En sesión solemne, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) recibió como nuevos integrantes de este Tribunal Constitucional a los Ministros Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena, quienes desempeñarán este encargo durante los próximos 15 años.
El Ministro Juan N. Silva Meza, Presidente de la SCJN impuso la Toga Magisterial y entregó la credencial correspondiente y distintivo a ambos Ministros.
Ante los Plenos de los tres órganos que conforman el PJF- la SCJN, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación—se reconoció a los Ministros Pérez Dayán y Gutiérrez Ortiz-Mena por su capacidad, probidad y honorabilidad en cuantos cargos han desempeñado a lo largo de sus vidas; el primero, como juzgador de carrera; y el segundo como un abogado destacado y servidor público.
Con estos dos integrantes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación queda integrada en su totalidad.
Al dar la bienvenida al Ministro Alberto Pérez Dayán, el Ministro Luis María Aguilar Morales afirmó que quien conoce y se interesa en desentrañar el sentido de la justicia, mediante los caminos que trazan la Constitución y la ley, reconoce que la función de juzgar debe enmarcarse en la construcción de un Tribunal Constitucional visionario y progresista, en la defensa de los derechos humanos, consciente de las consecuencias que generan sus sentencias.
“Tengo la certeza de que su generosidad, su afable carácter, su ánimo positivo y progresista, lo ubican ya como uno de los miembros más entrañables de este órgano colegiado; ello, y su indudable calidad profesional, nos permitirá continuar en la construcción de la doctrina constitucional de la Suprema Corte en un ambiente de altura intelectual, con la generación de debates racionales, respetuosos y de gran apertura, donde el único interés se ubica en el bienestar de todos los habitantes de nuestro querido país y en el respeto y protección de los derechos humanos y fundamentales de todo ser humano”, manifestó.
Aguilar Morales destacó las propuestas que el Ministro Pérez Dayán hizo ante el Senado de la República, durante el proceso de designación y confió en que honrará su convicción expresada de privilegiar el bien común en la función que se le ha encomendado como juzgador constitucional.
Al tomar la palabra, el Ministro Alberto Pérez Dayán se comprometió a impulsar y fomentar un trabajo colegiado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación que permita moldear y madurar las nuevas figuras del enjuiciamiento constitucional en materia de derechos humanos y del juicio de amparo.
“Ofrezco ser un juez con visión de Estado; que entienda la realidad de nuestro país; que busque la justicia por sobre todas las circunstancias; que genere equilibro y aporte criterios que fortalezcan las políticas públicas, a velar por esos principios y objetivos, son y serán mi convicción y tarea, mi compromiso con nuestro país”, enfatizó.
Mencionó que el Tribunal Supremo ha emprendido esta tarea creativa y jurisprudencial con gran empeño y responsabilidad, con apego y lealtad al espíritu que animó al poder revisor de la Constitución, y con la mira alzada en una impartición de justicia siempre equilibrada con el orden público, el interés de la sociedad y el progreso de la vida institucional.
Sin embargo, expresó, la tarea jurisdiccional del Tribunal Constitucional de México no puede diseñarse al margen de las graves condiciones a las que se enfrenta el sistema de justicia, soslayando la amenaza constante que el fenómeno de la ilegalidad representa para el desarrollo y la prosperidad del país.
“Considero que una Corte fuerte debe también ser una Corte prudente, una Corte responsable y hoy se percibe en nuestra realidad jurídica un Tribunal Constitucional visionario y progresista en la defensa de los derechos humanos, comprometido en la misión de asegurar el equilibrio entre los Poderes, y profundamente deferente con la acción política cuando esta se sustenta en razones del orden constitucional”, subrayó.
Por su parte, el Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea resaltó que la llegada de los Ministros Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena fortalece la integración plural de este Tribunal Constitucional, lo cual se vuelve más relevante ante los desafíos que se derivan de las reformas constitucionales de 2011, en materia de derechos humanos y de amparo.
“Nuestro país enfrenta grandes retos, vivimos un entorno especialmente complicado, en el que más que nunca la puesta del Constituyente por los derechos humanos debe ser una realidad, más que nunca, el Estado debe comprometerse irrestrictamente con los principios y valores contenidos en los derechos de la persona, a fin de que desde el ejercicio del poder permeen a la sociedad; pues nada, nada justifica la violación a los derechos humanos. Estos son el centro de la ingeniería constitucional y deben serlo también de toda política pública y por supuesto de la función jurisdiccional”, dijo.
Afirmó que las circunstancias adversas que se viven en el país y el nuevo marco constitucional exigen una mayor creatividad de imaginación en la defensa y desarrollo de los derechos humanos.
“En atención a este nuevo paradigma, la Suprema Corte se sitúa ahora en el centro del diálogo jurisprudencial con los tribunales internacionales y está obligada a ser activo partícipe en la consolidación de la nueva manera de entender la función jurisdiccional y el fenómeno jurídico en general. En esta tarea, resultará de gran importancia la pluralidad de cosmovisiones y de formas de ver el derecho expresadas a través de la razón jurídica y de la argumentación”, comentó.
Al darle la bienvenida al Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena, el Ministro Zaldívar Lelo de Larrea le adelantó que el Pleno de la SCJN sostiene debates intensos, pero siempre corteses y, en ocasiones apasionados, pero siempre respetuosos.
Dijo que el debate y la argumentación legitiman el trabajo de este Tribunal Constitucional y permiten avanzar hacia mejores soluciones, con absoluta transparencia y de cara a la Nación.
En tanto, el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz-Mena destacó que ser Ministro del máximo órgano de justicia del país implica un cargo honroso, pero también una enorme responsabilidad y un gran desafío.
“Tal responsabilidad la asumo y la entiendo asociada a la idea recogida por nuestro Constituyente Permanente, en la importante reforma judicial emprendida hace más de quince años, al determinar la conveniencia de que los miembros de la Suprema Corte fueran renovados periódicamente a fin de vigorizar la vigilancia constitucional, ya que la dinámica social y económica de México, exige siempre una capacidad renovada de interpretación de la Constitución, que guarde coherencia con sus propósitos y principios fundamentales, de acuerdo con las aspiraciones de cada generación”, concluyó.
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