiso de establecer pronto una mesa de trabajo para revisar las limitaciones del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), la bancada del PRI convenció a la mayoría de los diputados del PRD de apoyar la regulación de la Pensión Universal y el establecimiento del Seguro de Desempleo.
Ambas medidas se aprobaron en un mismo dictamen, en el cual se modificaron las leyes del SAR, del Seguro Social, del ISSSTE, del Infonavit y Federal del Trabajo.
En una maratónica sesión de casi diez horas, PAN, PT, Movimiento Ciudadano (MC) y una cuarta parte de los perredistas manifestaron su rechazo a la reforma por sustentar el financiamiento del Seguro de Desempleo en las cuotas de vivienda de los trabajadores en activo.
Aunque los líderes de la bancada del PRD se dijeron insatisfechos por lo que llamaron la falta de generosidad del gobierno de Enrique Peña, por no haber asignado recursos fiscales al nuevo Seguro de Desempleo, más de la mitad de sus integrantes se sumaron a los 287 votos favorables al dictamen en lo general y provenientes de las curules del PRI, Partido Verde y Nueva Alianza.
Hubo tres abstenciones y 177 diputados en contra, de las bancadas completas del PAN, PT, MC y los perredistas radicales, que insistieron en que el gobierno federal había fallado en su promesa de campaña de impulsar un auténtico seguro de desempleo, y calificaron lo aprobado como una simulación y una farsa que pone en riesgo los ahorros en vivienda de más de seis millones de trabajadores.
La principal crítica se centró en el hecho de que dicho seguro será viable gracias a que 60% de sus recursos provendrán del fondo de vivienda de los trabajadores, en tanto el gobierno asignará una aportación solidaria de 0.5 por ciento.
Después de las 21 horas y de la infructuosa exposición de unas 90 reservas desechadas, con 258 votos a favor, un disminuido pleno aprobó en lo particular el dictamen que será enviado a los senadores para continuar con el proceso legislativo.
La sesión inició alrededor de las 12:00, en medio de mantas en contra del presidente Enrique Peña y de la reforma, y con la presentación de cuatro mociones suspensivas del PAN, PRD, PT y MC para frenar el debate y la votación de los cambios.
“Resulta insostenible para el gobierno y para su partido la afirmación de que la propuesta cumple con un compromiso de campaña, en todo caso. Lo que sí queda claro es la incapacidad de este gobierno en materia económica”, cuestionó el panista Rubén Camarillo Ortega.
La perredista María del Socorro Ceseñas secundó los argumentos blanquiazules en cuanto a que la reforma, dijo, carecía de sustento jurídico porque en el Senado aún no se han pronunciado sobre los cambios constitucionales correspondientes y porque el esquema del gobierno carece de sustento financiero.
Al exponer una tercera moción suspensiva, el jefe de la bancada de MC, Ricardo Monreal, sostuvo: “Este acto apresurado traiciona a los trabajadores, no es correcto desde el punto de vista constitucional, ni legal, ni normativo, ni político, ni ético. No hagamos tanta fechoría”.
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(Excélsior)
Interesante el comentario de Monreal; «No hagamos tanta fechoría», es decir, nada más la puntita por favor.