Ilegal e ilegítimo intentar declarar en sesión permanente al Consejo Universitario: Carlos Arriaga, de la UACM

Foto: UACM.

Los integrantes del Consejo Universitario de la UACM legalmente instalados el 22 de agosto de 2012 tomaron la decisión de no asistir a ninguna reunión más relacionada con el Consejo Universitario, en tanto no se garanticen claramente las condiciones de seguridad físicas, sicológicas y emocionales necesarias, y se designe a la autoridad responsable para ello.

En conferencia de prensa, el Secretario Técnico de la Comisión de Organización, Carlos Eduardo Arriaga Téllez sostuvo que la sesión de ayer concluyó sin que se aprobara ningún tipo de acuerdo, y quedó constancia de que no existió quórum, por lo que es ilegal e ilegítimo intentar declararla en sesión permanente.

Advirtió que los consejeros universitarios que apoyan el paro, y que no se han deslindado de la violencia ejercida contra la comunidad universitaria, no pueden tomar ningún tipo de acuerdo válido, pues la única instancia que tiene facultades para convocar a cualquier tipo de sesión es la Comisión de Organización del Tercer Consejo Universitario, legalmente instalada desde el 22 de agosto, aseguró.

Llamó la atención del Gobierno del Distrito Federal (GDF), de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), en el sentido de que avalar cualquier acuerdo del bloque de consejeros paristas significaría, además de pasar por alto la legalidad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), respaldar la violencia, las amenazas y la impunidad como forma de imposición.

Con base en ello, exigió a las instancias externas a la UACM pronunciarse claramente en contra de la violencia contra la comunidad universitaria.

Arriaga hizo un exhorto a la administración de la UACM para que considere la pertinencia de suspender las actividades de la Universidad hasta que se restablezcan las condiciones de seguridad necesarias, y llamó a los representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo del Distrito Federal, para que en apego a sus atribuciones garanticen la recuperación  de las instalaciones y regresen la universidad a sus verdaderos dueños: los habitantes de la Ciudad de México.

Reafirmamos nuestro compromiso con la educación pública, dijo, por ello y para ello no nos prestaremos más a simulaciones de diálogo con actores que fingen dialogar, mientras secuestran instalaciones, golpean alumnos, trabajadores, amenazan física y verbalmente, para luego desconocer cualquier acuerdo al que se haya llegado.

Defenderemos la legalidad del Tercer Consejo Universitario, agregó, asumiendo el compromiso que la comunidad nos ha asignado, y  caminaremos hacia la consolidación de nuestra Universidad.

En la conferencia, Carlos Arriaga hizo un recuento de los hechos ocurridos en el Museo de la Ciudad de México el pasado jueves 29 de noviembre, cuando intentó instalarse formalmente el Consejo Universitario, en una sesión convocada por la ALDF, representantes del GDF y el Presidente de la CDHDF, cuya coadyuvancia “no fue capaz de refrendar el exhorto realizado al grupo de consejeros paristas, desestimando los compromisos firmados el 26 de noviembre del presente”, e incluso impidieron la salida del grupo de Consejeros Universitarios que optaron por retirarse de la Mesa de Sesiones alrededor de las 18:00 horas, cuando consideraron que los hechos ocurridos constituían una provocación.

No obstante,  fueron retenidos contra su voluntad dentro de las instalaciones del museo, ya que en las afueras se encontraba un grupo aproximado de 200 personas, quienes con consignas y amenazas gritaban a quienes decidían retirarse: ¡De aquí no sale nadie!

Las autoridades antes mencionadas, lejos de asumir su compromiso para garantizar la seguridad de los Consejeros Universitarios, durante cuatro horas, se concretaron a dar excusas como “no existen condiciones de seguridad para que salgan” o “si salen es bajo su responsabilidad”, y posteriormente el grupo enardecido agredió física y verbalmente a los Consejeros Universitarios que se retiraban y al grupo de trabajadores y alumnos que solidariamente esperaban su salida, y  emprendieron un nuevo intento de linchamiento a la rectora Esther Orozco.

Ante los hechos antes mencionados, dijo, denunciamos públicamente que el día 29 de noviembre  fuimos retenidos en contra de nuestra voluntad por más de cuatro horas dentro de las instalaciones del Museo de la Ciudad de México, que fuimos ofendidos y golpeados a las afueras por los integrantes del autonombrado Comité Estudiantil de Lucha (CEL), y a pesar de la solicitud para recibir garantías las autoridades antes mencionadas desestimaron nuestras súplicas, lo cual puso en riego nuestra integridad física y se ignoraron por completo nuestros más elementales derechos humanos.