Partidos Políticos, el origen

Foto: IFE

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=Por Jesús Alberto Navarro Olvera*=

Los antecedentes de los modernos Institutos Políticos mexicanos que a continuación se ofrecen, son una visión sintética de su tránsito histórico, con el objetivo de ofrecerle al lector una herramienta para la reflexión en nuestro animoso presente, y más ahora en la víspera del debate previo a una nueva adecuación del sistema político nacional.

Cuando la Corona Española cesó su soberanía sobre el territorio de la Nueva España, por el surgimiento de la Nación Mexicana, los ajustes estructurales y de los instrumentos normativos, originados por el tránsito entre la Monarquía y la República, provocó una lucha incesante entre pares por llenar los espacios de poder ganados por la Guerra de Independencia.

Al parecer, el reto inicial consistió en encontrar espacios políticos civiles para las deliberaciones políticas, entre una nueva casta de ciudadanos en el naciente Estado, que buscaban detentar el vacío de poder generado por la conflagración independentista. Este espacio rápidamente fue ocupado por dos grandes grupos Masones. Gestándose  el germen estructural de las células de organización política que a futuro serían conocidos como partidos políticos. Es decir, los ciudadanos interesados en participar políticamente en el país se colegiaron al rededor de dos grandes corrientes del pensamiento liberal, conocidas como el “Rito Escocés” y el “Rito Yorkino”. Para acceder a cualquiera de las dos Logias, se llevaban a cabo prácticas rituales de iniciación.

En las reuniones de las Logias se desarrollaban actividades de carácter filosófico – esotérico, en pos del perfeccionamiento personal, y de diversas cualidades de sus miembros, como la elocuencia y la improvisación. El nivel de avance en los diversos niveles de progreso, se señalaba por medio de grados. Algunos historiadores coinciden en que durante esa época, era una condición básica para participar en la política nacional, pertenecer a alguno de los dos Ritos.

Las ideas que abrazaban los grupos políticos dentro de las Logias, eran muy diferentes, por ejemplo en el Rito Escocés consideraban a la Monarquía como la forma de gobierno más apropiada para el México de aquel entonces, buscaban conservar las instituciones monárquicas implementadas durante el Virreinato, postulaban la conservación a ultranza de los fueros económicos y cultivaban el Centralismo como uno de sus más importantes idearios.  Uno de sus miembros más destacado fue Nicolás Bravo.

Por el contrario, en el Rito Yorkino, sus miembros abanderaban las causas populares, pugnaban por los principios de gesta de independencia, eran partidarios de la autonomía política y económica, y consideraban la forma de gobierno democrática como el modelo a seguir.  Uno de sus miembros más destacado fue Vicente Guerrero.

Los primeros partidos políticos en México, surgen con el Partido Conservador y el Partido Liberal, ambos fueron el resultado de la evolución política de las Logias masónicas conocidas como el “Rito Escocés” y  el “Rito Yorkino”.

Después de la primera etapa de la vida independiente de México, a mediados del siglo XIX, estos grupos se transformaron en dos bandos, denominados Centralistas y Federalistas.

Los Centralistas consideraban indispensable para dirigir el destino del país, concentrar el poder político, económico y militar desde un mismo punto geográfico, estimaban que desde el punto de vista social, no deberían de haber reformas.

Los Federalistas, luchaban por participar del control político, económico y militar. Su principal postulado fue la transformación social del país y la participación de todos en los asuntos trascendentales de la nación.

Otros partidos políticos destacados en el siglo XIX fueron el oficialista Partido Científico creado en 1892, para la postulación del General Porfirio Díaz, durante su tercera reelección. En la oposición, se encontraba el Partido Liberal Mexicano, organizado por Ricardo Flores Magón, aunque nunca fue constituido formalmente, “El manifiesto de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, se publicó en San Luis Missouri el 1° de julio de 1906.

Durante el periodo Maderista, se da una etapa en donde los partidos políticos florecieron. En mayo de 1911, Gabriel Fernández, Emmanuel Amor, Manuel F. De la Hoz y Luis García Pimentel, fundaron el Partido Católico Nacional, con el lema “Dios, patria y libertad”.

Ese mismo años vio la luz, el Partido Nacional Independiente, fundado por Alfonso Cravioto, José Payares, Fernando R. Galván, Antonio Navarro Cardona y Luis Jasso, se integra por las corrientes que conformaron el Partido Liberal Rojo y el Partido Nacionalista Democrático. Este partido político se adhirió a la candidatura de Don Francisco I. Madero.

En julio de 1911, se funda el Partido Constitucionalista Progresista quien viene a sustituir al Partido Antireeleccionista. Como una oposición al régimen maderista se funda el Partido Popular Evolucionista.

En la época de los caudillos, durante el periodo comprendido entre 1915 y 1920, surgen a la escena política el Partido Liberal Constitucionalista, quien fue el primero en organizarse después de terminada la Revolución Mexicana, se funda al final de 1916. Uno de sus principales postulados fue la defensa de los principios que dieron sustento ideológico a la Revolución maderista. Destacan como figuras de primer orden, los generales Álvaro Obregón y Benjamín Hill.

Posteriormente, en agosto de 1917, se constituye el Partido Nacional Cooperativista, fundado por Jorge Prieto Laurens y Rafael Pérez Taylor. Este partido controló el Congreso al integrarse la XXXIX Legislatura, en agosto – septiembre de 1922, con el apoyo del General Álvaro Obregón.

En diciembre de 1919, se integra el Partido Laborista, fundado por Luis N. Morones y un grupo de dirigentes de la CROM. El 13 de junio de 1920, se crea el Partido Agrarista, fundado por Antonio Díaz Soto y Gama, Rodrigo Gómez y Felipe Santibáñez, apoyado por el General Álvaro Obregón. Sobresale el dato que el General Plutarco Elías Calles promovió su desaparición.

Como se puede observar en el periplo de historia seleccionado, en tiempos de paz, la sociedad mexicana, pero principalmente los grupos políticos participaron en el debate y la lucha por el poder organizados en partidos políticos prácticamente desde el surgimiento de México.

Por lo que el sistema de partidos políticos, se tienen concebido en el ADN de los mexicanos, ya que desde siempre se han considerado a los partidos políticos como los vehículos imprescindibles para la deliberación de los asuntos públicos, e ingresar al poder político.

Es importante la historia, ya que en la actualidad se puede observar en el Parlamento mexicano un replanteamiento del sistema político nacional, en donde lo saludable debería ser encaminarlo a responder inquietudes e interrogantes que llevan un par de siglos rondando en nuestra vida republicana, y que tienen que ver principalmente en conciliar los intereses de dos grandes grupos de poder que a la fecha se encuentran vigentes, encarnados en los diversos colores partidarios, y que se materializarán en las próximas semana a través de los posicionamientos de las facciones parlamentarias.

Sin embargo, el día de hoy, la mano de hierro que regía los destinos colectivos se ha dispersado en la pluralidad nacional, lo que es una garantía democrática, en la que nadie gana todo, pero tampoco nadie pierde todo, siendo una salvaguarda para cualesquiera. La prueba de ello, es que en esta etapa de alternancia, dos visiones han detentado el Poder Ejecutivo federal, y el país se mantiene sólido y dispuesto al siguiente paso.

Por otro lado, la evolución en la comunicación humana, hace que el traslado de la región más apartada del territorio nacional a la capital del país se realice en horas, y no en varias semanas como hace siglos, así como las herramientas de comunicación como la radio, la televisión, el teléfono, y el INTERNET con sus redes sociales, ofrecen garantía de equidad en el acceso a la información política, y para el posicionamiento de los líderes, dirigentes, y ciudadanos.

Para culminar, podemos soñar sosteniendo que si la pluralidad política, y las nuevas tecnologías de la comunicación humana hubieran existido a mediados del siglo XIX, es muy probable que la redacción de la Norma Suprema mexicana, fuera más democrática, y más concreta con respecto a los derechos humanos de nosotros los ciudadanos.

 


Los partidos políticos en México. Antología, Programa de Formación y –Desarrollo Instituto Federal Electoral, México 1999.

Fuentes Díaz, Vicente. LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN MÉXICO. Editorial Porrúa. México 1996.

 

*Jesús Alberto Navarro Olvera es licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM. Abogado patrono en materia Civil, y experto en Juicio de Amparo en materia de Derecho Familiar y Penal. Autor del libro Control y Vigilancia del Origen, Monto y Uso de los Recursos partidarios. México 2005. Editorial Porrúa.