Senadores de las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos avalaron una minuta de la colegisladora para reformar el artículo 24 de la Constitución, a fin de establecer que “toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión”, así como “a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado”.
Asimismo, ratificaron el agregado que los diputados hicieron al texto constitucional para indicar “que esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tano en público como en privado” en las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley.
En el dictamen aprobado se aclara que como todo derecho, también la libertad religiosa tiene límites jurídicos, por lo que se incluyó en la última parte del primer párrafo del artículo que “los actos públicos de expresión de la libertad religiosa no se utilicen con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política”.
Con esta disposición, resalta, se evitará toda acción directa o indirecta para influir en la conciencia de las personas, con el fin de cambiar sus preferencias políticas o electorales, o para capitalizar políticamente la realización de actos religiosos.
Las comisiones dictaminadoras precisaron que con esta enmienda de ninguna manera se sugiere o requiere abrir el camino para futuras reformas a los preceptos que son la base del Estado laico mexicano.
Especificaron que se amplía “considerablemente” el ámbito de libertades existentes, restringido en la actualidad a la de escoger entre religiones, la que más agrade a las personas.
Además, “se hace explícito el derecho a participar en actos de culto, individual o colectivamente, tanto en público como en privado que ya figura de manera implícita en el teto vigente”.
De esta manera, se añade en el texto aprobado, se fortalece la trayectoria progresiva en materia de laicidad iniciada con la Constitución de 1857 y se adaptan los estándares constitucionales contemporáneos
Menciona que en la actualidad dicho artículo sólo confiere libertad para profesar alguna creencia religiosa, pero no explicita la misma para quienes optan por no tener creencias religiosas ni para quienes se definen como agnósticos o ateos.
“Nuestra Constitución –se subraya– desde hace tiempo reconoce y tutela el derecho de la libertad religiosa, sin embargo en ella no figuran la libertad de convicciones éticas ni la de conciencia”.
Agrega que “desde hace tiempo muchas personas han insistido en la necesidad de ampliar este precepto constitucional para que incluya la libertad de convicciones éticas y filosóficas, ya que así se le daría el mismo rango a las formas de religiosidad y a las posiciones no confesionales”.
Al hablar a favor de la minuta, el senador panista Alejandro Zapata Perogordo aseguró que con estos cambios se destierra cualquier idea de reformar el artículo tercero para poder dar religión en las escuelas públicas, “algo que era falso”.
Sin embargo, reconoció que el planteamiento de reformar dicho artículo constitucional venía establecido en la exposición de motivos de la minuta, “cosa que nos causo escozor y creó desinformación ante la propia sociedad”.
Indicó que esta reforma trata de que todas las personas tengan el derecho de adoptar o no una religión, “por eso hemos peleado y tratado de que todo el mundo pueda gozar de esos derechos y libertades en México”.
El senador Jesús Murillo Karam consideró que la reforma “tiene una ventaja y esa es la razón por la que los miembros del PRI vamos a votar a favor, ya que define más claramente cosas que suceden en la realidad y que afectan el Estado de derecho”.
Explicó que con ello se deja claro que los actos de culto se hacen en lugares cerrados y que las excepciones se tendrán que regular en los términos de la ley, por lo que es simplemente una ampliación de un derecho que ya existía y una regulación de éste para todas las expresiones religiosas, “pero nada es nuevo todo eso estaba ya”.
Admitió que la reiteración de las convicciones éticas en el texto “no es afortunada” en cuanto a su redacción, “pero creo sin embargo que la redacción puede modificarse en el pleno si lo pensamos bien y proponemos algo adecuado”.
Por su parte, el senador perredista Pablo Gómez Álvarez advirtió que la reforma es “contradictoria” y “un galimatías”, ya que mientras en un párrafo se establece el derecho a participar en ceremonias religiosas tanto en público como en privado, en otro se señala que los actos religiosos de culto público se celebrarán ordinariamente en los templos.
Aunado a ello, dijo, lo que más preocupa es la libertad de conciencia que se pretende incluir en el texto constitucional, debido a que ésta tiene otra connotación que puede estar ligada a la objeción de conciencia.
Ello, destacó, pude convertirse en un elemento de subversión de la función pública y en aras de ello una serie de funcionarios podrían decir que “esto yo no lo puedo hacer porque es contrario a mi conciencia”.
El senador Dante Delgado, expresó que “por la salud de la República digamos no a esas fuerzas externas que quieren obligarnos por motivaciones de coyuntura que reformemos este artículo y evitar interpretaciones subjetivas que vengan como consecuencia de un texto confuso, difuso y profuso, que en su caso tendría que ser interpretado por el Poder Judicial”.
“El diablo, enfatizó el legislador de Movimiento Ciudadano, está en los detalles para que después nos lleven a la ley reglamentaria y hagan lo que quieran con ese texto, además el problema no está en el Senado está afuera en los acuerdos cupulares”.
En su turno, el senador de Acción Nacional, Sergio Álvarez Mata, pidió aprobar el texto propuesto por la colegisladora “aún con las deficiencias de su redacción porque lamentablemente en este Congreso es difícil construir textos con la redacción más correcta y precisa, ya que es complicadísimo”.
A su vez, el senador panista Alejandro González Alcocer mencionó que en la minuta existen “inconsistencias e incongruencias” como el tema de las convicciones éticas, ya que se entiende que “cada quien va hacer las objeciones de conciencia y cualquier otra cosa a su estilo y modo de pensar”.
Esto es absurdo —externó– no sólo por las otras cosas, sino porque está mandado hacer para cada quien, para su comodidad y conveniencia, y esto no puede ser; no veo que se gana con esta redacción.
También del PRD, el senador Rubén Velázquez López manifestó que la enmienda va causar “un gran problema”, por lo que pidió que se rechace la minuta de los diputados y dejar el artículo como actualmente se encuentra.
Explicó que hasta el momento no ha habido ningún problema en ninguna iglesia, comunidad o ciudad por el tema de la libertad de creencias religiosas, por lo que no es necesario hacer un cambio al artículo 24.
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