La cultura de violencia de género está inserta en todo el país: Dilcya García, titular de la Conavim

Foto: Diario Jurídico México.

Aún falta para que los jueces y ministerios públicos brinden un trato adecuado a mujeres víctimas de la violencia, afirma la comisionada nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Dilcya García Espinoza de los Monteros.

Ello, a pesar de los cursos que han recibido desde hace varios años funcionarios encargados del sistema de justicia.

Para García Espinoza de los Monteros, no basta con “cursitos”, sino que se trata de una deconstrucción de la forma de ver y entender la violencia contra las mujeres.

A poco más de dos meses de que se cierre la cortina de la actual administración federal, la comisionada destaca que se ha logrado la armonización legislativa de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en 20 estados, más de la mitad de los que componen en el país.

Reconoce que aún está pendiente redactar cuáles serán los indicadores que permitan con datos, declarar una Declaración de Alerta de Violencia de Género, de los que ya se han hecho tres peticiones de parte de organizaciones de la sociedad civil, aunque ninguna ha procedido porque han carecido de fundamentos.

Asimismo, destaca que se trabaja en la unificación y homologación de protocolos de búsqueda de personas desparecidas como el Amber, Alba, y el de Províctima, para captar todos los casos sin importar que edad o sexo tengan las víctimas y poder hacer algo más integral.

También informa de que antes de que acabe la administración federal, se abrirán dos centros de justicia que prestan servicios multidisciplinarios a mujeres víctimas de violencia. Será inaugurados en Oaxaca y Puebla.

Aunque reconoce que se han hecho avances, espera que estos se conserven para la siguiente administración.

¿Como va la armonización legislativa para tipificar el feminicidio en todas las entidades del país?

Nosotros desde la Conavim solicitamos un estudio concienzudo de armonización legislativa a la doctora Patricia Olamendi. Este estudio ha sido muy bien acogido por las entidades federativas. En virtud de que en esta gestión tuvimos poco tiempo para hacer todos estos  grandes proyectos, desde el área de políticas públicas se realizó una estrategia de regionalización, se dividió al país en cinco grandes  regiones y se eligieron determinadas entidades federativas para  poder llegar a ella. Hablar con el gobierno de dichas entidades federativas y generar un tipo de siembra en las regiones. Hay estados que tienen mucho mayor poder replica que otros, desde luego el Distrito Federal, Nuevo León, Baja California, Puebla, entre otros. Entonces lo que hemos estado haciendo es reunirnos con los gobiernos de dichos estados y les entregamos entre otros productos el tema de la armonización legislativa. El propósito es buscar generar acción política, consensos, acuerdos para que los delitos relacionados con la violencia contra las mujeres estén homologados no sólo en cuanto a la letra de la ley se refiere, sino en cuanto a una homologación conceptual porque puede haber feminicidio tipificado en el DF y en Baja California pero puede no significar la misma cosa, eso deja un margen de impunidad para quienes cometen el tipo penal de feminicidio. Hemos estado siendo bien acogidos con el tema de las reformas legislativas, de hecho ya hay varias de estas reformas dentro de los congresos locales, esperando ser discutidas y aprobadas por los congresos en lo particular.

Hay 20 estados con legislación armonizada, ¿qué tan difícil ha sido? ¿Qué implica cabildear con ellos?

La verdad es que 20 estados son muchísimos, parece poco pero cuando llegamos a la Conavim (16 de agosto 2011) había apenas seis estados con el tipo penal de feminicidio, ahora son 20. No atribuyo por supuesto esto por completo a la Conavim, pero precisamente para eso es la siembra porque cuando uno logra  sembrar y cosechar en una entidad federativa que tiene capacidad de réplica, lo demás se hace solo. Los demás estados por ir replicando buenas prácticas de entidades federativas de peso lo van generando, entonces sí es muy complicado, pero la cultura de violencia de género está inserta en todo el país. Hay una enorme reticencia de entidades federativas a que  cómo ellos mismos nos dicen, les llevemos el feminicidio.

¿Así le dicen?

¡Sí! Nosotros no les llevamos el feminicidio, el feminicidio ya está ahí, la cuestión nada más es  el tema de reconocerlo y generar políticas para poder abatirlo. En muchas ocasiones las entidades federativas tienen miedo de lo que va a ser el impacto político de tipificar el feminicidio, de empezar a asumir que existe porque va a haber denuncias relativas a él, porque van a tener que registrarlo en los registros de averiguaciones previas que hacen cuantificaciones de los tipos penales, las estadísticas judiciales de tipo penal del Inegi entre otros estudios. Esto muchas veces puede poner nerviosos a los estados, pero es necesario. Esto es lo que muchas veces nos encontramos, es un poco parecido a cuando se ha estado promoviendo la legislación en materia de trata. Todo mundo está de acuerdo en que hay trata, todo mundo está de acuerdo en que mandemos a la cárcel a los malditos tratantes y en que rescatemos a las inocentes víctimas pero nadie quiere meterse en qué hacer con los usuarios.

¿Existen protocolos para las mujeres que requieren ayuda por violencia, cómo va este proceso? ¿Están jueces y ministerios públicos preparados para atenderlas?

Esta es una pregunta interesante porque desde que inicié mi carrera profesional me he dedicado a la capacitación de jueces y ministerios públicos, no fue hace cinco años, ya tiene muchísimo tiempo. Hay muchas organizaciones de la sociedad civil, muy serias, muy representativas que se han dedicado a la capacitación de jueces y de ministerios públicos. Los organismos de Naciones Unidas representados en el país  se han dedicado arduamente a capacitar a jueces y ministerios públicos y de pronto cuando uno ve el grueso de las sentencias y  de diversas resoluciones de ministerios públicos y de jueces parecería que la mayoría de ellos nunca pasó por dichas capacitaciones.

¿Eso es grave, no?

Sí. Esto lo que nos dice es que esto no es un tema sólo de capacitación, es un tema de formación, que es bien distinto, porque la capacitación lo que hace es generar la información al receptor de la capacitación, y la formación lo que genera es la deconstrucción de un paradigma para construir otro. Esto no se hace en un curso de algunas horas dos veces a la semana. Tiene que ser de manera más profunda, de manera más internalizada a efecto de que tanto jueces como ministerios públicos puedan empezar a pensar no solamente parea realizar su trabajo sino para vivir de una manera más equitativa, más incluyente, de una manera menos discriminadora porque la verdad es que está muy complicado que uno respete los tratados internacionales de derechos humanos y aplique la legislación con perspectiva de género en su trabajo y golpee a su mujer en su casa. Es un tema de deconstrucción de pensamiento. No estoy diciendo que todos los jueces y ministerios públicos incurran en esto. La verdad es que también hay grandes ejemplos, muy encomiables tanto dentro del poder judicial como del sistema de justicia que de verdad mis respetos para los ministerios públicos y jueces que logran dar este salto cuántico a un nuevo sistema de pensamiento, a uno equitativo y capacidad de empatía que les genera que la legalidad y la  justicia no son lo mismo y que tienen que buscar desde su trabajo que sean lo mismo. Sí los hay pero no puedo decir que sean los más ni que sea una transformación completa de los sistemas de justicia porque la verdad no es así. Todavía nos falta mucho. Y esto no es únicamente responsabilidad del sistema de justicia, es una responsabilidad  de quienes tenemos la misión de cambiarlo, porque insistimos en hacer sólo cursitos y no buscamos impactar de una manera más profunda en los proceso de formación desde las universidades.

¿O sea que sólo estamos usando una especie de curita?

Totalmente.

¿Aún nos falta avanzar?

Desde luego. No denosto los esfuerzos que se han hecho porque han sembrado en algunas personas esta conciencia que sí hay ministerios públicos y jueces que lo logran pero no es el grueso, no podemos hablar del 100 por ciento y debemos avanzar en eso.

Foto: Diario Jurídico México.

¿Hace falta algún protocolo especial que el sistema de justicia emita para atender a mujeres víctimas de violencia?

Esas cosas sí se han estado realizando. En todas las entidades federativas, en algunas con más éxito que en otras, y es importante destacar a Chihuahua, Nuevo León, el Distrito Federal en estas materias porque han logrado replantear la justicia en función de la víctima y no de hacer números de victimarios captados, entonces esto le da una visión distinta al acceso a la justicia. Sin embargo que por supuesto aquello que ya está planteado, realizado hace falta que sea debidamente aplicado. Sí existen protocolos de atención a víctima, de hecho existe investigación en materia de violencia de género, estos protocolos que además han sido consensuados por organizaciones de la sociedad civil y realizados también por la academia, por el Instituto Nacional de Ciencias Penales, fueron subidos a la Confederación Nacional de justicia, a efecto de que los procuradores pudieran tomarlos, hacerles observaciones y en su momento aterrizarlos dentro de sus propias en sus normativas, y se ha ido haciendo esa siembra. Ahora tenemos tres entidades federativas que ya bajaron estos protocolos. Ahora tenemos también protocolos de búsqueda de personas desaparecidas como Protocolo Alba, como Alerta Amber, hay un protocolo de búsqueda realizado por Províctima. Entonces lo que se está buscando es que estos protocolos se unifiquen a efecto de que estemos hablando de los mismos conceptos y metodologías y podamos captar todos los casos sin importar que edad o sexo tengan las víctimas y podamos hacer algo más integral. Esto ya se logró en el estado de Chihuahua y se está trabajando en Baja California y es así como a través de las propias regionalizaciones hemos estado buscando la homologación de estos protocolos.

Dentro de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se contempla la educación para los agresores, ¿en esto cómo se ha avanzado?

El trabajo con agresores es algo fundamental. Nosotros tenemos una tesis y es que si el ciclo de la violencia ha costado mucho trabajo en su avance en los últimos 30 años es tal vez porque solamente nos hemos dedicado a trabajar con las mujeres y no con los hombres. Es importante trabajar con agresores porque en principio es el derecho de los propios agresores a que se busque a que ellos también vivan sin violencia. Es un tema de derechos. Uno no puede estar hablando de trabajar derechos para unas personas…

¿Ellos también son víctimas?

Generalmente los hombres aprenden a ser agresores siendo víctimas porque generalmente se aprende a ser agresor desde niños, recibiendo la propia violencia viendo a los papás o viendo como el papá golpea a la mamá y eso es una forma de violencia brutal para los niños. Además es muy doloroso el proceso donde los hombres aprenden a que para tener cierto estatus dentro de su nexo familiar o incluso social deben tener conductas agresivas. Esto es muy duro para los hombres. Es por esta razón que sí hay un momento en la vida de los agresores  que también son víctimas, desde luego que sí. Justamente  de este pasado generado en la infancia no resuelto por los agresores es que empiezan a repetir el mismo patrón, repiten lo mismo que vieron en su casa. La situación de solo trabajar con agresores es que nosotros podemos lograr que pare el ciclo de violencia y que las mujeres abandonen al agresor y todavía en el mejor de los casos tener un modelo de intervención tan bueno que las mujeres dejen de involucrarse con otro agresor más tarde. El problema es que como ya dejamos al agresor a la deriva lo único que va a pasar es que ese agresor va a buscar otra y otra y otra víctima hasta que no trabajamos con él y se enfrente a las razones de fondo que lo llevan a ser un agresor. El DF ha estado trabajando de una manera muy eficiente dentro de uno de sus centros de atención del sistema de auxilio a víctimas precisamente con agresores.

¿Esto tiene mucho tiempo?

Sí, si tiene, por lo menos cinco años.

¿Cuántos agresores se tratan al año?

Este dato preferiría pedírselo a la procuraduría. Pero cuando fui subprocuradora había por lo menos mil 500 agresores en promedio al año que se atendían y muchos de ellos se atendían en función de que había un mandato del ministerio público o judicial que les obligaba a atenderse, pero había muchos otros que llegaban a tocar la puerta sin ningún mandato jurisdiccional sobre su cabeza, que se habían dado cuenta que eran agresores y querían dejar de serlo. Esto se trabaja con terapias grupales muy buenas, de reflejo. Los agresores a través de la historia de otros van reconociendo su propia historia y problemas y este enfrentamiento consigo mismos a través de las palabras de otros son espectaculares para sanar esos pendientes que nos hacen generar violencia. También hay terapias individuales justamente porque en la terapia de reflejo se abre una cantidad terrible de cajones cerrados hace años que hacen llover sentimientos, sensaciones, información con la que no vamos a poder solos si no tenemos terapia individual que es para ir acomodando  todo lo  que se desata en terapias grupales. La verdad ha sido sumamente exitoso esto.

¿La ley contempla que se haga en todos los estados?

Bueno, en el DF se hace. En la Conavim en virtud de que hemos tenido poco tiempo para poder llevar a  cabo algo así y además no tenemos competencia porque no somos un órgano de procuración de justicia. Lo que sí hicimos en materia de prevención para trabajar con agresores es un proyecto de violencia en el noviazgo. Las y los expertos en estas materias dicen que las franjas hectáreas de los 12 a los 17 años son fundamentales para consolidar la manera como nos consolidamos con las pareja, y es donde nace la posibilidad de ser agresor. Cualquier cosa que hayamos  aprendido en la niñez se va consolidando en la preadolescencia y adolescencia, entonces la Conavim ha generado varios proyectos importantes (el más reciente es Amores Chidos), modelos de intervención para combatir la violencia en el noviazgo. Asimismo, hay aplicaciones que se pueden bajar por internet y teléfonos celulares incluso donde los chavos y chavas pueden estar jugando y aprender cuando son agresores y cuando se les está agrediendo. Hay varios proyectos que buscan una prevención para que la violencia no surja y no estemos hablando ya de adultos que se tienen que atender en modelos muchos más caros, más largos y además cuando la violencia ya se suscitó.

¿Sobre la Declaración de Alerta de Violencia de Género?

En la Conavim somos quienes presidimos el sistema  emanado de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. En dicho sistema por reglamento la Conavim es quien genera las declaratorias de alerta de género. Han existido efectivamente dentro de este sexenio tres solicitudes de declaratoria de alerta de género para distintas entidades: Nuevo León, Guanajuato y estado de México. Aquí hemos tenido ciertos problemas porque hasta que se llegó a esta administración no se había dado la importante reforma al reglamento de la ley que pudiera normar cómo se podía declarar la alerta de género en una entidad federativa.

¿O sea hasta que asumió ocurrió esto?

Pues no quiero decirlo así pero la verdad es que sí. Nosotros ahora estamos trabajando en eso. Le solicitamos al Instituto Nacional de Administración Pública que nos hiciera justo una metodología de indicadores a efecto de que las declaratorias de alerta de género no tuvieran un uso  político. Desgraciadamente de pronto pareciera que eso pudiera estar pasando, que de pronto por un tema de carácter político le quieran aventar una declaratoria de alerta de género a ciertas entidades. Justo para que además eso no dependa de los mecanismos estatales sino que simplemente haya un cumplimiento de supuestos. Si en esta entidad federativa se cumple con tales indicadores, aquí no hay de que aquí yo voto porque no, o porque sí.

¿Esto implica que sea con ciertas condiciones?

Exactamente, si esto se cumple existe declaratoria de género, sí no se cumple aunque lleguen las organizaciones. Es así como lo pretendemos manejar. En las otras situaciones las organizaciones de la sociedad civil que buscaron que se emitiera alerta de género no fundamentaron en ninguno de los casos bien sus pedimentos, entonces nosotros rechazamos las tres declaratorias y sin embargo como es su derecho las organizaciones se fueron a amparar y perdieron los amparos ante el Poder Judicial de la Federación, porque sus solicitudes no estuvieron bien fundamentadas. También es bien importante que las organizaciones de la sociedad civil aprendan a fundamentar bien estas solicitudes porque si no habrían sido bateadas todo el tiempo, pero por eso es importante tener indicadores precisos, independientemente de que siempre las organizaciones de la sociedad civil tendrán derecho a llegar a hacer esta solicitud, también es muy importante que la letra fría del indicador hable y esto nos salve a todos y todas de estar usando la declaratoria de alerta de género con fines políticos.

¿Cómo se consideraría una alerta?

Pues no es tanto cuantitativo como cualitativo, así es como se han estado formando los indicadores a partir de que se de determinado fenómeno en cierto espacio con tales y cuales características. No quiero hablar mucho de esto porque aún se está discutiendo por los propios mecanismos estatales y la Conavim para poder fijar de manera consensuada con las entidades cuáles van a ser esos indicadores.

Foto: Diario Jurídico México.

¿Hay varios tipos de violencia, qué reportes tienen, ha aumentado violencia contra mujeres, hay ya concientización por las campañas?

Tenemos una encuesta fundamental que es la que generalmente mide el vaivén de la violencia de violencia contra las mujeres que es la La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, la Endireh y entonces apenas está saliendo la Endireh 2011. Ya hay un resultado preliminar dentro de la página web de la Endireh, y los resultados preliminares nos determinan que de los tipos de violencia algunos van a la baja y otros al alza. En términos generales pareciera ser que la violencia está bajando, pero yo sí sería muy reservada con este aparente resultado porque habría que hacer muchos cruces e interpretaciones al respecto. Habría que hacer una confronta en los números demográficos del país para saber si la violencia está bajando, no me atrevería a decir si sí o no. Lo que me atrevería a decir es que con el fenómeno de la violencia es que se está atendiendo, las mujeres están más informadas que antes de lo que es la violencia, tienen más de donde confrontar su propia realidad y determinar ellas mismas si están viviendo violencia o no y entonces tienen mayores herramientas para pedir ayuda, ya sea en organizaciones de la sociedad civil o en instancias de gobierno. Esto lo que nos dice es que los estados están teniendo mayor necesidad de generar modelos para poder atender a estas mujeres.

¿Se ha disparado con el tema del narcotráfico?

Por supuesto que sí. Es un tema distinto. Por supuesto el tema de la violencia social hablando en términos de aquella que ha sembrado delincuencia organizada genera mayor violencia. No en todos los casos tiene que ver con violencia de género, hay algunos en los que sí, porque los grupos de delincuencia organizada generalmente realizan actos de violencia de género contra los hombres. Podemos ver cosas espantosas en la frontera norte, los levantones a muchachos de entre los 16 a los 35 años por ejemplo, son para hombres. Los secuestros, todas estas cuestiones de sicariatos, balaceras, esto generalmente a quien mas impacta de manera directa, que no de manera indirecta porque de manera indirecta nos fastidia a todos, mujeres y hombres y niños, pero generalmente esta violencia directa es para hombres. Sin embargo estas redes delincuenciales también se dedican a la trata de personas con fines de explotación sexual que pues directamente y en la mayoría de los casos afectan a mujeres. La violencia familiar también se da también dentro de las familias que se dedican a la violencia organizada y estas mujeres que en algún momento fueron secuestradas para esclavitud sexual o fueron pareja de aquellos que se dedican a la delincuencia organizada, sí viven temas de violencia familiar bueno… Si el albañil agarra la pala para pegarle a su mujer, el otro agarra el cuerno de chivo. Sí, a veces son situaciones de violencia muy fuerte donde sí la Conavim ha intervenido para la protección de estas mujeres que pueden huir de esos contextos tan terribles de violencia.

¿Sobre los centros de justicia, cuántos tienen?

Ahorita con recursos de Conavim y del secretariado de prevención del delito hay cinco centros de justicia que están actualmente operando. Estamos esperando que antes de que concluya el sexenio al menos podamos iniciar con otros dos que van a ser en Oaxaca y Puebla. Los centros de justicia que actualmente están operando son centros de justicia que son muy eficaces. Por ejemplo el de Campeche, a las dos horas de haber abierto el de Campeche ya había más de 300 mujeres esperando atención. Ha sido un logro muy importante donde las mujeres reciben pleno acceso a la justicia sin vivir violencia institucional, sin tener que ir a todas partes esperando una respuesta, que antaño eran difusas por parte de los organismos del estado.

¿Hay algún tema que debe ponerse atención o en el que se sienta insatisfecha?

Quienes nos dedicamos a servir a la gente siempre estamos insatisfechos y preocupados de qué es lo que va a pasar cuando nosotros y nosotras ya no estemos. Efectivamente ha habido muchos avances, pero es importante que todos estos temas no se dejen de lado, que la siguiente administración tenga la madurez, sabiduría y ética para hacer que todos los proyectos que valgan la pena de ser continuados lo sean y todos los proyectos de la Conavim merecen ser continuados, no por la Conavim, sino por la gente que se está beneficiando de ellos.