El debate sobre las iniciativas de leyes secundarias de las reformas Energética y de Telecomunicaciones ha resultado poco atractivo para la opinión pública.
Pero no sólo la ciudadanía ha preferido atender otros sucesos; el proceso se percibe retrasado, debido también a la poca disposición de los legisladores de oposición para aprobar las propuestas gubernamentales. No existe una opinión dominante sobre si este proceso debe acelerarse o no, ni sobre si debe haber condicionamientos como los que ha puesto el PAN, según se observa en la última encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior.
El condicionamiento que han puesto los panistas para aprobar las leyes secundarias faltantes divide opiniones. 45 por ciento está de acuerdo o en parte con supeditar ese aval hasta que todos los estados hayan adecuado sus leyes electorales a la reforma política. 47 por ciento muestra desaprobación. A su vez, el reciente retiro temporal de los senadores perredistas por presuntas violaciones a las disposiciones para procesar la legislación secundaria de la Reforma Energética se percibe como una táctica para impedir su aprobación (65 por ciento).
En cualquier caso, baja importancia han tenido para la población los debates en el Congreso sobre las leyes secundarias. 57 por ciento afirma que ha estado poco o nada interesado en el caso de la reforma energética, porcentaje que se eleva a 71 por ciento en el caso de la de telecomunicaciones.
Las discusiones en torno a las leyes secundarias de la Reforma Energética no superan en atención al Mundial de Fútbol. 35 por ciento dice que prefiere más enterarse de la justa deportiva; en tanto, 30 por ciento señala que se inclina por las deliberaciones políticas sobre el tema energético.
=Con información de Excélsior=
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