Queda impune violencia contra mujeres en nivel medio superior

Foto: Desde abajo

Foto: Desde Abajo

Las y los jóvenes mexicanos viven en un contexto adverso pues padecen múltiples formas de discriminación y exclusión, así como mayor vulnerabilidad ante todos los tipos de violencia, especialmente la de género, sin que existan políticas públicas que los consideren sujetos de derechos.

Con el objetivo de plantear formas de afrontar la situación precaria y de exclusión que vive esta población, se realizó hoy el Foro “Violencia de género, juventud y escuelas en México: Situación actual y propuestas para su prevención”.

El doctor Alfredo Nateras, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, calificó como preocupante el contexto en el que se desarrollan las jóvenes, pues evidenció que las carencias, discriminaciones y exclusiones afectan en mayor medida a las mujeres.

A decir del investigador, es indispensable replantear y crear políticas de Estado para atender las demandas y necesidades de la población entre 14 y 29 años de edad, que suma 36.3 millones de personas en México.

Lo anterior al señalar que un gran porcentaje de ellas están excluidas de diversos ámbitos como la educación, trabajo formal, salud o recreación. Se estima que la cifra de mujeres jóvenes que no tienen acceso a la educación o trabajo formal asciende a 5.2 millones.

Dio a conocer que 3 de cada 10 personas pobres son jóvenes, lo que se traduce en que enfrenten una precariedad en muchos aspectos que va desde lo económico hasta lo emocional. Sumado a ello, las y los jóvenes generalmente son criminalizados por su apariencia física o estética.

Durante su conferencia magistral “¿Qué significa ser joven en México?”, Nateras advirtió la necesidad de descentralizar el manejo que se le da a la violencia dentro de los entornos escolares, pues se tiende a generalizar como “bullying”, lo que invisibiliza otras formas de agresión.

Señaló que al sólo prestarle atención a este aspecto (que se da de manera alarmante en todos los niveles educativos) no se habla de otras formas de violencia, como la que ejerce el profesorado a estudiantes o entre los mismos docentes.

“Vemos con alta preocupación que el acoso sexual a las jóvenes, principalmente de bachillerato, es una práctica generalizada y que no se previene y mucho menos se sanciona”, enfatizó.

Alfredo Nateras apuntó también la necesidad de combatir la violencia que padecen las y los jóvenes en sus hogares. Dio a conocer que 6 de cada 10 observan violencia en su casa y 4 de cada 10 la padecen.

Finalmente urgió a crear políticas de Estado de manera integral y transversal que dejen de lado la visión asistencialista que mira a la juventud como seres pasivos y no como sujetos de Derechos Humanos.

 

=AZM=

(CIMAC)