La falta de dinero es para Demetrio como un grillete que le impide lograr justicia para su esposa, Mariana Florina García Osorio, una joven indígena oaxaqueña declarada muerta el pasado 25 de febrero, tras vivir un año en coma derivado de una negligencia obstétrica.
Personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) habría “olvidado” unas tijeras en la matriz de la mujer durante la atención de su tercer parto, cuando dio a luz gemelos.
A poco más de dos meses del fallecimiento de Mariana, para el IMSS la negligencia se fue al olvido.
Demetrio Santiago López se acomoda en un asiento de madera. Las gemelas Luna y Estrella dan tumbos frente a su padre en sus primeros pasos. Caminan, caen, vuelven a levantarse. Siguen jugando. Él relata:
“Yo fui a Arbitraje Médico (Comisión Estatal de Arbitraje Médico de Oaxaca), a Derechos Humanos, pero hasta el momento no sé nada, no sé qué pasó. No tengo dinero para ir a dar seguimiento.
“Antes cuando mi finada esposa estaba en el hospital me habían dicho que los del IMSS sí iban a responder por lo que hicieron, pero desde que falleció Mariana ya no sé. Me llamaron recientemente que vaya a ver a Arbitraje Médico, pero no tengo dinero, tengo que trabajar”.
Demetrio tiene 30 años de edad. Es ayudante de albañil, oficio por el cual recibe mil 200 pesos semanales. El ingreso es distribuido para la manutención de sus hijas Luna y Estrella, quienes viven con la hermana de Demetrio, y para su hija e hijo que viven en Santa Lucía Miahuatlán, quienes se quedaron al cuidado de su abuela materna.
Para enfrentar los gastos familiares durante el año en que Mariana estuvo en coma, Demetrio vendió la casa. “Ahora no tenemos donde vivir. La casa la vendí para tener dinero para el cuidado de mis hijos y mi esposa. Fue un año y 13 días los que estuve en el hospital. Durante todo ese tiempo no trabajé.
“Los médicos me dijeron que tenía que estar todo el tiempo cuidándola. Yo no me podía separar; ella estaba como un vegetal”, recuerda.
«Olvido»
El joven cuenta que aquel 10 de febrero de 2013 Mariana llegó al Hospital Regional de Miahuatlán de Porfirio Díaz para la atención de su tercer parto. Hasta ese momento el embarazo de sus gemelos había transcurrido sin complicaciones.
“Nosotros fuimos al hospital porque ya estaba programada su cesárea. A dos horas de que entramos me avisaron que ya habían nacido las niñas.
“En los cuatro días que estuvimos en el hospital no pasó nada. Nos dieron de alta. El 17 de febrero fue que empezó con vómito y fiebre. La llevé a ese mismo hospital. La atendieron y me dijeron que su matriz estaba infectada, que tenía pus y debían trasladarla a Oaxaca para sacársela y que todo iba a salir bien”.
De acuerdo con lo relatado por Demetrio, el 18 de febrero Mariana fue intervenida en el Hospital de Miahuatlán, pero no le extrajeron la matriz.
Ahí una enfermera le dijo a Demetrio que la causa de la infección eran unas tijeras que quedaron en el cuerpo de la mujer durante la atención del parto. “Yo no recuerdo su cara; no pregunté su nombre porque en ese momento me dijeron que debía traer un frasco para poner la matriz”, relata.
Un día después de la operación se informó a la familia que Mariana había entrado en coma inducido y que sería trasladada del Hospital de Miahuatlán al General del IMSS, ubicado en la capital del estado, para una atención más especializada.
Sin embargo, el 2 de abril de 2013, aún en coma, ella fue devuelta de nuevo al hospital de Miahuatlán de Porfirio Díaz, donde permaneció hasta que el pasado 25 de febrero fue declarada muerta.
Luisa, hermana de Demetrio, se convirtió en la madre sustituta de las gemelas desde que Mariana entró en coma y a quienes decidió llamar Estrella y Luna. La mujer y su esposo, quien también es ayudante de albañil, son de escasos recursos.
“Sería diferente si su mamá estuviera viva. Ellas la necesitan. Mi cuñada estaba sana. Un mes antes fui a verla; Mariana estaba contenta. Le dije yo voy a venir a cuidarte. Nadie se imaginó esa noticia. Un día me habló mi hermano para avisar que ya habían nacido las niñas y después para decirme que Mariana estaba en coma”.
Indignación
Ocho días después de la hospitalización de Mariana al caer en coma, Luna y Estrella se quedaron al cuidado de su hermana mayor, una niña de 12 años.
“En todo ese tiempo su hermana no fue a la escuela, no dormía, las nenas lloraban mucho. Cuando fueron a traer a las gemelas ya tenían diarrea. Yo pensé que no se iban a lograr. Estaban muy chiquitas, hacía mucho frío”, recuerda Luisa.
Henchidos los ojos de coraje, la mujer exige justicia por lo ocurrido a Mariana porque, afirma, la negligencia médica tienen su blanco en las personas de comunidades indígenas y más vulnerables.
De acuerdo con un estudio del Observatorio Nacional de Muerte Materna, el 41.5 de los fallecimientos ligados al embarazo, parto y puerperio ocurridos en el país en 2012 se concentraron en Guerrero, Oaxaca y Estado de México.
En Oaxaca, entre 2005 y 2013 ocurrieron 528 muertes maternas. En 2014, hasta la semana 14 se habían acumulado siete, entre éstas la de Mariana Florina García Osorio.
Datos del Subsistema de Vigilancia Epidemiológica de la Mortalidad Materna revelan que en seis de los siete casos de 2014, los fallecimientos se dieron durante el puerperio, es decir posterior al parto, y sólo en un caso el deceso se presentó en el embarazo.
En cuatro de los siete casos las mujeres fallecieron por hemorragia y en tres por razones “indirectas”. Los grupos de edad más afectados son las menores de 19 años, de 30 a 34 años, y mayores de 40 años, con dos defunciones respectivamente.
Unos días después del fallecimiento de Mariana, en un comunicado la Comisión Nacional de Derechos Humanos adelantó que iniciaría una investigación. Visitadores fueron a Oaxaca para entrevistar a la familia, al personal médico y de enfermería del hospital, y solicitar información a las autoridades sanitarias y de la Procuraduría de Justicia del estado.
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(CIMAC)
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