Mediante una carta enviada por la familia del investigador de la UNAM, Miguel Ángel Ramírez Romero, al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Silva, hicieron de su conocimiento que desde hace diez días el catedrático se encuentra en huelga de hambre en el penal de Atlacholoaya.
La carta fue entregada el pasado 8 de agosto y describe una serie de irregularidades que se han registrado en el juicio, donde se culpa al investigador de la muerte de su esposa Yadira Dávila Martínez, quien supuestamente falleció cuando sostenían relaciones sexuales.
La causa penal es la JO/07/2013 del Estado de Morelos y el investigador fue detenido en diciembre de 2011, luego de la desaparición de su esposa el 5 de agosto de ese mismo año, pero cinco días después fue encontrado el cuerpo de Yadira en un paraje cercano a la zona arqueológica de Xochicalco.
Tras una reclasificación de la fiscalía que sigue el caso dehomicidio doloso a homicidio culposo, la defensa del abogado solicitó la sustitución de la prisión preventiva a una medida cautelar, para que el investigador pudiera hacerse cargo de su hijo menor de casi diez años, quien no puede ser cuidado por sus abuelos, debido a su avanzada edad.
También el investigador y sus ex suegros, padres de Yadira quien también era investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Genómicas de la UNAM, establecieron un acuerdo de reparación de daños, sin embargo, este no fue aceptado por la fiscalía, ni tampoco la solicitud de sobreseimiento de la causa.
Ante la negativa y el proceder de la justicia oral local de Morelos, el investigador interpuso un amparo a su favor el cual le otorgó la protección de la justicia federal, sin embargo, hasta el momento, los jueces locales le han negado la libertad al investigador.
La carta contiene un anexo que detalla de manera cronológica la muerte de la catedrática Yadira Dávila, la detención del catedrático y el proceso legal que se ha instaurado en su contra, además se encuentra firmada por la familia Ramírez Romero, parientes consanguíneos de Miguel Ángel y Dávila Martínez, padres de Yadira.
El caso fue ventilado por el propio rector de la UNAM José Narro, quien en varias ocasiones solicitó a la fiscalía morelense una investigación imparcial y pronta, para esclarecer estos hechos, que afectaron a la comunidad universitaria instalada en los centros de investigación ubicados en Cuernavaca.
El investigador está a punto de cumplir dos años de prisión preventiva en la cárcel de Atlacholoaya, y a pesar de que el delito que cometió fue reclasificado no ha conseguido su libertad, al ser considerado no grave.
Por lo pronto, la defensa del investigador y su familia, se mantienen atentos a la respuesta de la SCJN, para que se ejecute el amparo a favor del investigador que permita su libertad inmediata, ya que las autoridades morelenses se han mantenido en desacato a esta orden judicial aseveró la familia en su comunicado.
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(Excélsior)
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