La muerte de mujeres por homicidio aumentó en el periodo de 2001 a 2010. De éstas, las ocasionadas por armas de fuego, explosivos, golpes sin armas y violaciones, ahorcamiento, estrangulación y con instrumentos punzo cortantes, son las que presentaron la variación más significativa al alza.
En contraste, en ese mismo lapso de tiempo, han disminuido las muertes de mujeres por negligencia y maltrato.
Así lo señaló Roberto Castro Pérez, Investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, y coordinador del Estudio Nacional sobre las Fuentes Orígenes y Factores que Producen y Reproducen la Violencia contra las Mujeres que presentó ayer la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).
Indicó que de 2001 a 2010, diez entidades federativas se pueden catalogar como “focos rojos” por el creciente homicidio de mujeres: Estado de México, Guerrero, Chihuahua, Michoacán, DF, Chiapas, Oaxaca, Sinaloa, Durango y Sonora.
Asimismo, expuso que se contabilizaron 3 mil 139 casos de feminicidio en 13 entidades del país en los últimos cuatro años. De enero de 2010 a junio de 2011, en ocho entidades ocurrieron mil 235 asesinatos de mujeres: 320 en el Edomex; 168 en Sinaloa; 169 en Tamaulipas; 142 en Jalisco; 138 en Nuevo León; 125 en el DF; 102 en Oaxaca, y 71 en Sonora.
“La mortalidad por homicidios en mujeres ha tenido una variación especial: en el periodo de 1980 a 1990 se mantuvo estable; en el periodo de 1991 a 2000 tuvo un descenso, y de 2001 a 2010 presentó un alza”, manifestó el investigador del CRIM.
Castro Pérez consideró dicho estudio como un insumo directo para la elaboración de políticas públicas, el cual ha arrojado hallazgos muy peculiares sobre el tema de la violencia contra las mujeres, en particular la variación de los homicidios en un rango de 30 años, lapso determinado para el estudio (1980-2010).
Asimismo, indicó que dicho estudio se dividió en cuatro Estudios Nacionales y seis Estudios Regionales. En las comparaciones realizadas por región se indica que en la región Noreste (Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Tamaulipas y Zacatecas), una mujer de 20 a 24 años de edad, tiene un riesgo 39 veces mayor a morir asesinada que una mujer de la misma edad en la región Centro (Distrito Federal, Hidalgo, Estado de México y Morelos). Mientras que en la región Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa) una mujer de 55 a 59 años tiene un riesgo 91 veces mayor de muerte por homicidio que una mujer de la región Centro.
Por su parte, la Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Dilcya Samantha García Espinoza de los Monteros, indicó que el estudio refleja de modo significativo la percepción que la sociedad tiene respecto de las políticas públicas y las acciones de gobierno en materia de derechos de las mujeres.
“En dicho estudio se destacan los resultados que vinculan la violencia social con la violencia de género, permitiendo derivar de esta información otros muchos estudios y análisis referentes al tema, que esperamos que las y los tomadores de decisiones en los tres órdenes y poderes de gobierno realicen para construir bases más sólidas para su actuación en el abatimiento de la violencia contra las mujeres”.
A la presentación que se realizó en el Auditorio Jesús Reyes Heroles de la Secretaría de Gobernación, asistieron Roberto Castro y Florinda Ríquer, coordinadores del Estudio; Victoriana Jiménez Jacinto, Directora General de Transversalización de la Perspectiva de Género del Inmujeres; Teresa Incháustegui Romero; Angélica de la Peña Gómez, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara de Senadores; Martha Lucía Micher Camarena, Presidenta de la Comisión de Equidad y Género en la Cámara de Diputados; María Esther Garza Moreno, Secretaria de la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara de Diputados.
Victoriana Jiménez, Directora General de Transversalización de la Perspectiva de Género del Inmujeres, señaló que este estudio sirve para desmitificar el dicho de que la violencia familiar es un asunto privado y se tiene que quedar en casa, a lo que recalcó: “la violencia contra las mujeres es un asunto público, y a las mujeres víctimas de violencia, con estos trabajos, les decimos, no están solas”.
En su turno, Teresa Incháustegui Romero, ex diputada federal, celebró el que por fin, después de varios años de trabajo, se cuente estas herramientas para poder hacer políticas públicas eficientes.
Reflexionó entorno a las relaciones entre la violencia basada en el género y la violencia social; así como el papel que puede jugar un conocimiento más sustentado en torno a los vínculos de las mismas, para orientar las políticas y acciones a favor de una vida libre de violencia.
“La violencia hacia las mujeres y las niñas es una clara expresión de violencia basada en el género, que tiene su raíz en la condición de discriminación que compartimos los seres pertenecientes al sexo femenino, en las diversas culturas de un modo simbólicamente construido sobre una serie de supuestos que invisibilizan o minusvaloran el aporte que hemos hecho las mujeres a lo largo de la historia”.
“Tenemos que trabajar en la educación, crear un código de ética con las escuelas para que se desarrolle una cultura de la no violencia, así como los medios de comunicación que están reproduciendo símbolos donde la violencia contra las mujeres se naturaliza”, puntualizó.
Por su parte la diputada federal y presidenta de la Comisión de Equidad y Género, Martha Lucía Mícher Camarena, celebró la realización de este tipo de estudios, ya que el fenómeno de la violencia contra las mujeres va en aumento y se necesitan políticas públicas integrales que ayuden a su erradicación.
Asimismo, Mícher Camarena se comprometió a impulsar ante la Comisión de Equidad y Género para reimprimir el estudio para hacer una presentación formal ante el futuro presidente Enrique Peña Nieto, para impulsarlo y se pueda contar con un presupuesto que permita realizar todos los proyectos que ayuden en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.
Finalizó declarando que como presidenta de la Comisión de Equidad y Género se está subrayando que “No habrá pacto nacional si no hay tema de las mujeres en dicho pacto, no habrá pacto si no se garantizan los derechos humanos de las mujeres”.
María Esther Garza Moreno, Secretaria de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, señaló que el tema de la violencia contra las mujeres es prioritario en la agenda de la política pública nacional, por lo que se comprometió a difundir el estudio a las y los integrantes de dicha comisión, para que se apoye el trabajo de la Conavim desde su trinchera.
Garza Moreno subrayó que desde Guanajuato, estado al que representa, ha venido trabajando en la materia, y se lucha por erradicar este mal, ya que la violencia contra las mujeres es cíclica, se reproduce de padres a hijos, se arraiga por los usos y costumbres, “tenemos que trabajar a brazo partido por todas las mujeres, vamos a impulsar políticas públicas que vayan dando un cambio verdadero en la vida de nuestras mujeres”.
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