Los medios de comunicación reproducen valores, actitudes, ideas, conductas, formas de pensar y de sentir que “normalizan” la violencia de género, las agresiones en el noviazgo, el acoso sexual y los asesinatos de mujeres, aseguraron académicas.
En una mesa de análisis en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, las especialistas Josefina Hernández Téllez y Lurdes Barbosa Cárdenas explicaron que ante la violencia que se genera desde los medios, son necesarias audiencias más críticas.
La profesora de la Universidad Autónoma de Hidalgo Josefina Hernández Téllez destacó que en un análisis que realizó en el año 2000 sobre el debate por la despenalización del aborto en Guanajuato, encontró que la prensa escrita no dio voz a las mujeres, pese a que el tema era de su interés.
Expuso que no se puede dejar de lado que la noticia construye y deconstruye el mundo y que los medios de comunicación dictan la agenda sobre “qué pensar, qué querer y qué soñar”, lo que significa que si una postura no pasa por los medios, en particular por la televisión, no existe.
La experta criticó que en la información las mujeres son objeto y no protagonistas. Ejemplo de ello es que en el periodismo de opinión ellas tienen escasa presencia, pues en su estudio Hernández encontró 84 artículos firmados por hombres y sólo 14 por mujeres.
La académica afirmó que aún prevalecen paradigmas dominantes en los que las mujeres no tienen voz, ni siquiera en los temas que se supone les afectan, como fue el debate sobre el derecho al aborto.
Por su parte, la analista de medios Lurdes Barbosa destacó que los medios de comunicación reproducen la violencia de género y los estereotipos de juventud y belleza. Mencionó que a través de la publicidad y la programación cotidiana se manejan emociones y se difunden ideas que educan a la población.
Destacó que la TV es un medio idóneo para “normalizar y naturalizar” la violencia, toda vez que este medio llega al 97 por ciento del país y eso significa que tiene el poder de mandar mensajes a lugares donde ni siquiera existen servicios básicos.
Como ejemplo mencionó que una telenovela puede lograr hasta 33 puntos de “rating” (audiencia), lo que equivale a 12 millones de personas que ven un capítulo televisivo al mismo tiempo, y es aquí, acotó, donde hay un “gran problema”.
Barbosa explicó que la TV construye personajes en las telenovelas y en programas como los noticiarios, donde se recrean protagonistas mujeres que son “buenas, nobles y abnegadas” y transgresoras que son “castigadas, encarceladas, asesinadas o que pierden la razón”.
Por ello dijo que es importante que quienes estudian o analizan los medios sean personas críticas que exijan mejores contenidos y demanden el cese de aquellos que discriminan o colocan a las mujeres en roles tradicionales o como objetos sexuales.
En otro tema, en la sesión plenaria de hoy en la Cámara de Diputados se preveía la presentación de un dictamen de la Comisión de Igualdad de Género para reformar la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, a fin de que el Estado promueva que en las labores de comunicación social de las dependencias se eliminen estereotipos sexistas y discriminatorios, y se incorpore un lenguaje incluyente.
De acuerdo con el documento –que se discutiría en el Pleno el próximo martes para su eventual aprobación–, para avanzar hacia la igualdad hay que establecer condiciones que favorezcan una cultura incluyente y una comunicación respetuosa de las diferencias, en especial en los medios de comunicación.
=AGM=
(CIMAC)
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