Fundamental, incluir enfoque de género en nueva ley de protección de derechos de niñas, niños y adolescentes: Gerardo Sauri

Foto: CDHDF

El enfoque de género es fundamental para enfrentar la desigualdad y la discriminación estructural entre los géneros y para promover políticas de igualdad, advirtió el Secretario para la Promoción de los Derechos Humanos e Incidencia en Políticas Públicas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Gerardo Sauri Suárez.

No podemos hacer una discusión legislativa, sin considerar seriamente las diferencias entre niños y niñas y desde su relación con las personas adultas”, insistió durante su participación en el Foro Hacia una ley general para la garantía de los derechos de niños, niñas y adolescentes, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En su exposición en la Mesa 3 “Medidas generales; definición de niño; principios rectores”, dijo que el enfoque de género es necesario y no sólo para ser ‘políticamente correcto’, sino porque tal como apuntan las feministas: “Detrás de las palabras hemos ido construyendo relaciones desiguales de poder”.

En ese sentido, advirtió que quienes aún practican el Derecho sin considerar la Convención de los Derechos de los Niños, no ubican tampoco la construcción social discriminatoria desde la cual la Niña, Niño o Adolescente (NNA) es definido como ‘menor’; es decir, “Como alguien sujeto a un sistema de poder autoritario que va a tomar decisiones sobre él o ella, negándole su condición de persona”.

Sauri Suárez explicó que el enfoque minorista tiende a observar a quienes pudiendo ser consideradas personas sujetas de derechos, al encontrarse con la institucionalidad, tanto porque entró en conflicto con la ley, como por la razón que sea pasó por alguna institución, entonces está sujeta a un sistema autoritario que tomará decisiones sobre ella.

El enfoque minorista es entonces completamente adulto-céntrico y debe ser desterrado del discurso de quienes operan políticas públicas, del de las y los defensores de derechos humanos y, particularmente, de los derechos de la infancia, subrayó.

En esa perspectiva, explicó que la Convención de los Derechos de los Niños es un piso básico y no un techo máximo, pero fue débil en el enfoque de género, ante la diversidad socio-cultural de los países miembros de la Comunidad Internacional.

Por eso es importante, agregó, que la nueva ley general contenga el enfoque de género, que no solamente diga ‘niñas y niños’, sino que haga lo que de acuerdo con la Consejera de la CDHDF, Nashielli Ramírez, permita mirar las diferencias de hombres y mujeres socialmente aprendidas.

“Más que la mera consideración de las diferencias sexuales, de una diferencia semántica entre niñas y niños, el enfoque de género es un instrumento metodológico que debe estar aplicado en el proceso de diseño jurídico para mirar quién hace qué, la división del trabajo, los derechos y deberes, los bienes de hombres y mujeres, de niños y niñas”, señaló.

En la Mesa 3 participó también Rosa Poiré Castañeda, de Save the Children México, quien exhortó a las legisladoras y legisladores, así como a quienes participen en el diseño de la nueva Ley General, a realizarla de manera decidida y consciente, hacia la consolidación de la identidad de las niñas, los niños y adolescentes, a través de la aceptación, de la escucha activa para concebirse como legítimos.

Es inaplazable trabajar para que los niños sepan que son bienvenidos en este mundo, que llegan a un espacio donde son aceptados como son, donde no necesitamos corregirles la plana para que sean más esto o más aquello o condicionarles la pertenencia desde ninguna perspectiva”, insistió.

El Foro realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue convocado por esa misma institución, la CDHDF, Save the Children México, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) México y la Red por los Derechos de la Infancia en México.