Foto: IFE
El Instituto Federal Electoral (IFE) determinó en sesión extraordinaria que no existen elementos que comprueben que el PRI y Enrique Peña Nieto fueron beneficiados con propaganda encubierta en programas de Televisa.
El Consejo General del órgano electoral determinó con ocho votos en favor y uno en contra, infundada la queja del PRD sobre este caso.
Cabe recordar que dicho recurso de queja fue interpuesto por el Partido de la Revolución Democrática en contra de Enrique Peña Nieto, “se le acusa de transgredir múltiples preceptos, tanto constitucionales como legales, vinculados por la difusión de su persona, su plataforma electoral y programa de gobierno derivada de la adquisición y/o contratación de propaganda encubierta, difundida como cobertura noticiosa, opiniones, editoriales, comentarios en radio y televisión, incluso en programas de revista y espectáculos, que a juicio del quejoso estuvo dirigida a influir en las preferencias electorales de los ciudadanos”, señaló Leonardo Valdés Zurita, Consejero Presidente.
Asimismo, subrayó que los hechos los denunció el PRD, argumentando que ocurrieron sistemáticamente desde el año 2005 al primero de julio del presente.
“Es preciso señalar que en el vasto procedimiento que se discutirá aquí, esta autoridad procuró investigar y valorar todos los alegatos y todas las pruebas presentadas por todas y cada una de las partes, sin dejar de examinar argumento alguno”, aseveró Valdés.
El consejero Francisco Guerrero rechazó la posibilidad de que el IFE entreviste a comunicadores sobre el contenido de sus programas, al señalar que Instituto se convertiría en una “corte especial que generaría elementos de molestia adicionales”.
Por su parte, el consejero electoral Alfredo Figueroa Fernández aseguró que la investigación sobre estos hechos fue especialmente incompleta. Sostuvo que faltó consultar a varios comunicadores, así como a los autores de varios libros y folletos sobre el particular, citados en la queja que presentó la izquierda.
Asimismo, Benito Nacif sostuvo que la entrevista de un político en televisión, aunque sea en un programa de revista para mujeres, no puede ser considerada como propaganda encubierta y, además, se debe velar ante todo por la libre expresión.
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