La Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió su Recomendación 59/2012, dirigida a la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), por el caso de un ciudadano que fue torturado por elementos de esa corporación a fin de que confesara su participación en la comisión de varios delitos.
El agraviado, de 36 años de edad, salió de su domicilio en la delegación Tláhuac, ciudad de México, para dirigirse a su trabajo a bordo de un automóvil, cuando los policías federales, que viajaban en una camioneta blanca no oficial, le cerraron el paso.
Uno de los elementos bajó del vehículo con un arma de fuego en mano y ordenó a la víctima que descendiera de su auto, en razón de que contaban con una orden de localización y presentación en su contra. Le indicaron que se arrodillara para cubrirle la cabeza con la camisa que portaba y esposarlo.
Lo subieron a la camioneta blanca y comenzaron a golpearlo en la espalda, en tanto era trasladado a un inmueble que no pudo identificar; en ese lugar, declaró, nuevamente fue golpeado y quemado en el pecho y brazo izquierdo con un objeto incandescente.
La tortura continuó; le ordenaban que en el momento en que rindiera su declaración ante el agente del Ministerio Público (MP) aceptara haber participado en diferentes delitos, le advirtieron que, en caso de no hacerlo, tomarían represalias en contra de su familia.
Al día siguiente, los elementos de la policía federal pusieron a la víctima a disposición del agente del MP de la Federación en las instalaciones de la entonces Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), perteneciente a la Procuraduría General de la República.
Ese mismo día, el agraviado presentó queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, institución que, después de analizar el conjunto de evidencias que integraron el expediente CNDH/1/2011/5230/Q, contó con elementos que le permitieron acreditar violaciones a los derechos a la libertad, integridad y seguridad personal, trato digno, legalidad y seguridad jurídica.
Por ello, en su Recomendación 59/2012, la CNDH pide a la Secretaría de Seguridad Pública Federal, tomar las medidas necesarias a fin de reparar el daño ocasionado al ciudadano, incluyendo la atención médica y psicológica necesaria para restablecer su salud física y emocional.Solicita se diseñe e imparta a la totalidad de los servidores públicos de la Policía Federal, un programa integral de educación, formación y capacitación en materia de derechos humanos.
Se proporcione a los elementos de la Policía Federal equipos de videograbación y audio que permitan evidenciar que las acciones llevadas a cabo durante los operativos de su competencia se han apegado a los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos.
Instruir a los servidores públicos de esa policía, a que elaboren sus partes informativos apegándose a la verdad y se fomente en ellos la cultura de la legalidad y de respeto a esos derechos.
Asimismo emitir una circular dirigida al personal de esa policía, para que las personas detenidas sean puestas, sin dilación alguna, a disposición de la autoridad ministerial correspondiente.
Finalmente le pide colaborar ampliamente en el trámite de la queja y denuncia de hechos que formule la CNDH ante el Órgano Interno de Control de esa Policía y ante la Procuraduría General de la República, contra los servidores públicos que intervinieron en los hechos.