Pablo Fajardo: Los fallos de febrero del 2011 y enero del 2012 tienen un significado importantísimo porque han enfrentado a comunidades indígenas y campesinas contra una de las empresas más importantes del mundo, y de paso son el principal elemento que obliga a la empresa a defenderse, como dicen ellos “hasta que el infierno se congele”. Porque lo que buscan es evitar que se marque un antecedente mundial que se puede sembrar con luchas como ésta, que abrirá las puertas para que muchas comunidades del Ecuador y otras partes que han sufrido daños parecidos, puedan plantear demandas en contra de Chevron u otras empresas, y también un precedente que dice que las empresas grandes y poderosas a las que nadie se atrevía a alzarles la voz, ya no son intocables.
AT: ¿Cuál es la razón para que la petrolera haya hecho constantes descalificaciones que han alcanzado incluso a los jueces del Ecuador?
AT: ¿Qué propone la Asamblea de Afectados respecto a la reparación?
PF: En la Asamblea de Afectados se ha reflexionado sobre cómo podríamos apoyar a la iniciativa Yasuní si ganamos el juicio. Los indígenas Siona, Secoya y Cofán dijeron que no les gustaría que lo que pasó con Chevron acá, les pase a otros. Bajo ese contexto, miramos si existe la posibilidad de apoyar económicamente a la propuesta del Yasuní. La gente en la zona tiene muy claro lo que se busca con esta propuesta y que lo que pasó con Chevron acá no vuelva a pasar en ningún otro lugar del mundo. Pueden decir que ninguna empresa opera hoy como lo hizo Texaco y puede ser cierto, pero no pueden decir que esa actividad no provoca daños. Si no hay garantías de que el Estado sancione a las empresas para que no causen más daño a las culturas, al ambiente, sería un error permitir que se destruya ese poco tesoro de los ecuatorianos.AT: ¿Qué tan importante es que Chevron pida disculpas por el daño moral que causó?
PF: Nunca me esperé que en la sentencia haya esa parte. Cuando vi eso me dio una alegría enorme. Va más allá de lo que haría cualquier juez. Chevron lo ve como una humillación. Sí lo es, pero ¿y la humillación que vivió la gente acá? No es nada raro que en el escenario internacional una corte condene a un Estado a pedir perdón si es que se demuestra que cometió alguna violación a los derechos humanos. Eso es parte de una reparación integral. Ahora veo que hay otros jueces que están aplicando esto. No es una reparación económica o material, es una reparación espiritual. Si la empresa reconoce que hizo un daño, las disculpas son parte de la reparación integral, eleva muchísimo la dignidad de las personas. Yo recuerdo que cuando discutimos esto dentro de la Asamblea, nos preguntamos: ¿Qué es más conveniente, que la empresa pida disculpas, o que tenga que pagar el doble por no hacerlo? y la gente dijo clarito: Que pida disculpas. Sería lindo, cuando tengan que pedirlas, un titular que diga “Chevron pidió perdón”, nosotros le hacemos una placa y lo colgamos en el Frente, concluye.
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