Amortiguarían Protocolo de Madrid; buscan sistema de oposición que convenga a México

Foto: Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.

Dayna Meré/Agencia Reforma

El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y la Asociación Mexicana de Protección de la Propiedad Industrial (AMPPI) buscan el sistema de oposición que más conviene aplicar en México, con el fin de que las empresas nacionales puedan defender sus marcas cuando se vean amenazadas por una firma extranjera a través del Protocolo de Madrid.

Ana Carla Martínez, directora general adjunta de los Servicios de Apoyo del Instituto, señaló que el IMPI ha tenido reuniones con miembros de la AMPPI para realizar sesiones de derecho comparado y ver qué tipos de oposición hay en el mundo para tomar como referencia alguno que pueda funcionar en México.

Contar con un sistema así, significa que cualquier mexicano que considere que su marca puede ser similar a una extranjera que está intentando ser registrada en México vía el Protocolo de Madrid, pueda oponerse.

Sin embargo, la falta de un sistema así no es el único inconveniente para aplicar este Protocolo.

Vianey Romo, abogada del despacho Saucedo, Romo de Vivar y Asociados, explicó que el Protocolo de Madrid no traerá ahorro en costos a las empresas sólo porque se podrá prescindir de los servicios de un abogado, como lo asegura el IMPI.

«La realidad es muy diferente, no es automático, sino que cada oficina nacional examinará cada solicitud de marca de acuerdo a su legislación, en el caso de que existan objeciones de forma o fondo y/u oposiciones (en los países en que aplica), lo cual es muy común, entonces el solicitante requerirá de un apoderado local que conteste dichas objeciones, oposiciones, y sólo en caso de desestimarlas se logrará el registro», mencionó.

Romo, experta en Propiedad Intelectual, dijo además que el beneficio más concreto es que ahorra parcialmente los gastos de presentar en cada país por separado, sin embargo, no elimina la necesidad de tener representación local, y mucho menos elimina los gastos derivados de contestar requisitos, impedimentos, objeciones y/u oposiciones que surjan en cada oficina de marcas local.

«No era una necedad de los abogados de la materia que México no se adhiriera al Protocolo, sino que nuestro sistema no está del todo preparado para implementarlo adecuadamente«, dijo.