Foto: CDHDF
El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis Armando González Placencia, dijo que los daños causados a las víctimas nunca son reparados en su totalidad y que los procesos no se cierran ni siquiera con la aceptación de una Recomendación o la destitución de funcionarios.
“El daño permanece, porque nunca debió haber ocurrido. El proceso sigue abierto en las familias, en el entorno en el que se desarrollan día a día las personas que perdieron a sus hijos y que ninguna reparación les va a devolver”, advirtió.
Al inaugurar el Primer encuentro internacional de atención psicosocial a víctimas de la violencia social “México lindo y herido”, González Placencia aseveró que una víctima tiene todo el derecho a reclamar durante toda su vida al Estado por los daños causados por el mal desempeño u omisión de sus agentes.
Asimismo, rechazó también que exista una supremacía entre las víctimas del delito sobre las víctimas del Estado cuando se violan sus derechos humanos, pues antes que todo, lo que importa es la impartición de la justicia y no clasificar a unas como víctimas de primera y a las otras como víctimas de segunda.
Insistió en que las instituciones deben estar preparadas no sólo para investigar y procurar y administrar justicia, sino también para atender y dar acompañamiento psicosocial a las víctimas de la violencia social.
En ese propósito, mediante un comunicado, señaló que la CDHDF ha venido trabajando precisamente en un área para la atención de las víctimas a violaciones a derechos humanos, a raíz del caso de la discoteca New’s Divine, en el que perdieron la vida 12 personas, cuatro de ellas menores de edad, a través de un enfoque psicosocial, ahora en su Unidad de Acompañamiento de Víctimas, a partir del año pasado.
“La tragedia del New’s Divine nos enseñó muchísimo: nos enseñó que el valor de la intervención a favor de las víctimas estaba mucho más allá de la intervención jurídica y de la investigación de los hechos; nos llevó a la necesidad de entender los procesos de victimización en una perspectiva mucho más amplia”, subrayó.
“Entender eso para nosotros ha sido un aprendizaje fundamental: nos obliga a ser partícipes del reclamo de las víctimas, particularmente de quienes fueron agraviadas en sus derechos humanos, a través de la acción u omisión de los agentes del Estado”, dijo.
Justamente, agregó, a partir de esa experiencia, nos vinculamos con la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con la Asociación Tech Palewi, A.C. y con Cauce Ciudadano, en un momento que fue vital para las víctimas y ante esa carencia de atención específica de la CDHDF.
En tanto, la Directora Académica y Cofundadora de la Asociación Tech Palewi, A.C., Edith Zúñiga Vega, se refirió a los diferentes rostros de la violencia social en México, sus características, dimensiones y consecuencias, así como de la importancia de atender psicosocialmente a las víctimas, en una perspectiva de derechos humanos.
Las niñas, los niños, los adolescentes, dijo, son quienes principalmente han sufrido los estragos de la tragedia, tanto directa como indirectamente, a través de sus comunidades y familias.
Llamó la atención sobre los especialistas que intervienen y atienden a las víctimas, y que son al mismo tiempo también víctimas de la violencia, como las y los defensores de derechos humanos y las y los periodistas. Se pronunció también por la reparación psicosocial del daño a las víctimas de la violencia social como un derecho humano.
Por su parte el Jefe del Programa de Intervención en Crisis a Víctimas de Desastres Naturales y Socio-organizativos de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jorge Álvarez Martínez, dijo que cada vez es más sorprendente lo que sucede en el país y la necesidad de actualización de los profesionales de atención psicosocial, quienes muy rápido se ven rebasados ante los hechos.
Finalmente, el Investigador Titular y Director del Área Académica de Sociedad, Cultura y Salud del Colegio de la Frontera Sur, Héctor Javier Sánchez Pérez, destacó las más de 60 mil muertes de los últimos años, las desapariciones forzadas, los secuestros y los desplazamientos forzosos de familias o incluso de comunidades enteras.
Mencionó el caso de las mujeres migrantes centroamericanas, quienes antes de iniciar su paso por territorio mexicano deben administrarse anticonceptivos, a sabiendas de que la gran mayoría de ellas serán abusadas sexualmente, ya no sólo por delincuentes comunes, sino “por aquellos que se supone deberían defenderlas”.
El Primer encuentro internacional de atención psicosocial a víctimas de la violencia social “México lindo y herido” se desarrolla hoy y mañana, a través de cuatro Mesas Redondas y dos Conferencias Magistrales, la primera “Atención psicosocial y derechos humanos”, a cargo de Carlos Martín Beristain; la segunda, “Los por qués y los cómos de la violencia en México”, estará a cargo de Edgardo Buscaglia.
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