La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) considera que la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la niñez indígena, demanda acciones concretas para proteger sus derechos y cambiar su realidad
social.
Mediante un comunicado, el organismo señala que los menores de edad en México son blanco fácil de la trata de personas, migración y violencia familiar, social y escolar que deviene en grave problemática multifactorial aunada
a la inseguridad pública que se vive en diversas regiones del país, por lo que urge la participación plural de la sociedad.
El riesgo aumenta cuando pertenecen a grupos sociales en situación de pobreza, marginación y discriminación, como es el caso de los pueblos y comunidades indígenas.
Las propuestas y el trabajo para mejorar la salvaguarda de sus derechos deben provenir de todos los sectores de la sociedad, tanto del académico, del institucional y de las organizaciones de la sociedad civil, como de los medios de comunicación y del sector empresarial.
Según informes del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la niñez indígena de nuestro país representa el grupo de la población con mayores carencias y el que registra el menor grado de cumplimiento de sus derechos humanos.
Los datos indican que 33.2 por ciento de los indígenas menores de cinco años es de “talla baja”, en comparación con 12.7 por ciento de todos los niños no indígenas de esa edad.
Setenta por ciento de la población de tres a 17 años de edad, hablante de alguna lengua indígena, vive en condiciones de pobreza alimentaria y su tasa de analfabetismo es cuatro veces más alta que la de otras comunidades no indígenas. La tasa de mortalidad infantil es 60 por ciento mayor en la población indígena.
Se calcula que 48.7 por ciento de los niños que trabajaban como jornaleros agrícolas habla alguna lengua indígena. De enero de 2011 a junio de 2012, este Organismo Nacional Autónomo ha visitado 156 comunidades indígenas del país donde ha desarrollado 575 actividades de promoción y difusión, entre pláticas, cursos y talleres de capacitación, en los que se han abordado, entre otros, los derechos de la niñez indígena, a los que han asistido más de siete mil 500
niños y jóvenes.
También se han distribuido más de 166 mil materiales de promoción de los derechos de los pueblos y comunidades indígenas, entre cuadernos para iluminar, memoramas, trípticos y folletos, muchos de los cuales han sido traducidos a diversas lenguas indígenas.
Mejorar las condiciones económicas y sociales de los niños indígenas no es sólo responsabilidad del Estado, sino compromiso de todos.
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