México requiere convertir a la educación en eje del desarrollo, planteó Andrés Manuel López Obrador, candidato de los partidos de la Revolución Democrática y del Trabajo, y del Movimiento Ciudadano a la Presidencia de la República.
En la XX Sesión Extraordinaria de la Asamblea General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), dijo que esa área debe ser la principal palanca para la inclusión y movilidad social.
Ante rectores y rectoras de todo el país, propuso cinco líneas fundamentales para impulsar la instrucción en el país: incrementar la cobertura, fomentar la equidad, mejorar la calidad, revisar la pertinencia y fortalecer la inversión para la investigación en ciencia básica y aplicada.
El candidato de las izquierdas también señaló la posibilidad de que la ANUIES tenga mayor autonomía, independencia, y sea un órgano de consulta del gobierno federal en la materia.
Asimismo, dijo que de llegar a la Presidencia, su gobierno hará propia la propuesta que desde hace varios años presentan los rectores: impulsar una verdadera política de Estado en este campo, con metas claras y rumbos bien definidos. Es necesario que la educación no sea un privilegio, sino un derecho.
La responsabilidad social
En la sesión, se presentó al candidato el documento “Inclusión con responsabilidad social. Una nueva generación de políticas de educación superior”, elaborado por 165 instituciones de educación superior (IES) asociadas, y por los órganos colegiados de la agrupación.
La ANUIES considera imperativo que el Estado —en sus tres órdenes de gobierno—, la sociedad y las IES asuman de manera plena su responsabilidad con el impulso a la educación superior, la ciencia y la tecnología para el desarrollo sustentable de México y la inclusión social de la población. En particular, estos centros educativos deberán renovar su responsabilidad social con los estudiantes, sus comunidades locales y con el país en su conjunto.
Se establecen 10 ejes, entre los que figura una política para el financiamiento con visión de Estado, que incorpore la multianualidad presupuestal. Para ello, es urgente construir un acuerdo nacional entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, los tres órdenes de gobierno, las IES, los actores políticos y la sociedad.
Es necesario precisar en la Ley General de Educación la obligación del Estado de destinar un monto mínimo de financiamiento a las instituciones públicas de educación superior —al menos equivalente al 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)— lo que permitirá superar los rezagos que enfrenta México en cobertura, calidad y equidad.
Cobertura del 60 por ciento
También, se plantea ampliar la cobertura de la educación superior para alcanzar en 10 años una tasa bruta del 60 por ciento (pasar de una matrícula de 3.27 millones de estudiantes inscritos en el ciclo 2011-2012, a 5.84 millones en el 2021-2022), que consideren las modalidades escolarizada, abierta y a distancia.
El documento precisa que el contexto de inseguridad y violencia crecientes que se registra en el país exige a las IES establecer estrategias que garanticen la integridad física de sus miembros, de sus comunidades, la preservación y salvaguarda del patrimonio de éstos y de las instituciones, y el funcionamiento regular y la prestación de servicios.
Asimismo, que la evaluación y el aseguramiento de la calidad deben continuar como medios estratégicos para el desarrollo del sector. Sin embargo, es necesario diseñar nuevas prácticas e instrumentos mejor asentados en la naturaleza del trabajo académico, eficientemente articulados, menos redundantes y más enfocados al conocimiento de los resultados e impactos del quehacer de las instituciones y de los académicos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Es preciso, añade el texto, que el Estado impulse la creación de polos regionales de investigación, de competencia mundial, abocados a los temas cruciales para el desarrollo y la sustentabilidad económica, social y ecológica de México.
Los estudiantes, en virtud de que serán los futuros profesionales, científicos y humanistas para el desarrollo del país, deben contar con modalidades de movilidad y portabilidad interinstitucional, mediante mecanismos estables de financiamiento y un efectivo sistema de créditos académicos.
No a la mercantilización educativa
También, el entorno mundial y la naturaleza transfronteriza del conocimiento exigen, en el futuro inmediato, impulsar estrategias y programas más eficientes para la internacionalización de la educación superior mexicana, y anteponer a los criterios de mercantilización, los intereses de colaboración y cooperación académica y de desarrollo del conocimiento científico.
Igualmente, propone crear la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, y fortalecer las instancias de planeación en todas las entidades federativas, a fin de construir, de manera gradual, un moderno sistema de carácter federal, descentralizado y arraigado en sus comunidades locales y regionales.
Para ello, la ANUIES considera necesario establecer una agenda conjunta, con acciones a iniciar a partir del segundo semestre de 2012, para promover su inclusión en los programas Sectorial de Educación, y Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación, de la siguiente administración federal.
Al dar la bienvenida, el presidente en turno de la asamblea, José Narro Robles, rector de la UNAM, dijo que México está a tiempo de cambiar la ruta de la inercia para tomar las determinaciones que puedan hacer que vire el rumbo del país. “No estamos dispuestos a perder la oportunidad, a permanecer como testigos del fracaso, de la medianía”.
La nuestra es una gran nación, y para salir adelante requiere, entre otros elementos, otorgar prioridad política y presupuestal a la educación, la ciencia, la cultura y las artes, a la innovación y al desarrollo tecnológico. Necesitamos una política pública consistente, que arranque de inmediato, que se diseñe en grande y apunte lejos, que parta de nuestra realidad, pero que tenga el nivel de audacia que se requiere para cambiar las fuerzas inerciales, añadió.
Narro Robles subrayó que a México le hace falta tomar la determinación de conceder prioridad a la educación, en particular a la superior. De no hacerlo, sería imposible entrar en serio a la sociedad y la economía del conocimiento, hipotecaríamos el futuro del país, y nuestras generaciones enfrentarían, con justicia, los reclamos del futuro.
Por ello, sostuvo que en el mundo actual, nuestras condiciones nos condenan a la dependencia y al atraso. La educación es factor de autonomía frente al exterior, y de justicia en el ámbito interno, por eso estamos convencidos de que ha llegado su momento.
Revisar política de financiamiento
En su oportunidad, Rafael López Castañares, secretario general ejecutivo de la ANUIES, puso de relieve la necesidad de revisar la actual política de financiamiento en la educación superior.
En particular, señaló que sin una adecuada planeación continuará la actual problemática en este campo. Desde hace muchos años, la ANUIES ha propuesto la creación de la secretaría que refiere el documento, por la pertinencia que tiene en materia de planeación y desarrollo en este ámbito, puntualizó.
Tienen que emprenderse las reformas legales para posibilitar la programación multianual del presupuesto respectivo. No es posible que cada año tengamos que pasar por un viacrucis en la Cámara de Diputados.
López Castañares dijo también que deben establecer y fortalecerse los acuerdos y mecanismos de colaboración entre las instituciones respectivas en materia de seguridad.
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