Las situaciones adversas que enfrentan las mujeres en un contexto carcelario incrementan la posibilidad de que lleguen a padecer infecciones de transmisión sexual, como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), por lo que es necesario que el Congreso local asigne mayores recursos destinados a la prevención y atención de la salud sexual y reproductiva de las 116 internas del Centro de Readaptación Social (Cereso) de esta capital quintanarroense.
Así lo afirmó Roberto Guzmán Rodríguez, presidente de la Red+Posithiva, organización civil que detectó, en un estudio conjunto con el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), titulado “Encuesta de Salud Sexual y Reproductiva aplicada a Mujeres Privadas de su Libertad en el Cereso de Chetumal, Quintana Roo”, que las internas de 19 a 68 años de edad “no tienen conocimiento suficiente de los temas relacionados con la salud sexual”, incluidos los métodos anticonceptivos, ni sobre sus derechos sexuales y reproductivos.
Sin embargo, explicó Guzmán Rodríguez durante una conferencia en la Universidad Interamericana para el Desarrollo (Unid), sí saben evitar las ITS, aunque no reconocen la sintomatología. Además, no asisten con frecuencia al servicio médico del penal, lo que puede reflejar “cierta percepción negativa del médico tratante”, lo que repercute también en la falta de acceso a medicamentos y servicios especializados”, añadió.
En el caso del VIH, las internas viven en un contexto donde existen drogas inyectables y violencia, condiciones que aumentan su vulnerabilidad, dijo. Y es que desde el momento en que son detenidas e internadas, entran en un sistema carcelario pensado, construido y manejado para los hombres, por lo que enfrentan abusos, corrupción, violencia, condiciones inhumanas que las mantiene bajo el miedo de ser agredidas o violadas.
Ante esta situación, Guzmán Rodríguez urgió a que las y los legisladores quintanarroenses aprueben presupuestos “con transversalidad de género”, para proteger la salud e integridad de las mujeres recluidas en penales.
Si hay un presupuesto adecuado, dijo, se evitará que mujeres privadas de su libertad en Quintana Roo sean atendidas en espacios hospitalarios varoniles donde no hay medicamentos, instrumentales ni médicos especializados en salud femenina, lo que las expone a ser víctimas de tratos crueles, indignos y denigrantes.
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(CIMAC)
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