El Secretario para la Promoción de los Derechos Humanos e Incidencia en Políticas Públicas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Gerardo Sauri Suárez, alertó a las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) a mantenerse atentas ante los embates conservadores en contra de los derechos sexuales y reproductivos.
Al inaugurar el Foro Laicidad y Sexualidad, dijo que si bien es en los estados del país donde más se notan las expresiones en contra de los logros jurídicos en materia de derechos humanos, en el Distrito Federal “Debemos seguir preocupados por los embates de las visiones conservadoras, no debemos confiar en que todo ya está superado en la ciudad de México, debemos seguir obligando a que el Gobierno y el resto de las instituciones capitalinas, cumplan con sus compromisos”.
Señaló que en el marco del debate sobre las reformas constitucionales en materia de derechos humanos y del Estado laico, éstas aún son insuficientes para que el Estado mexicano cumpla sus obligaciones en todos sus niveles, así como en los ámbitos Legislativos, Ejecutivo y Judicial, específicamente en los que respecta a los derechos sexuales y reproductivos.
Se debe lograr, declaró Sauri Suárez, que los avances jurídicos se traduzcan en prácticas concretas que superen las visiones conservadoras, personalizadas y que representan retrocesos importantes que afectan la vida de las personas.
“Esa es una esencia de los derechos sexuales y reproductivos, y uno de los mayores triunfos de las organizaciones sociales que buscan que el Estado no dé concesiones privilegiadas a una religión o forma de pensamiento particular, generando discriminación, sino permitiendo que todas las formas de expresión tengan un campo privilegiado para ejercer y evitar dogmas que se transfieran a través de políticas públicas educativas, por ejemplo”, agregó.
Puntualizó que la CDHDF reconoce los derechos sexuales y reproductivos ligados a la obligación del Estado de respetar el principio constitucional de laicidad, que brinde una educación sexual desde la infancia, desprejuiciada y basada en el conocimiento científico y que ayude a prevenir problemas en el ejercicio de una vida sexual activa, como los embarazos no deseados, las infecciones de transmisión sexual, por ejemplo, y políticas públicas apuntaladas a los derechos reproductivos, como la libertad de decisión, el espaciamiento de hijos, el acceso a métodos anticonceptivos, o la decisión de interrupción legal del embarazo (ILE).
Anunció que en las siguientes semanas se reactivarán los espacios de participación sobre el Programa de Derechos Humanos del Distrito Federal, específicamente del Capítulo 20, sobre las obligaciones del Gobierno capitalino en materia de derechos sexuales y reproductivos, para educación sexual, laica, científica, en la exigencia de derechos y disponibilidad y accesibilidad de información, y a los servicios de salud sexual y reproductiva, métodos anticonceptivos, maternidad sin riesgos.
Y es que, de acuerdo con el sociólogo británico Anthony Giddens, explicó también, los derechos son formas de dar poder, de empoderar a las personas: “Y la sexualidad es un terreno fundamental de lucha política, un medio de emancipación, como autonomía de acción, una ética de vida personal que hace posible la conjunción de felicidad, amor y respeto por las otras personas”.
Giddens, agregó Sauri Suárez, plantea la necesidad de transformación de la intimidad, como un cambio psíquico e institucional, un cambio social que debe ramificarse a través de las instituciones públicas; es decir: “Si bien es un tema que afecta la vida privada, hay obligaciones del Estado para transformar este ejercicio, reconociéndolo como asunto de la democratización de las instituciones públicas y de la vida privada para el desarrollo y el ejercicio del derecho fundamental que es la autonomía y de la capacidad de tomar decisiones informadas en el terreno sexual como en el de la libertad de las ideas, de la religión, como una condición de su relación con las demás personas en una idea igualitaria”.
El Foro Laicidad y Sexualidad fue convocado también por Católicas por el Derecho a Decidir, A.C.; por la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (DDSER), el Instituto de la Juventud del Distrito Federal (INJUVE) e Incident, A.C.
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