El presidente Felipe Calderón envió el sábado al Congreso el proyecto de una reforma laboral, de las llamadas estructurales que el mandatario electo Enrique Peña Nieto ha dicho que impulsará, pese a que antes fue rechazada por diputados de su propio partido.
El proyecto busca desatar la creación de empleos e incluye medidas que afectarían intereses de los poderosos sindicatos, que han sido históricos aliados del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
«Incluye temas de transparencia sindical, temas de rendición de cuentas sindical, temas de democracia sindical, incluye flexibilización, no pago por hora, pero sí contrato de aprendizaje», dijo el senador del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), Héctor Larios.
La iniciativa, que fue entregada a los parlamentarios por el Secretario de Gobernación en el primer día de sesiones del nuevo Congreso junto con el último informe de Gobierno de Calderón, busca reformar la Ley Federal del Trabajo, la cual no se ha modificado sustancialmente en cuatro décadas.
En la pasada legislatura, diputados del PRI rechazaron una reforma laboral propuesta por el PAN, que entre otras cosas planteaba eliminar las cuotas sindicales obligatorias de los trabajadores, auditar las cuentas gremiales e instaurar el voto directo para elegir a líderes.
Decenas de millones de dólares anuales pasan por las manos de los jefes de grandes sindicatos, como el de docentes o el de trabajadores petroleros, sin que estén obligados a informar el destino de esos fondos.
Algunos nuevos diputados del PRI que son líderes sindicales dijeron recientemente a Reuters que no aprobarían una reforma laboral que incluya eliminar las cuotas sindicales obligatorias.
El proyecto de reforma laboral y otro que también envió Calderón al Congreso el sábado en materia de rendición de cuentas de los estados son las llamadas «iniciativas preferentes», que el Congreso está obligado a aprobar o rechazar en un plazo no mayor a dos meses.
Peña, que asumirá el 1 de diciembre, dijo en su campaña que propondría varias reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico del país, entre ellas una laboral, pero no ha dado muchos detalles de lo que incluiría su proyecto.
El máximo tribunal electoral del país declaró el viernes a Peña presidente electo del país tras haber sorteado una serie de recursos presentados por el ex candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador para anular los comicios de julio alegando compra de votos y desvío de fondos públicos.
En los comicios de julio también fueron renovados el Senado y la Cámara de Diputados. El PRI tiene mayoría de asientos en ambas cámaras, pero no los suficientes para aprobar por sí solo los proyectos de Peña.
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