Con 101 votos a favor, 16 en contra y 2 abstenciones, el Senado de la República aprobó ayer en lo general y los artículos no reservados, la minuta de Ley de Ingresos de la Federación 2013, que prevé obtener recursos por 3 billones 956 mil 361.6 millones de pesos.
Así lo informó el Senado mediante un boletín de prensa.
De esa cantidad –se precisa en el dictamen– 2 billones 498 mil 646.5 millones de pesos corresponden a ingresos del gobierno federal; 1 billón 102 mil 425.5 millones de pesos de organismos y empresas estatales, y 355 mil 289.6 millones de pesos por derivados de financiamientos.
Los senadores consideraron que con esas valoraciones se podrá obtener un crecimiento económico de 3.5 por ciento para el siguiente año y un déficit público de cero por ciento del Producto Interno Bruto.
Asimismo, acordaron establecer el tipo de cambio en 12.9 pesos por dólar y la plataforma de producción de crudo en 2.55 millones de barriles diarios.
En cuanto al precio del petróleo crudo de exportación, los senadores coincidieron con los diputados en ajustarlo a 86 dólares por barril.
También, aprobaron que 93 mil 171.7 millones de pesos de los recursos que genere el derecho sobre hidrocarburos se destinen a financiar programas y proyectos de inversión contemplados en el Presupuesto de Egresos.
Los senadores estimaron que los ingresos provenientes del ISR ascenderán a 818 mil 095.4 millones de pesos; por IETU se recibirán 44 mil 638.4 millones; de IVA 622 mil 626 millones, mientras que por IEPS entrarán a las arcas públicas 52 mil 982.3 millones.
Por otro lado, se autorizó al Ejecutivo federal para contratar un monto de endeudamiento interno hasta por 415 mil millones de pesos y créditos externos por 7 mil millones de dólares.
De igual manera, el Distrito Federal podrá adquirir un endeudamiento neto de 5 mil millones de pesos para el financiamiento de obras incluidas en su presupuesto.
También se facultó al Ejecutivo para que utilice los recursos que se acumulen en el Fondo Sectorial CONACYT-Secretaría de Energía-Hidrocarburos hasta por un monto de 5 mil millones de pesos, que deberán ejercerse en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Al fundamentar el dictamen, el senador priista José Francisco Yunes Zorrilla, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, destacó que el monto aprobado representa un incremento del 5.1 por ciento con respecto a la Ley de Ingresos 2012.
Sin embargo, subrayó que en los trabajos de análisis de la minuta “quedó claro que nuestro sistema hacendario necesita de una revisión integral”.
Al fijar la postura del PRI, el senador David Penchyna Grub reconoció que se trata de un paquete económico de carácter inercial que “apuesta” a la responsabilidad y estabilidad de las finanzas públicas “con un pronóstico de cifras sustentado en la realidad”.
Indicó que con la aprobación de la Ley de Ingresos se ratifica el compromiso de hacer una “verdadera reforma hacendaria” que revise y reforme la materia fiscal, presupuestal y de financiamiento público, y no debe quedar “duda de que lo vamos a hacer”.
A nombre de Acción Nacional, el senador Carlos Mendoza Davis consideró que la propuesta de ley que presentó el presidente de la República “mantiene los fundamentos de política económica que se instauró –para fortuna de este país– a lo largo de los últimos 12 años”.
Expresó que la inercia de este ejercicio presupuestal se distingue por su “prudencia”, pues a pesar de las complicadas circunstancias que presentan las finanzas mundiales “los mexicanos tenemos la certeza de contar con una economía sólida y estable”.
A su vez, el senador perredista Armando Ríos Piter mencionó que la iniciativa que presentó el Ejecutivo “careció de astucia” y “prefirió irse en la lógica inercial de presentar un crecimiento de 3.5 por ciento cuando en campaña prometieron un 6 por ciento de crecimiento del PIB”.
En este sentido, manifestó que en lugar de votar el resultado de “un verdadero pacto legislativo” para detonar el crecimiento nacional optaron por una lógica inercial e irse con el 3.5 por ciento de crecimiento, pues “no buscaron una propuesta mucho más innovadora y con mayor nivel de miras”.
Por el PVEM, el senador Luis Armando Melgar Bravo consideró que el paquete económico sienta las bases para el desarrollo y ejercicio de las tareas del sexenio recién iniciado, así como para el proceso que habrá de venir en materia de planeación de programas del Plan Nacional de Desarrollo.
En su opinión, la Ley de Ingresos contiene un espíritu de “total responsabilidad hacendaria” y una política tributaria sin sobresaltos, además de que cuenta con un marco de austeridad y prudencia ante un entorno económico complicado y volátil.
En tanto, el senador petista Manuel Bartlett Díaz puntualizó que la ley mantiene “la política neoliberal nefasta que ha acabado con el crecimiento de este país y que nos tiene sumidos en la pobreza”.
Dijo que el Pacto por México “no sirve” con esta Ley de Ingresos porque es un acuerdo que promete una serie de principios y políticas sociales “muy lucidoras en el discurso”, pero que “es una simulación y vamos a ver si sirve para algo o nada mas sirve como una engañifa”.
En la discusión en lo general del dictamen, el senador priista Manuel Cavazos Lerma expuso que se trata de una Ley de “transición”, que tiene que ver con cinco ejes rectores del gobierno entre las que se encuentra la seguridad, empleo, disminución de la pobreza y desigualdad, educación de calidad y una diplomacia innovadora que aumente el prestigio de México en el exterior.
Al anunciar su voto a favor, el senador panista Héctor Larios Córdova dijo que se hace un reconocimiento claro de mantener políticas públicas responsables en el manejo de la economía, pero “no compartimos la idea de la simulación” con el establecimiento de un déficit cero y el incremento neto del endeudamiento de 355 mil millones que representan tres puntos del PIB.
También del PAN, el senador Javier Corral Jurado indicó que votaría en contra del dictamen debido a que “ya son muchos fast track en menos de dos semanas” y “se trata de ser una oposición responsable y no una de “trámite”; es decir “hay que colaborar pero también hay que contrapesar y equilibrar porque si no el poder se desboca”.
En tanto, el senador perredista Mario Delgado Carrillo dijo que la inercia significa “mediocridad”, pues este modelo económico genera cada vez mayor desigualdad del ingreso y con el nuevo gobierno “no hay ningún cambio en la forma en que manejan la economía”.
Su compañero de bancada, el senador Alejandro Encinas Rodríguez anunció su voto en contra porque no “comparto que sea una ley inercial”, además de que representa la continuidad de una política económica que no ha dado respuesta a las necesidades de crecimiento sino que ha alentado la concentración del ingreso y aumentado la desigualdad.
Del PT, el senador Marco Antonio Blásquez Salinas externó que con la eliminación del subsidio de 10 mil millones de pesos a las gasolinas “se castigará al pueblo”, por lo que su grupo parlamentario estará “muy atento” en este tema.
A su vez, la senadora de Nueva Alianza, Mónica Arriola Gordillo, coincidió con la propuesta del Ejecutivo federal, ya que mantendrá las finanzas sanas que el país ha consolidado paulatinamente.
Posteriormente, la senadora perredista Dolores Padierna Luna reservó el artículo 21 de la Ley, a fin de incluir un aumento al impuesto aplicado al tabaco e incrementar el gravamen a las mineras por concepto de hectárea concesionada.
Asimismo, propuso eliminar el artículo tercero transitorio y agregar un quinto, sin embargo los planteamientos fueron rechazados por el pleno.
La Ley de Ingresos 2013 se envió al Ejecutivo federal para su publicación.
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