Democracia que no combate la pobreza es democracia inexistente, afirmó la legisladora Judit Guerrero López, al señalar que la Cámara de Diputados, en cumplimiento con su obligación jurídica, política y ética, debe vigilar que la Cruzada Nacional contra el Hambre promueva el desarrollo humano, y “no se convierta en mecanismo asistencialista de control político clientelar, lo cual sería incorrecto e inmoral”.
Tampoco habrá desarrollo social si no se reducen los brotes de hambruna, subrayó la diputada federal y señaló que la pobreza alimentaria que afecta a más del 18 por ciento de la población nacional -1 de cada 5 mexicanos en promedio no tiene para comer-, es un “agravio y una vergüenza colectiva” para el país.
Al opinar sobre los alcances de esta estrategia, Guerrero López aseguró que toda propuesta de desarrollo social debe incluir, de manera central, el combate y la superación de este “lastre terrible”. Y ése, destacó, es el objetivo esencial de la Cruzada anunciada hace unos días por el gobierno federal, la cual calcula atender a 7.4 millones de mexicanos.
En una primera etapa, se prevé una cobertura en beneficio de los habitantes de 400 municipios, precisó la legisladora del grupo parlamentario del PVEM.
Añadió que la lucha frontal contra la hambruna es una responsabilidad ética del Estado y un compromiso público para construir espacios de libertad, de dignidad, de justicia y democracia para la ciudadanía, como afirma –dijo- Amartya Sen, Premio Nobel de Economía 1998.
Mencionó que de acuerdo con la estrategia federal, se reconoce que la pobreza y la hambruna se constituyen en el “principal enemigo del progreso y la democracia”. Una condición necesaria para promover el desarrollo integral del país está en reducir y, si es posible, resolver dicho problema estructural, opinó.
De igual forma, Judit Guerrero valoró que la Cruzada Nacional contra el Hambre es una acción de Estado que implica una amplia y vasta movilización de las estructuras del gobierno, en sus niveles federal, estatal y municipal, así como de los sectores social y privado, además de que integra una amplia red de comités comunitarios.
Esto último tiene el propósito de involucrar a los ciudadanos en una dinámica y constructiva participación social, sin la cual no se podrá alcanzar el éxito de la Cruzada, cuyo presupuesto asciende a 97 mil millones de pesos, explicó la diputada por el estado de Zacatecas.
Expresó que resulta de vital importancia que esta estratega involucre para su ejecución a 14 secretarías de Estado, que desplegarán la acción en contra del hambre a través de 70 diversos programas alineados institucionalmente.
En términos generales, comentó, la propuesta de Enrique Peña Nieto dio paso al diseño de un sistema nacional contra el hambre que se convierte en una estrategia de inclusión social, con carácter dinámico, integral y transversal.
Concluyó que como diputada que representa los intereses del pueblo de Zacatecas, respalda estrategias públicas de esta naturaleza cuyas bondades y beneficios alcancen a plenitud a esa entidad federativa, donde actualmente hay más de 370 mil personas con profundas carencias para acceder a la alimentación, según el CONEVAL.
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