En el Foro Tricameral “De la prohibición a la regulación: nuevos enfoques en política de drogas”, promovido por Fernando Belaunzarán Méndez (PRD), estuvo presente Ethan Nadelmann, director ejecutivo de la Drug Policy Alliance (la organización privada líder mundial en la promoción de reformas en la estrategia global de control de las drogas y el narcotráfico), quien consideró que es el momento de empezar a discutir el tema de los estupefacientes.
Durante la mesa de trabajo “Regulación y control del mercado de la canabbis”, se manifestó de acuerdo con la propuesta de remover las sanciones penales por posesión de pequeñas cantidades de droga y legalizar el consumo de mariguana, pues aseguró que no existe evidencia que compruebe que la descriminalización aumente el consumo de drogas. Empero, admitió, sólo las ciudades y los estados modificarán la política.
En su participación, José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, exhortó a México a avanzar en la despenalización del consumo personal de drogas. “Se deben reformar las políticas antidrogas para reducir la violencia y abusos”, propuso.
Aseveró que las sanciones penales por consumo o posesión de drogas para uso personal atentan contra los derechos humanos fundamentales y cercenan la autonomía y derecho a la privacidad, y consideró que los gobiernos deberían aplicar políticas en salud pública.
Aseguró que criminalizar el consumo de drogas no cumple con criterios de necesidad. “El gobierno puede recurrir a muchas alternativas sin carácter penal para reducir los daños sufridos por los consumidores; por ejemplo, brindar asistencia social y tratamiento en caso de abusos de sustancias nocivas”, expresó.
Destacó que la guerra contra las drogas, que en el gobierno de Felipe Calderón dejó 70 mil muertos, y 26 mil desaparecidos, ha tenido efectos nefastos, desde matanzas hasta abusos cometidos por fuerzas de seguridad. Esa guerra, dijo, fue absurda y fracasada.
Por otro lado, Steve Rolls, de Transform, la ONG más importante de Reino Unido, sostuvo que la descriminalización de drogas facilita la salud pública. En la creación de una política de estupefacientes, agregó, es importante tomar en cuenta tres conceptos: primeramente el científico, que no se ha tomado en cuenta en el caso de la mariguana.
Un segundo concepto es el conflicto, que se refiere a la búsqueda del equilibrio entre el comercio libre y la regulación gubernamental, y el tercero, el control, en el que caben la legalización y regulación de cannabis.
En su turno, el diputado Belaunzarán Méndez mencionó que el prohibicionismo sólo da fracasos en las políticas públicas. “Las convicciones morales no pueden justificar la falta de resultados, y la idea de un mundo libre de drogas ilegales ha generado consecuencias perniciosas en la sociedad; por ello, la necesidad de una alternativa que beneficie a consumidores y ciudadanos”, dijo.
Declaró que no se plantea que la mariguana sea vista como un producto y que haya una liberación absoluta. “Se está planteando establecer reglas, controles, porque quienes dominan ese mercado son criminales y ellos ponen las reglas”, acotó.
“El cambio es inminente, debemos prepararnos y ser protagonistas, tenemos que preocuparnos por ser un motor de la transformación y no un lastre, y entender que el mundo está cambiando, pues negarlo no nos llevará a solucionar o evitar el problema”, insistió.
Destacó la importancia que tiene la seguridad de los jóvenes, aunque señaló que se les considera ante la Ley como narcomenudistas si portan entre 6 gramos y 6 kilos, y pueden ser víctimas de extorsión a pesar de que porten la dosis permitida.
Señaló que si México quiere recobrar su liderazgo en América Latina, tendrá que tomar una decisión al respecto. Recordó que en Estados Unidos, 20 estados tienen regulado el consumo de mariguana. En el año 2008, se planteó la erradicación de cultivos ilegales de mariguana, cocaína y opio, y actualmente proliferan.
Por primera vez en 30 años, la esperanza de vida en México se redujo debido a la guerra contra el narcotráfico, la cual, afirmó, ha sido más dañina que las mismas drogas.
A la reunión también asistieron el senador Mario Delgado (PRD) y Mirko Giulietti, jefe adjunto de la Embajada de Suiza en México, quien refirió que en el 2008 se votó la revisión de la ley sobre los estupefacientes, en la que se impuso una sanción más severa en la venta de drogas a menores, como medida de prevención.
=Cámara de Diputados=
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