=Por: Alan Gómez, Director de Soluciones de Inversión de Principal Financial Group México=
Estar conscientes de nuestros hábitos financieros es primordial para gozar sin remordimiento de nuestro dinero y mantener una cartera sana. Debemos tener presentes aquellos hábitos que se pueden tornar nocivos para nuestras finanzas. Un ejemplo de este tipo de hábitos es el tan frecuente pago a plazos.
Las compras compulsivas o gastos innecesarios son algunos hábitos que pueden hacer que perdamos control de nuestro dinero y es posible que nos haga caer en la trampa de suponer que la mejor solución a los problemas financieros es el pago a plazos. Este tipo de compra puede ser una solución inmediata pero saber cómo liquidarlos es la verdadera clave para no acarrear una deuda mayor.
Comprar bienes de consumo a plazos se ha vuelto una práctica común y ha creado la percepción en el mexicano de que si no se paga a plazos entonces no se compra, la realidad es que esto resulta en adquirir una deuda de hasta 18 meses en diferentes productos y en ocasiones el bien comprado ya se agotó o se descompuso pero la deuda se mantiene. El verdadero problema radica que hoy en día contamos con una limitada información financiera, tanto en casa como en la escuela, y esto nos hace caer en hábitos que en apariencia ayudan a nuestras finanzas, pero que a la larga se vuelven perjudiciales para quienes no han aprendido a administrar de manera correcta su dinero.
¿Es posible que convivan el comprar a plazos y ahorrar?, sí, si es que somos disciplinados. Ahorrar significa separar dinero para un fin y comprar a plazos significa administrar una cantidad de dinero de manera inteligente para adquirir y poder solventar un gasto fuerte. Así que si estamos ahorrando para un fin y ese fin es la compra de un bien que representa un gasto mayor, se entiende que estos dos conceptos se complementen, así que, contar con información financiera adecuada es primordial para aprovechar al máximo el ahorro y la compra a plazos.
Por tanto, debemos tener muy en claro que los plazos nos permitirán disfrutar de un bien al momento de la compra -en vez de esperar a que podamos terminar de juntar dinero y liquidarlo de contado- y esta gratificación inmediata puede ser engañosa y acarrear problemas como el despilfarro o acumulación de grandes deudas. Pero si tenemos presente que ahorrar no es imposible y queremos adoptar una cultura financiera sana, es importante también entender que comprar a plazos es posible si comprendemos los conceptos de ingresos y gastos encauzados de manera adecuada. Es deber de los que nos dedicamos a proporcionar información financiera y las finanzas personales concientizar a las familias para comenzar hábitos financieros sanos, que van desde el cómo gastar, ahorrar e inclusive invertir adecuadamente.
Entre los hábitos que el nuevo ahorrador debe comenzar a trabajar son principalmente ahorrar e invertir para diferentes propósitos (ya sea a corto, mediano o largo plazo) y mantener una buena organización financiera. Por ejemplo, si se ahorra el 10% de los ingresos mensuales, una cuenta de ahorro puede ir creciendo poco a poco hasta juntar el capital para poder abrir un fondo de inversión (los hay a partir de 5 mil pesos), y posteriormente ahorrar en el fondo hasta que se cumpla la meta deseada como la liquidación total de un automóvil (meta a corto/mediano plazo). La disciplina de ahorrar se inicia cuando tienes una meta de ahorro y de esta forma es más fácil seguirla.Si se cuenta con una tarjeta de crédito evitar firmar por más de lo que puedas pagar cómodamente con tu salario, así en caso de alguna emergencia tendremos una tarjeta de crédito que nos respalde, de ahí la importancia de no “quemar el crédito”con firmar a plazos en compras que tal vez no es buena idea “usar” los pagos a plazos (como ropa o la cuenta del supermercado), recuerda que antes de usar el plástico se deben de hacer cuentas sobre si esos pagos convienen o terminaremos pagando más de lo que en realidad estamos comprando.
¿Cómo detectar si la promoción de la compra a plazos es la adecuada?
Para saber si en realidad necesitamos lo que estamos comprando, se debe tomar un momento para pensar si estamos cayendo en una promoción que claramente está tentando nuestra necesidad para adquirir algún bien que es de moda o de temporalidad, o si es producto de la publicidad y es una compra meramente impulsiva. Asimismo, antes de hacer una compra a plazos evaluemos cómo nos sentimos anímicamente, hay días y situaciones que harán que nuestro estado de ánimo no sea el mejor y sintamos la necesidad de ir de compras “evadirnos un rato”, por el contrario, hay días en las que compramos “para premiar” aquella situación del momento (un ascenso en el trabajo, bajamos de peso y queremos algo para nuestra nueva talla). Todas estas situaciones suponen una ceguera financiera que se puede trabajar analizando nuestros propios hábitos de compra y nuestras finanzas. Así que a modo de consejo, algunos ejemplos en los que nos podemos permitir el pago a plazos son: 3 meses para el pago de un boleto de avión, 6 meses para el pago de un parto, 9 a 18 meses para un refrigerador o electrodoméstico que su duración sea al menos de 10 años de vida y hasta 36 meses para el pago de un automóvil.
Por último entender que el verdadero problema no es comprar a plazos o tener una tarjeta con un amplio límite de crédito, la realidad es que debemos aprender a organizar nuestros ingresos y gastos para poder así entonces pensar en metas financieras como ahorro recurrente, ahorro para tu retiro, pago a plazos, compras de contado y tener unas finanzas sanas. El uso de nuestra lógica para ser realistas sobre si podremos con el peso de una deuda- de cualquier tipo- es un pequeño paso previo antes de planear desembolsar nuestro dinero.
Comentarios recientes