La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) determinó que en aquellas controversias de violencia familiar donde estén involucrados los derechos de las personas de la tercera edad, el juzgador puede ordenar que se desahoguen más pruebas que las aportadas por las partes con el fin de determinar la verdad de los hechos.
Así lo resolvieron los ministros al revisar una demanda presentada por una señora de 77 años de edad que solicitó el desalojo de su hermano de 82 años del domicilio que comparten, sin embargo la Primera Sala estimó que en este asunto no se configuró una situación de violencia familiar sino un conflicto que les genera estrés y angustia a ambas partes, por lo que se ordenó que recibieran terapia psicológica y que los visite constantemente un trabajador social para vigilar que se respeten sus derechos.
En otro caso, la primera sala determinó que cuando existan diversos juicios del orden familiar en los cuales se involucre la guardia y custodia de menores, el juez debe de acumularlos de oficio a fin de determinar quién es el más indicado para ejercerla.
Esto al amparar a una abuela paterna que demandó la suspensión de la patria potestad que ejercen los progenitores de dos menores y en consecuencia la guardia y custodia de sus nietos bajo el argumento de que consumen alcohol y drogas, sin embargo, los padres interpusieron dos recursos más, en uno de ellos el juez le otorgó la guardia y custodia a la madre.
Por lo tanto, los ministros determinaron que entre los tres juicios mencionados, aunque no sean idénticos en sus partes, prestaciones o causas, existe una conexión, pues lo que se decida en ellos necesariamente va trascender en la guardia y custodia de los menores, de ahí la procedencia de acumularlos de oficio y así evitar sentencias contradictorias.
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(Azteca Noticias)
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