Ley de Partidos: oportunidad para el avance de las mexicanas

La Ley de Partidos regularía paridad de género y garantizaría capacitación Foto: Campus México

La Ley de Partidos regularía paridad de género y garantizaría capacitación
Foto: Campus México

La consultora en género y política Teresa Hevia Rocha afirmó que promulgar una Ley General de Partidos es una oportunidad para asegurar que los institutos políticos garanticen la capacitación de las mujeres militantes, reconozcan que existe violencia de género en la política, y promuevan la paridad en las candidaturas.

A decir de la experta, si bien el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Penales (Cofipe) establece normas básicas en materia de género, una Ley General de Partidos reforzaría estos temas y normaría otros, como la distribución de tiempos de campaña y la integración de órganos partidistas de dirección.

La actual consultora de ONU-Mujeres y ex directora de Participación Social y Política del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) dijo a Cimacnoticias que México es uno de los pocos países de América Latina que no tiene una Ley de Partidos, y recalcó que aunque el Cofipe destina una parte a normar la vida de los partidos en realidad esta legislación queda “muy suelta”.

Hevia Rocha puso como ejemplo que en cada proceso electoral el Consejo General del IFE establece una serie de acuerdos para hacer una interpretación más detallada de la ley, pero en la vida de los partidos el Cofipe queda sin la suficiente fuerza y supervisión.

Esto resulta preocupante –afirmó– porque los partidos políticos son la gran puerta que retiene o permite a las mujeres participar plenamente en cargos de representación pública y espacios de toma de decisión. “Incidir sobre las normas de los partidos es muy importante y eso se podría conseguir a través de una Ley de Partidos”, observó.

En ese sentido, Hevia Rocha sostuvo que una Ley de Partidos que favoreciera la participación política de las mujeres tendría que obligar a los institutos a contemplar mejores oportunidades de formación para sus militantes y recursos económicos para la capacitación, lo que al final deriva en que ellas puedan tener una sólida carrera política.

Actualmente, el artículo 78 del Cofipe establece que los partidos deben destinar el 2 por ciento de su presupuesto ordinario a la formación de liderazgos femeninos, una norma que a decir de la experta ha sido muy atropellada porque este recuso se ha empleado para temas que no tienen nada que ver con la capacitación.

Otro tema que en opinión de la especialista debería contemplarse en una Ley General de Partidos, es que el Cofipe establece la cuota 60-40 para las candidaturas a diputaciones y senadurías, pero deja abierta la posibilidad de que los partidos la incumplan cuando las postulaciones son producto de un “proceso interno de elección democrática”.

“Un aspecto que para la causa de las mujeres es muy importante, que representaría un avance sustantivo, sería dejar la cuota de género (que aunque sea del 40 por ciento sigue siendo una cuota), y pasar a la paridad. Ya en ese sentido no sería una medida transitoria sino una medida definitiva que nos llevaría a la conquista de la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres”, resaltó.

Hevia Rocha dijo que si los partidos tuvieran claro esto, generarían los mecanismos para cumplir con esta aspiración de postular 50 por ciento de hombres y 50 por ciento de mujeres en las candidaturas de mayoría relativa y representación proporcional.

También consideró que una ley de este tipo debería hacer precisiones sobre los tiempos de las candidatas en medios de comunicación, para que sus propuestas aparezcan desde las precampañas, ya que en este periodo muchas veces quedan fuera de la contienda electoral.

“Sería bastante sencillo que la mitad de los tiempos en radio y televisión que distribuye el Estado fueran para candidatos varones y la otra para candidatas mujeres”.

Para que esta ley fuera de “gran calado”, la experta observó que es importante que incluya el tema del acoso político o violencia de género en la política. “Es muy importante que quede contemplada esta figura porque mientras haya más mujeres en esta esfera más expuestas están a sufrir violencia y discriminación”.

Explicó que en un Congreso donde sólo hay dos mujeres es muy probable que no las molesten y que ni siquiera les pongan atención, pero si empiezan a ser más, cobran fuerza y son una competencia real para los hombres, ahí es cuando comienzan las presiones para que cedan el cargo, acorten su mandato o se cuadren a ciertos intereses.

En conclusión, detalló, los partidos se manejan de forma autoritaria en el sentido de que las dirigencias tienen un poder absoluto con respecto a sus militantes, y si hubiera una ley para dejar en claro, por ejemplo, los criterios para avanzar al interior de un partido y llegar a la dirigencia o a un cargo de toma de decisiones en la estructura del partido, los beneficios para las mujeres serían mayores.

Sin embargo, la especialista advirtió que aunque Enrique Peña Nieto ha manifestado la necesidad de una Ley General de Partidos, llegar a ella será difícil porque los institutos políticos no se abrirán a la trasparencia así de fácil y sin nada a cambio, además hay grupos de mujeres que creen que es mejor apoyar las reformas al Cofipe y no perderse en la elaboración de otra norma que resultaría más complicado.

 

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(CIMAC)