La empresa española Telefónica presentó una demanda de arbitraje contra México en el Centro Internacional de Arreglos de Disputas de Inversiones (CIADI), dependiente del Banco Mundial, según informó el organismo con sede en Washington.
Varios medios internacionales publican que el CIADI notificó el pasado jueves, 21 de junio, la admisión formal y el registro de la solicitud de arbitraje internacional interpuesta por la operadora en 2011.
El importe de la reclamación de la empresa ascendería a unos 850 millones de euros (14 mil 737 millones de pesos), cifra a las que se pueden sumar otras cuantías por daño moral, según avanza el diario El País en su web.
Telefónica presentó el 8 de septiembre de 2011 un aviso de notificación al Gobierno mexicano ante la falta de resoluciones administrativas y judiciales que resolvieran los procedimientos relativos a las tarifas de interconexión del periodo 2006-2011.
Este procedimiento tiene su fundamento en el acuerdo para la promoción y protección recíproca de inversiones entre los Estados Unidos Mexicanos y España, que recoge que existe un periodo de seis meses para tratar de llegar a una solución amistosa sin tener que recurrir a un procedimiento arbitral internacional.
Como este periodo concluyó sin que se resolvieran por las autoridades mexicanas los agravios en materia de interconexión a la inversión de Telefónica en México, el pasado 9 de marzo la operadora solicitó el inicio del correspondiente procedimiento arbitral internacional ante el CIADI.
Telefónica reconoce el resultado positivo de anteriores resoluciones del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que acaban definitivamente con la denominada ‘doble ventanilla’ en México y revoca las resoluciones de la secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) por las que se pretendió en septiembre de 2008 (y diciembre 2010) reducir drásticamente las TTM (tarifas de terminación móvil) 2006-2010 con efectos retroactivos.
Asimismo, destacan que es igualmente «importante» la resolución del pasado mes de abril de la Comisión Federal de Competencia (COFECO) por la que finalmente se consideró única y exclusivamente a Telcel, compañía de Carlos Slim, operador dominante en el mercado de terminación móvil.
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