Después de que el pasado 30 de enero la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) presentó el estudio “Revisión de la Política y Regulación de Telecomunicaciones en México”, donde urge al Estado mexicano a mejorar el marco regulatorio mediante una reforma al sistema de amparos, enfrentar el problema de la ‘doble ventanilla’, o incrementar la autonomía y las facultades de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, la polémica no se hizo esperar.
José Ángel Gurría, secretario general del organismo internacional, destacó durante la presentación del informe que la falta de competencia en el sector telecomunicaciones mexicano se ha traducido en precios altos y ha frenado la adopción de nuevos servicios. “Esto no sólo afecta las inversiones sino que imponen un costo adicional a la economía y a los consumidores”, señaló.
Asimismo, aseveró que debido a la falta de competencia, un regulador débil y un sistema jurídico-legal, se estima que hay pérdidas en el sector de telecomunicaciones cada año por 1.8% del PIB, un porcentaje que representa 25 mil 800 millones de dólares anuales.
La OCDE recomendó a la Cofetel más transparencia en la toma de decisiones, lo que implica publicar las razones que las motivan y crear oportunidades para los interesados hagan comentarios y se tomen en cuenta.
También sugirió simplificar el sistema de concesiones vigente para alentar la entrada al mercado de nuevos operadores; levantar las barreras a la inversión extranjera en redes fijas y establecer condiciones no discriminatorias para el acceso a infraestructuras esenciales.
Opinó que la implementación de estas recomendaciones requerirá de un diálogo incluyente que involucre a las empresas, a los reguladores y la sociedad civil, pero también de una acción coordinada de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
En contraparte, Carlos Slim Helú, accionista mayoritario de América Móvil, criticó las cifras presentadas por la OCDE sobre el mercado de telecomunicaciones y tachó de irracionales las cifras de una pérdida de bienestar de 25,800 millones de dólares anuales para los consumidores mexicanos.
«Si sustraemos los 25 mil 835 millones de dólares de la supuesta pérdida anual por costos de telecomunicaciones, sobre 30 mil millones de dólares de ingresos anuales estimados del sector, implica que el conjunto de la industria de las telecomunicaciones nacionales debería poder sobrevivir con 15 por ciento de sus ingresos. Ni Telcel ni Telmex juntas generan ventas por esa cifra. Es una jalada de los pelos», exclamó el empresario.
En conferencia de prensa, Slim desmintió que sus precios se encuentren en 30 dólares por megabites por segundo (Mbps), ya que ofrece 3 Mbps a 149 pesos. «No es posible hacer un comparativo exacto con cifras del 2007 y 2008», subrayó el empresario.
Criticó que el estudio de la OCDE sobre Políticas y regulación de telecomunicaciones en México haya sido elaborado por encargo y pagado por el gobierno mexicano: “no sabía que la OCDE hace esto, y no sé si es normal”.
Asimismo, Slim señaló que “algunas personas que encabezan la OCDE vienen al país a pontificar y luego se van, pero cuando tuvieron responsabilidades en México no las cumplieron. Vienen, pontifican y se van, y cuando estuvieron a cargo de muchas responsabilidades no resolvieron esos problemas que hoy plantean», expresó en referencia a José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE y ex titular de la Secretaría de Hacienda.
El empresario invitó a que se cambien las leyes para aceptar la inversión extranjera, pues a su consideración eso ya sucede en telefonía fija.
Además, dijo que esperará «paciente» a que la autoridad cambie su título de concesión para otorgar televisión de paga y negó que Telmex ceda más allá del acuerdo de convergencia firmado en 2006 para entrar a este mercado, pues considera que ya han cumplido dicho pacto y pidió que se respete el Estado de derecho.
El organismo internacional señaló a las empresas de América Móvil (Telmex y Telcel), al sistema jurídico y a la debilidad de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) como los mayores obstáculos para lograr un sector competitivo que genere mejores servicios para los usuarios mexicanos.
«El desempeño insatisfactorio de la industria de telecomunicaciones en México es consecuencia de la inflexible conducta del operador incumbente de telefonía fija y móvil (Telmex y Telcel) con considerable poder de mercado, así como de un sistema jurídico disfuncional que promueve una industria ineficiente, que no es atractiva para la formación de alianzas internacionales y, por lo mismo, resulta dañina para el potencial económico del país», concluyó el ‘Estudio de la OCDE sobre políticas y regulación de telecomunicaciones en México’.
Ante las críticas del magnate mexicano, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reviró y aseguró que el estudio sobre falta de competencia de las telecomunicaciones en México se consultó con un representante de América Móvil y funcionarios de 34 países.
“Como es práctica común en la OCDE, se realizó un amplio proceso de consulta con operadores de telecomunicaciones desde el inicio del reporte. Expertos de la OCDE viajaron a México durante 2011 y se entrevistaron con los principales participantes del mercado, incluyendo a América Móvil y Telmex”, aseveró el organismo.
La OCDE argumentó que el objetivo fue dar a las empresas la oportunidad de expresar sus puntos de vista sobre el marco de políticas y regulación en México y hacer propuestas de reforma.
Señaló el organismo que en octubre de 2011 el documento fue revisado y comentado por representantes de los 34 países miembros, los cuales fueron encabezados por Francia y el Reino Unido. “En esta reunión de revisión estuvo presente un representante de América Móvil, quien tuvo la oportunidad de comentar sobre el mismo. Otras compañías también fueron invitadas a dicha reunión. Los comentarios recibidos por América Móvil y otros operadores en México fueron considerados seriamente en la finalización del reporte”, subrayó la OCDE.
Añadió que el proceso de “revisión entre pares” sustenta la transparencia, integridad e imparcialidad de las evaluaciones y recomendaciones.
El organismo insistió ayer en el “exorbitante” costo de 129 mil millones de dólares que le ha costado a México la falta de competencia en el sector de telecomunicaciones entre 2005 y 2009 lo cual es una llamada de atención a reguladores y autoridades mexicanas.
“Este exorbitante costo es una llamada de atención a los reguladores y autoridades de competencia sobre la importancia de contar con regulaciones y políticas que aseguren la competencia abierta y justa, vigilada en su cumplimiento por un regulador fuerte, y que garanticen la provisión de un servicio de calidad a precios bajos”, puntualizó.
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