En el Aniversario 19 de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), su Presidente, Luis González Placencia, subrayó que la Institución “no está ni debe estar subordinada sino a su mandato, definido en síntesis en el significado de su nombre: Ombudsman, defensor del pueblo”.
Como tal, sostuvo, ejerce su vocación desde el propio Estado, “pero de cara a la ciudadanía, definitivamente del lado de las y los ciudadanos, especialmente cuando ellas y ellos son víctimas por acción o por omisión, del abuso del poder”.
Destacó el trabajo de sus antecesores, Luis de la Barreda Solórzano y Emilio Álvarez Icaza Longoria, el cual, dijo, no habría sido el mismo si no hubiesen ejercido, como lo hicieron, la magistratura de opinión que inviste al Ombudsman.
Ante representantes de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), cuerpo diplomático, delegados, legisladores locales, senadores, Consejeros y ex Consejeros de la CDHDF, expuso que la magistratura de opinión funciona como una caja de resonancia que amplifica la voz del Ombudsman y la hace llegar a la opinión pública, “para impulsar agendas, para desatar debates, para concitar respaldo y desde luego, para informar”.
Pero además, añadió, posee una imprescindible función de denuncia —especialmente frente a violaciones consumadas— “y es que la importancia de la denuncia pública radica no sólo en la exhibición de quien habiendo violado un derecho no acepta o incumple una Recomendación, sino en el valor reparatorio que tiene para las víctimas”.
Indicó que las Recomendaciones no son vinculantes: porque su fuerza radica en la posibilidad de hacer públicas sus motivaciones y sus argumentos, “colocar a la autoridad en la posición de reconocer sus errores, de investigar y en su caso sancionar a los responsables, de resarcir a las víctimas y de hacer lo necesario para que las violaciones no se repitan”.
Señaló que este 19 Aniversario está dedicado a la Comunicación por los derechos humanos, al tiempo que hizo énfasis en la relación institucional ejemplar entre la CDHDF y las y los comunicadores, “basada en el interés convergente de comunicar, en aras de incidir en la consolidación de una cultura de derechos”.
No tengo duda, aseveró, sus reportajes, notas, editoriales y comentarios han tenido efectos en el reposicionamiento que hoy los derechos humanos tienen en la relación entre gobierno y sociedad.
A su vez, el Consejero de la CDHDF, José Antonio Caballero Juárez, expresó que los derechos humanos son la razón de ser de nuestro Estado, “no siempre es fácil generar condiciones para su efectivo cumplimiento, pero esa es la razón de ser del Estado y la responsabilidad más importante de todo servidor público”.
Abundó que cuando no cumplen los servidores públicos con esa función, no es posible aceptar silencios o evasivas, en todo caso, dijo, discutamos, pero no ignoremos, “no se puede tapar el sol con un dedo”.
Apuntó que la CDHDF realiza una labor permanente de difusión de los derechos fundamentales, su presencia en los medios también es permanente, pero, estimó, hay que reconocer que la construcción de una cultura de los derechos humanos requiere de iniciativas de muchos otros sectores.
Opinó que es necesario ampliar la agenda en la cobertura de los derechos humanos, “uno de los retos principales hoy en día, en la agenda de los derechos humanos es incorporar los Derechos Económicos Sociales Culturales y Ambientales, a veces parece que éstos no son nota y uno de los retos es construirlos en nota”.
Finalmente aseveró que “hoy tenemos una gran Comisión de Derechos Humanos en el Distrito Federal, hemos tenido tres grandes Ombudsman y una Institución con personal comprometido, de primer nivel, que lucha, que combate, que dialoga, que persuade”.
En su oportunidad, el periodista Javier Solórzano enfatizó que si los ciudadanos han encontrado en los derechos humanos una manera de defenderse, para las y los comunicadores, la CDHDF y sus homólogas estatales se han convertido en espacio fundamental para su actividad profesional.
“Hoy en día tenemos que entender que el periodismo, si no tiene a los derechos humanos como uno de sus ejes, adquiere una dimensión diferente. Se ha convertido en una fuente básica”, apuntó.
Solórzano aseveró que la CDHDF ha desarrollado un trabajo serio, reflexivo e influyente en sus 19 años de vida. “Ha sido un trabajo importante, y permítanme decir, un trabajo muy sensible”, subrayó.
Afirmó que el ejercicio periodístico en México se ha convertido en un problema de seguridad nacional y en una actividad de alto riesgo. “Es una ventaja para los que ejercemos el periodismo saber que en el país hay una Comisión que funciona, que ayuda y con la que contamos: la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal”, resaltó.
A su vez, el Director de Artículo XIX México, Darío Ramírez, definió a la CDHDF como una Institución de Estado, sobre todo en un país en donde las simulaciones son constantes y permanentes.
Puntualizó que la CDHDF tiene “demasiadas victorias” que deben reconocer las y los capitalinos y las Organizaciones Civiles que trabajan con ella; por eso, dijo, vale la pena celebrarla, porque es una Institución de Estado incómoda. “Y está bien, porque esa es su naturaleza: ser incómoda ante los abusos de poder”.
Indicó que incluso en “los enemigos” que tiene hay un reconocimiento a su trabajo, pues “la Comisión de Derechos Humanos es un contrapeso ante las instituciones, dando voz a los ciudadanos que vivimos en la ciudad”.
Por último, la periodista y promotora de perspectiva de género y no discriminación, Elisa Alanís, consideró que las Comisiones de Derechos Humanos y los medios de comunicación deben ser aliados en la defensa de los derechos ciudadanos.
Felicitó a las y a los habitantes de la ciudad de México por tener a la CDHDF. “Festejemos la defensa de derechos humanos en un nuevo contexto que impone una nueva etapa y nueva era en la procuración de justicia en el país”, finalizó
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