Con el propósito de verificar el nivel de contaminación derivada del hundimiento de una monoboya propiedad de Petróleos Mexicanos (Pemex), en playas de Salina Cruz, Oaxaca, la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en la entidad, inició desde el pasado lunes un recorrido y una visita de inspección en materia industrial, en la Terminal de Operación Marítima y Portuaria de la paraestatal, ubicada en dicha localidad.
La diligencia abarca las playas aledañas a esas instalaciones, como son: Salinas del Marqués, Brasil, Brasilito, Azul, Punta Conejo, La Escondida o Guelaguichi, Playa Cangrejo y Chipehua, mismas que resultaron impactadas por el derrame, informó la delegada de la Profepa en la entidad, Laura Aguilar Chagoya.
“Hoy se concluye la visita de inspección por parte del personal de la Profepa, con el cierre del acta de inspección levantada al efecto, y con ello iniciaremos el procedimiento administrativo correspondiente, con base en los hechos y omisiones observados, a fin de determinar las medidas de urgente aplicación y/o correctivas y las sanciones que procedan”, señaló.
Asimismo, Laura Aguilar Chagoya dijo que la Profepa inició un recorrido y una visita de inspección en materia de vida silvestre, con el objeto de verificar la afectación a los recursos naturales de la zona.
La delegada comentó que, con estas acciones, la Profepa busca hacer cumplir la normatividad ambiental, para frenar el deterioro del medio ambiente.
Pemex se hace de la vista gorda: Greenpeace
Por su parte, la organización ambientalista Greenpeace emitió un comunicado donde asegura que ni Semarnat ni Profepa no han actuado como corresponde. “Pemex continúa mostrando su ineficacia y negligencia en la atención de accidentes petroleros y emergencias ambientales, ahora en el caso de Salina Cruz, Oaxaca, con la fuga de crudo al mar a raíz del hundimiento de una monoboya de la paraestatal el pasado 11 de agosto”, señaló.
El incidente ocurrió frente a las costas de las comunidades pesqueras de Chipehua y Salinas del Marqués, donde ya son evidentes las concentraciones viscosas de petróleo que se desplazan hacia las playas de Salina del Marqués, Playa Brasil y Guelaguichi y amenazan la zona de reproducción de especies como el camarón, ostión y a un campamento tortuguero.
La organización señala que a 11 días del incidente Pemex no ha controlado el derrame ni tampoco se ha anunciado remediación de daños por el impacto ambiental. En tanto, Profepa no ha emitido declaración alguna y Semarnat sigue sin actuar.
“¿Cuántos derrames más continuarán ocurriendo en el país, contaminando suelos, ríos, playas y afectando la pesca hasta que la Profepa y la Semarnat dejen de actuar de manera tibia ante las ineficacias de Pemex?”, cuestiona Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace México.
“Hace ocho meses, pudimos observar las precarias condiciones en las que se realizó la recolección de petróleo en Coatzacoalcos, Veracruz, así como el proceso de atención al derrame. En ese momento, fue evidente la incapacidad de la paraestatal para hacer frente a una fuga de crudo que llegó hasta la desembocadura del río Coatzacoalcos con el Golfo de México. Casi ocho meses después, el predio ‘El Polvorín’ aún se mantenía sin liberar”, agregó Olivera.
La frecuencia de los derrames de crudo y su grado de severidad, van en aumento en el país. En promedio, ocurren 1.3 derrames diarios de crudo, esto demuestra la poca previsión de Pemex ante este tipo de siniestros, sean provocados o por accidentes; la falta de revisión del estado en que se encuentran sus instalaciones y, sobre todo, la tardía respuesta para atender este tipo de eventos.
“Pese al gran número de derrames que se han registrado por parte de Pemex, el gobierno federal continúa a la pesquisa de más petróleo, financiando proyectos cada vez más peligrosos como el de aguas profundas en el Golfo de México, a profundidades que van desde los 450m hasta 2,500m, aventurándose a conseguir petróleo de difícil acceso, extracción y alto riesgo”, finaliza el documento.
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