La Fundación para la Libertad de Expresión señaló que es motivo de tristeza y profunda preocupación reportar que fueron asesinados el pasado fin de semana los fotoperiodistas Arturo Barajas López que trabajaba para el Diario de Zamora, en el estado de Michoacán, y Ernesto Araujo Cano, colaborador de El Heraldo de Chihuahua, en la capital de aquel estado.
Mediante un comunicado, la asociación subrayó que con este doble asesinato, de acuerdo con las cifras que tiene la Fundalex, se llegó a 98 asesinatos de periodistas desde el año 2000, pero todavía más grave es que este año se encuentran desaparecidos Federico Manuel García Contreras, Zane Alejandro Plemmons Rosales, Miguel Morales Estrada y Mario Segura, éste último columnista y director del periódico semanal El Sol del Sur con influencia en Tampico-Madero y Altamira, Tamaulipas y en Pueblo Viejo y Pánuco, Veracruz, desaparecido el lunes 13 de agosto.
La cifra de asesinatos este año ha llegado también a 13 este año, tras los homicidios de Raúl Régulo Quirino Garza, Francisco Javier Moya Muñoz, Héctor Javier Salinas Aguirre, Regina Martínez, Guillermo Luna Varela, Gabriel Huge, Esteban Rodríguez, René Orta Salgado, Marco Ávila, Víctor Manuel Báez Chino y Armando Montaño.
La Fundalex se solidariza con las familias de los periodistas muertos y desaparecidos y exige a las autoridades municipales, estatales y federales no sólo una exhaustiva investigación, sino también el cobijo del Estado Mexicano para los deudos de los compañeros que han sufrido de la violencia hasta el grado de perder la vida o no haber sido encontrados, se lee en el documento.
El cuerpo de Arturo Barajas López fue hallado por elementos del Ejército mexicano el pasado sábado, en la cajuela de un Volkswagen, Jetta blanco de su propiedad, con placas 925VDY del Distrito Federal, que se encontraba abandonado en la carretera El Colesio-Tinaja de Vargas, en Michoacán, cerca de Zamora, junto con el cadáver de Antonio Aguilar Mota, fotógrafo que realizaba gráficas a los turistas en la zona.
Ernesto Araujo Cano fue asesinado por tres presuntos asaltantes que intentaron despojarlo de su vehículo mientras se encontraba detenido por una luz roja en el cruce de las avenidas Periférico Lombardo Toledano y Justiniani de la ciudad de Chihuahua. Fue golpeado con un arma blanca y un bat, provocándole heridas que le quitaron la vida horas después del ataque.
En el caso de Mario Segura, desapareció desde el pasado lunes 13 de agosto y se supo de su caso por las redes sociales, mientras que el portal del diario que dirigía no existe actualización de información desde el día previo, por lo que el sábado 18 el secretario de Gobierno de Tamaulipas, Morelos Canseco Gómez, informó que iniciaron una investigación de oficio porque nadie realizó la denuncia formal.
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