La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos presentó al Senado una evaluación respecto de la reforma que en materia de gestión del agua requiere México, en la cual destaca que deben flexibilizarse las políticas para sentar las bases que permitan responder a los retos del futuro.
El senador Ernesto Cordero Arroyo, presidente del Senado, hizo notar que la gestión del agua en México “representa un reto para poder garantizar la dotación del vital líquido en términos sustentables”.
“Es un problema –añadió– que requiere conocimiento técnico, innovación tecnológica y buena política pública”.
Señaló que en esta tarea es fundamental la gestión municipal, estatal y federal, por lo que desde el Senado se tomarán en cuenta las mejores prácticas internacionales para hacer posible una reforma en esta materia.
Por su parte, el senador Emilio Gamboa Patrón, presidente de la Junta de Coordinación Política, indicó que hasta hace 20 años no había conciencia de la importancia de este vital líquido, “no había conciencia de lo que hace el agua para que el mundo pueda salir adelante”.
Dio a conocer que la Cámara de Senadores realizará su mayor esfuerzo para hacer posible la reforma de la gestión del agua.
“Se dice fácil, pero va a requerir de un enorme y talentoso trabajo. En el Senado estamos para hacer avanzar a México”, afirmó.
En la presentación del diagnostico, el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría Treviño, señaló que en México “hay poca conciencia respecto del enorme reto que significa el agua y su mala distribución hacia la población”.
Consideró necesario poner mayor atención a la eficacia del gasto público y de las decisiones de inversión relacionadas a la gestión del agua y así garantizar que dichos gastos sean rentables mediante una adecuada coordinación entre departamentos y órdenes de gobierno.
Dijo que México debe resolver algunas brechas regulatorias para mejorar el acceso de la población a servicios de agua potable y saneamientos seguros, pues la OCDE ha identificado que deben diseñarse funciones regulatorias para fomentar la inclusión social y el desarrollo.
Entre las recomendaciones que enlistó el secretario Gurría destacan el desarrollo de un plan de acción para implementar un enfoque de gobierno integrado con base en la agenda del agua 2030, el cual impulse la coherencia de políticas con la agricultura, el sector energético y el desarrollo territorial.
Además, planteó desarrollar mecanismos e incentivos que realcen los resultados de la política del agua dentro del marco actual de descentralización, los cuales sean flexibles para poder ajustarse a cada estado y organización institucional de cuencas; e impulsar la transparencia, el intercambio de información y la rendición de cuentas en el sector del agua.
A su vez, Raúl Rodríguez Márquez, del Consejo Consultivo del Agua, señaló que alrededor de mil 500 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable y se estima que cada año mueren cerca de 7 millones de personas, de las cuales 2 millones son niños.
Dijo que la riqueza del agua está mal distribuida, pues lo esencial se encuentra en regiones casi deshabitadas, y “un 40 por ciento de la población mundial sufre ya de la escasez del agua y numerosas regiones de Oriente Medio, Asia, África e incluso Estados Unidos, conocen el estrés hídrico, es decir, el hombre consume agua por encima de su tasa natural de recarga”.
En este evento realizado en las instalaciones del Senado, estuvieron el director general de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, así como los presidentes de las Comisiones de Recursos Hidráulicos de la Cámara de Senadores y de Diputados, Aarón Irizar López y Gerardo Gaudiano Rovirosa, respectivamente.
Comentarios recientes