La Caravana por la Paz, encabezada por el poeta Javier Sicilia se reunió con el sheriff de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, el 15 de agosto, para discutir la situación y el trato a los migrantes indocumentados.
En mayo, el Departamento de Justicia Federal de Estados Unidos demandó al sheriff porque en la oficina que comanda en Maricopa, el condado más poblado de Arizona, prevalece una cultura de desprecio hacia los derechos constitucionales básicos.
La oficina de Arpaio también está acusada de castigar a reos hispanos por hablar en español en la cárcel y por basar algunos de sus patrullajes en quejas ciudadanas con motivaciones raciales.
Miembros de la Caravana que se ubicaron ante la «Ciudad de las Carpas», una prisión construida con tiendas de campaña en el desierto de Arizona, condenaron el trato inhumano y discriminatorio en las prácticas del alguacil.
Integrantes de la Caravana y de organizaciones locales, nacionales y transfronterizas, entre ellas la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas (NALACC, por sus siglas en inglés), recordaron que Arpaio está sujeto a investigación, entre otros actos, por haber esposado a una indocumentada mexicana en plena labor de parto y de separarla de su bebé bajo la consigna de que éste era estadunidense.
Las dos peticiones al alguacil Arpaio fueron que ofrezca un trato humano a los indocumentados detenidos y que como autoridad del condado Maricopa colabore para detener el flujo ilegal de armas de fuego a México.
Cabe recordar que el fallido operativo Rápido y Furioso se desarrolló desde armerías en Arizona, porque era la región de la que las autoridades estadunidenses detectaban mayor venta de armas que llegaban de forma ilegal a México.
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