Las mujeres de minorías étnicas enfrentan una doble discriminación en el lugar de trabajo a causa del color de su piel y de su género. Muchas fracasan cuando presentan la solicitud de empleo sólo debido a su nombre, según un reportaje realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Cuando la joven Jorden Berkeley, de 22 años, graduada en la universidad, comenzó a buscar trabajo, se sorprendió al no recibir respuestas.
Nacida en el Reino Unido de ascendencia caribeña, ella jamás imaginó que su nombre podría representar un problema. Pero una asesora profesional le sugirió que comenzara a utilizar su segundo nombre que tiene un sonido más inglés – Elizabeth – en sus solicitudes.
“Aunque el consejo de la asesora me sorprendió, agregué mi segundo nombre al CV. Comencé a recibir respuestas, no necesariamente ofertas de empleo, pero pasé de la nada a entrevistas de trabajo. Fue una revelación. Hablé con mis amigos y familiares y descubrí que es algo que ocurre con frecuencia. También leí informes sobre mujeres musulmanas que se quitaban el velo para obtener el trabajo”, contó Berkeley a OIT Noticias.
La dificultad, dicen los investigadores, es separar los motivos de exclusión vinculados al origen nacional o étnico, racial, religioso o de género que se superponen.
Lisa Wong, especialista en materia de discriminación de la OIT, dijo que la OIT ha identificado la discriminación racial como una cuestión prioritaria. Wong está supervisando la elaboración de una guía sobre la promoción de la diversidad étnica en el lugar de trabajo, que fue ensayada en Sudáfrica a finales de enero 2013.
“A pesar de que las normas del trabajo que regulan la discriminación basada en la raza estánbienestablecidas desde hace muchos años, tanto en los países industrializados como en las economías en desarrollo, la discriminación basada en este motivo, en especialcuando se suma a la de género, sigue siendo un desafío”, afirmó Wong.
Más de 170 países han ratificado el Convenio (núm. 111) sobre la discriminación en materia de empleo y ocupación de la OIT, que data de 1958. Sin embargo, el informe más reciente sobre la Igualdad en el trabajo de la OIT comprobó que la discriminación continúa siendo “persistente y multiforme”, y se ha agravado con la crisis económica mundial.
“La discriminación ha asumido formas diversas, y la discriminación por motivos múltiples se está convirtiendo en la regla más que en la excepción”, sostiene el informe.
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