Insolencia de Rubén.- Jesús González Schmal

Foto: Página Jesús González Schmal

En nuestro Coahuila, donde se incubo la Revolución por el sufragio libre y respetado es hoy, el Estado probablemente más corrupto dela república. Ahorasupera a todas las entidades federativas no solo en deuda pública inexplicable, sino en la oprobiosa condición de feudo territorial familiar, despojado del más elemental derecho ciudadano a la información de las finanzas públicas.

Naturalmente la soberbia y egocentrismo del gobernante en turno de la familia, rebasa cualquier limité de respeto a quien con autoridad moral indiscutible emite una opinión desde la perspectiva ética-política cuando, como es del dominio publico, en estos momentos se cierne la amenaza sobre la patria de que se pueda nombrar presidente de México a quien utilizó en su campaña no solo recursos exorbitantes, sino de desconocido origen y lavados a través de falsas empresas y prestanombres para encubrirlos.

La manifestación de Don Raúl Vera obispo de Saltillo previniendo los efectos que tendría para México la entronización de un “narcoequipo” en el próximo sexenio, no solo es valiente y profética, sino evidente y obvia por los antecedentes de los regímenes priistas anteriores que por confesión del exgobernador de Nuevo León Sócrates Rizzo vertida enla propia Universidad Autónomade Coahuila, era una practica del priismo desde Carlos Salinas de Gortari de quien Sócrates Rizzo fue colaborador y consejero.

El temerario reto de Rubén Moreira a Fray Raúl Vera para que este probara su dicho porque si no incurriría en mentira que es pecado, no tiene paralelo con la arrogancia de cualquier dictadorzuelo de la islas del Caribe de mediados del siglo pasado. La mentira es en la que permanentemente se revuelca el gobernador impuesto cuando ofrece transparencia y rendimiento de cuentas en su gestión. No solo mentiras aisladas sino mitomanía es la patología que padece un seudogobernador cuando ofrece que personalmente garantizará la seguridad pública en el Estado y los crímenes y desapariciones se multiplican.

Los hechos notorios son del dominio publico y no están sujetos a prueba, el gobierno de los Moreira ha tenido entre sus colaboradores mas próximos a cómplices del crimen organizado. Nadie en su sano juicio puede dudar de su colusión con la mafia Salinas-Peña Nieto. Prevenir las consecuencias de ello es un deber moral de quienes creemos en la dignidad de los coahuilenses.