La obligación de cualquier abogado que se dedica al derecho comercial es conocer el arbitraje: Cecilia Azar, de Azar Abogados

Foto: Diario Jurídico México.

Cecilia Azar es  una de las mayores conocedoras del arbitraje en México. Suma una experiencia de 18 años en la práctica y fue Secretaria General del Centro de Arbitraje de México.

Egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, Azar tomó cursos de especialización en arbitraje en el Instituto Tecnológico Autónomo de México,  es autora de “Mediación y Conciliación: dos vías alternativas de solución de conflictos a considerar» y recientemente  participó como organizadora en el II Encuentro Internacional de Capítulos Internacionales del Club Español de Arbitraje.

Entrevistada por Diario Jurídico, explica las ventajas del arbitraje para resolver conflictos legales entre empresas o entre éstas y el gobierno. De entrada aclara que el arbitraje tiene carácter legal. De entrada aclara que el arbitraje tiene carácter legal, señala que aunque tiene costo, por el hecho de que tiene una menor duración que un litigio eso compensa el costo.

Asimismo, quién o quiénes resuelven el arbitraje, son personas especializadas en la materia, y pueden ser escogidas por las partes en conflicto, explica quien también ha dado cursos de arbitraje para el sector franquicias.

Otra ventaja del arbitraje es que si a pesar de estar en conflicto no se quiere romper relaciones con la otra parte, el arbitraje resulta idóneo. Pero aclara, eso no le quita su rango de contienda.

Además señala que el arbitraje es confidencial. Añade que no es recomendable para todos los casos, como puede ser arrendamiento de baja cuantía o la ejecución de pagarés, donde lo aconsejable es acudir ante los tribunales.

Cecilia Azar encabeza el despacho Azar Abogados, dice que la práctica del arbitraje requiere más difusión, ya que ha demostrado ser de gran utilidad.

La especialista ahora combina la práctica del arbitraje con litigio, y trabaja con otros despachos, como el de Díaz, Bouchot & Raya.

¿Cuántos años lleva trabajando en la práctica del arbitraje?

Llevo 18 años trabajando en arbitraje y mediación. Estuve trabajando muchos años en el Centro de Arbitraje de México como directora y ahí administraba los asuntos. Luego de trabajar en el CAM empecé la práctica privada, estuve asociada  muchos años con Sofía Gómez Ruano y Elsa Ortega y nos especializamos en arbitraje ya no desde el punto de vista administrativo, porque eso lo hacen las instituciones, como el CAM o la CANACO, sino desde el punto de vista de abogado de parte y como árbitro. Azar Abogados como tal empezó en mayo de este año. Entonces ahora contamos con un área de corporativo, propiedad industrial, derecho de los recursos naturales, derecho energético, cuestiones relacionadas con gas, electricidad, con petróleo, inversiones extranjeras, migratorios, protección de datos personales, contratos. Estoy además asociada con Luis Bouchot que es un litigante con más de 30 años de experiencia y además el arbitraje siempre necesita este apoyo de un litigante porque es un litigio. Aunque sea de manera distinta y en tribunales es contienda, pelea, es falso eso de que el arbitraje busca llegar a arreglos. El arbitraje es ‘yo te demando, tu me demandas, yo te contesto’ y un tercero decide. La única diferencia es que en lugar de que decida un juez decide un árbitro y se lleva en un ambiente un poquito más cordial, pero es pelea.

Es más flexible, lleva menos tiempo, pero hay un tercero que va a decir ‘tú tienes la razón’, no es «vamos a ponernos de acuerdo’, esa es la mediación. En ese sentido siempre es  muy útil tener el apoyo de un litigante porque este  tiene esa visión de contienda y argumentación y de cómo tener la razón, ahí podemos cooperar muy bien arbitralistas y litigantes. Además que el arbitraje sí necesita cooperación con el Poder Judicial, tu al juez le puedes pedir el nombramiento de un árbitro, le puedes pedir  que dictamine una medida precautoria que anule la cláusula arbitral, que anule o reconozca el laudo,  entonces siempre necesitas estar en contacto con el Poder Judicial porque si bien el arbitraje se puede llevar sin la intervención del juez es importante saber que necesitarás de su intervención.

¿Tiene otros socios?

Sí, Marcelo Páramo es mi socio que es quien lleva corporativo y energía con más de 20 años de experiencia en esta rama. Luis Bouchot, que es litigante. Además en el piso 9 hay otro despacho que no somos socios pero que de alguna manera estamos en sociedad de gastos y cooperamos un despacho con otro. Ellos hacen derecho minero, la licenciada Laura, el despacho Díaz, Bouchot & Raya. Yo les manejo todo lo de arbitraje.

¿Azar abogados cuántas personas tiene?

En este momento somos 7, como socios estamos Luis Bouchot y Marcelo Páramo. Mariana Vargas está conmigo en arbitraje, Fernando Zúñiga en energía y Mariana Maeinke en corporativo.

¿Qué representa este paso de crecimiento, con su nombre?

Es una responsabilidad enorme, muy grande,  pero en realidad no hay nada distinto de lo que había hecho durante  18 años, siempre he tenido esa práctica de estar muy consciente de dar opinión al cliente y siempre he trabajado en la parte privada, nunca en el gobierno, siempre en la parte de asesoría al cliente. La diferencia ahora es que veo más áreas y estoy muy a gusto con el tema porque alguien que se dedica al arbitraje no es la mejor opción dedicarte, enfocarte demasiado sólo en un proceso, porque en el arbitraje si bien es importante el procedimiento es muy importante el  fondo del asunto, la materia, los hechos. En un tribunal, en un litigio tal vez puedes ganar el litigio por un tecnicismo, tenía, no tenía la firma, en arbitraje no pasa eso, tienes que ganar, tienes que demostrar que entiendes el caso y tienes la razón. El que se dedica al arbitraje necesita entender todo el derecho mercantil y eso te lo da poder ofrecer otros servicios.  Si tienes clientes a los que le constituyes la empresa, haces un reporte de inversión extranjera, que le manejas corporativo, que aumenta o disminuye el capital, que haces movimientos corporativos mercantiles. Cuando te enfrentas a un arbitraje y el cliente te dice «yo tengo la razón por eso» o incluso como árbitro, tendrás una visión mucho más general si pudiste o si ya has dado asesoría en la parte sustantiva y no solo en la parte procesal. Por eso yo he luchado mucho además de mi práctica arbitral, consolidar mi práctica en derecho mercantil en general porque eso es lo que te da la visión al momento de estar en un arbitraje integral, entender el negocio, lo que el cliente está diciendo, por qué cree tener la razón, cuáles son las pruebas que vas a presentar, y como árbitro lo mismo, cuando las dos partes están explicando un asunto necesitas haber llevado algo parecido para poder decir ‘este tiene la razón’  o ‘este está manejando un argumento no tan cierto’ porque ya tuviste experiencia en asuntos parecidos con otros clientes.

¿Usted ha visto como ha comenzado a tomar el arbitraje auge, cómo ha sido?

Cuando estuve trabajando en el CAM, fue de las primeras instituciones que comenzaron a funcionar en México o a cobrar fuerza, puedo decir un poco que ha pasado en  estos últimos 20 años. En 1993 reformamos el Código de Comercio, e incorporamos una ley modelo en materia de arbitraje. Entonces fue realmente a partir de 1993 que el arbitraje empezó  a tener mayor importancia, mayor presencia en México. Lo que efectivamente decía nuestro presidente (del Tribunal Superior de Justicia durante la inauguración del II Encuentro Internacional de Capítulos Internacionales del Club Español de Arbitraje) es que es una figura que se contempla en muchas constituciones muy antiguas, versiones de nuestra constitución muy anteriores y no deberíamos verlo como algo nuevo salvo que es algo que prevé  nuestro orden jurídico desde mucho tiempo atrás, pero realmente el arbitraje en México se ha  relacionado con operaciones comerciales internacionales. Entonces fue hasta los ochenta y noventa cuando México consolida su apertura comercial y opta por un sistema abierto destacado de libre comercio, de acuerdos de promoción y protección recíproca a la inversión que el arbitraje viene a embonar de manera natural. Porque si nosotros ofrecemos como  país apertura comercial y fomentamos las relaciones entre mexicanos y extranjeros, debemos ofrecer los medios alternativos como mecanismo de solución porque el extranjero no se va a someter a nuestros tribunales tan fácilmente y nosotros no nos vamos a someter a los suyos, entonces tenemos que contemplar y fortalecer estas figuras para que sea el mecanismo de solución en conflictos internacionales.

Foto: Diario Jurídico México.

¿Qué ventajas tiene el arbitraje?

Es generalmente más rápido, a veces hay casos de arbitraje que se van complicando muchísimo. Generalmente es más rápido, flexible, las partes pueden hacer modificaciones al procedimiento, pueden hacer especificaciones en general, es confidencial. Un juicio es muy difícil mantenerlo en secrecía, porque simplemente hay documentos oficiales, te genera una serie de publicidad que no siempre es lo más benéfico para la empresa porque cotiza en bolsa o tiene proveedores muy importantes. De pronto no es conveniente como empresa constructora no es muy importante que la gente sepa que te estás peleando  con tu proveedor más importante, que el gobierno ya se peleó con tal empresa que está haciendo el segundo piso. En los arbitrajes puedes tener secrecía. Es rápido, flexible, confidencial…

¿Es más barato?

Es más barato en un punto  de vista de costo beneficio. Porque efectivamente le pagas a los árbitros, a la institución, pero por otra parte tienes una resolución más rápida y de mayor calidad, y por lo tanto es más conveniente para la empresa pagar un arbitraje pero tener una resolución en seis meses a optar por la justicia gratuita en cinco años. Es un tema de análisis costo-beneficio. Pero si hay una decisión que la empresa debe tomar para ver si se somete al arbitraje  porque para ciertos asuntos como un arrendamiento de baja cuantía, pagarés , título ejecutivo que te conviene ejecutar ante un juez el arbitraje no es lo idóneo.

¿Cuales asuntos son recomendables y cuáles no?

En realidad los recomendables son sobre todo comercial internacional. Hay algunos formatos en la Cámara Nacional  de Comercio para arbitrajes de baja cuantía, pero en general la cuantía es importante, pensar en asuntos que puedan representar una cuantía importante. Segunda característica: un asunto donde tal vez es importante mantener la relación comercial, es decir no quieres romper con esta persona, y ahí es donde el tema de franquicias es muy útil o es buen ejemplo.  Al franquiciante y al franquiciatario generalmente no les interesa pelearse  y romper  porque hay muchos intereses en juego: el valor de la marca, muchos aspectos importantes. El arbitraje permite que las relaciones sean duraderas generalmente. Sí son procedimientos que enfocan la atención en perseverar la relación comercial, hacerla duradera. En un juicio ya cuando demandas… y en arbitraje  en una sala estás resolviendo arbitraje y en otra estás firmando un nuevo contrato. Se da mucho en el aspecto comercial  que las empresas que estén promoviendo un arbitraje por otra parte estén negociando. Cuando te interesa preservar la relación un tema de cuantía, un tema de especialidad o de complejidad en el asunto. El árbitro puede ser experto en la materia, puedes elegir al árbitro que será el que resuelva el asunto y sea experto en contratos. O que tenga experiencia en franquicias, o sepa de derivados, o experiencia en corporativos. Es una gran ventaja. Cuando tienen asuntos muy complejos como en un alto contenido técnico  de pronto te conviene más un árbitro, puede ser otro criterio de elección, la especialidad, complejidad, la posibilidad de nombrar a tres árbitros, tienes más debate, no es cuestión de nada más un juez, sino que con tres árbitros, una parte nombra a uno, otra a otro y ambos a los dos, tienes un tribunal que está discutiendo todos los asuntos y que de alguna manera tienes la seguridad de que se van a agotar cada uno de los temas y que va a haber suficiente debate para tomar la mejor resolución.

¿Cómo ha crecido la práctica del arbitraje?

Muchísimo, pero falta. Todavía hay como empresas que son muy renuentes a pasar a arbitraje por un tema de desinformación, falta de cultura, porque muchas veces el abogado de la empresa no sabe de arbitraje y entonces dice que no, eso quién sabe cómo se come. O escuchan experiencias no tan buenas, como ese caso de Gutiérrez Vivó y Radio Centro, fue un arbitraje, funcionó bien, pero las partes no cumplieron el laudo y entonces la gente entiende ‘ah, no sirvió. Hay una falta de información ahí, y fue un asunto que se dio mucho a conocer. Falta información, sí falta impulsarlo más en cierto nivel de empresa de que se use más. Sí podría dar datos de que en México hasta hace algunos años ocupó los primeros lugares como país sede del arbitraje en arbitrajes llevados por la Cámara de Comercio Internacional. Ahora lo tenemos por debajo de Brasil que ha crecido mucho como lugar propicio para el arbitraje, para llevar a cabo arbitraje pero por mucho tiempo México fue más popular. En México lo tenemos todo para un buen desarrollo de arbitraje, buenas  instituciones, presencia de las instituciones extranjeras en México, una buena ley la que se reformó en 1993 adaptada a principios internacionales y estándares extranjeros, tenemos ratificadas las convenciones internacionales más relevantes en el tema, y tenemos un buen foro arbitral, me refiero a abogados que dominan el tema y a árbitros. Y además son personas que participan en muchos cursos internacionales, existen todas  las condiciones para que se de un buen desarrollo del arbitraje y el Poder Judicial mexicano en genera, hay siempre casos, lo apoya, lo promueve. Lo hace reconociendo los laudos, impulsando el uso del arbitraje, tenemos un Poder Judicial que de cierta forma lo fomenta.

A ellos les conviene, ¿no?

Supongo que así deberían verlo, no todos lo ven, pero efectivamente entre más mecanismos existan para solucionar problemas el Poder Judicial podrá enfocarse a los que realmente tengan que resolverse. En el aspecto comercial el mensaje que debe darse es ‘empresarios, busquen sus propios tribunales para resolver sus problemas’.

¿Qué hace falta para difundir más esta práctica?

Las instituciones tienen que trabajar muy de la mano con las cámaras de comercio, empresas agremiadas, industrias, asociaciones, los organismos que aglutinan enpresarios y trabajar más para difundir para que se sepa y se conozca y trabajar más con los abogados litigantes. Muchas veces  ellos son los que dicen ‘no, esto no funciona’. Es un tema de ignorancia  porque podrían encontrar en el arbitraje un nicho de trabajo. Pero muchas veces los abogados litigantes desconfían de estos mecanismos  y no los recomiendan a sus clientes. Hay que trabajar también de ese lado, a través de la Barra Nacional Colegio de Abogados, la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, de esas organizaciones y trabajar mucho con el Poder Judicial para que imperen o haya más resoluciones de tribunales favorecedoras del arbitraje, resoluciones que reconozcan laudos, que reconocen foros arbitrales y el uso de arbitraje, y no resoluciones que anulan laudos, decisiones de tribunales en contra del arbitraje. Porque la percepción de la gente es ‘para qué pago el arbitraje’ para que luego me anulen el laudo. Eso es solo para casos extremos, si no hay una causal para anular el laudo este debe cumplirse, y eso es también parte de cultura del cumplimiento que debe fomentarse en nuestro país.

¿Esto no pasa en otros países?

Pasa menos, sobre todo en países con más desarrollo hay mayor compromiso a cumplir con lo que acuerdan, y en países como el nuestro tenemos muy arraigada la cultura del incumplimiento, el que no cumple un laudo, no acata una sentencia, no paga su hipoteca, no llega a la cita a tiempo, es un tema sociológico, más que legal, estamos acostumbrados a no cumplir. Muchos dicen ‘¿para que me voy al arbitraje si luego mi contraparte no va a cumplir?’ Si no cumple un laudo no va a cumplir una sentencia, el que no cumple no cumple. No hay que atribuirle al arbitraje lo que es un problema generalizado y no sólo en México, en sociedades de menor desarrollo. No es algo propio de un sector.

¿Qué características debe tener un árbitro?

En realidad no existe un perfil tal cual de cómo debe ser un árbitro, porque generalmente no hay personas que dicen ‘yo soy árbitro y nada más’. En el mundo jurídico lo que identificas es una persona que sabe mucho del tema, reconocido en la sociedad jurídica y por lo tanto lo nombras árbitro porque crees que puede resolver un conflicto adecuadamente porque su experiencia en esos temas es válida. Así es como se han elegido a los árbitros como abogados muy renombrados, de mucha calidad, de mucho fondo, de gran reputación y de alguna manera es como han conformado el grupo de árbitros de México. Ahora bien, es tan técnico el arbitraje en algunos aspectos que sí necesitas gente que sepa, no solamente de derecho mercantil sino que ademas sepa y entienda cómo se conduce un arbitraje. Es importante además que sea una persona que garantice que va a dedicarle tiempo al asunto. Si lo que quieres es un procedimiento donde  un tercero le dedique tiempo, analice el asunto, vea cuál es la mejor solución y cómo debe resolverse efectivamente, debe ser una persona con tiempo para dedicarse a los asuntos. Es una pregunta difícil porque no hay una característica específica para el árbitro, de pronto pasa de que se preguntan ‘él cómo se metió al mundo del arbitraje, no es de los típicos que hemos visto’, bueno, seguramente le dieron un asunto, lo hizo muy bien  y ya está.

¿El árbitro se certifica?

No, ni existe una lista específica. Las instituciones tienen contacto con los que más se dedican al tema, pero si yo en un asunto te quiero nombrar como árbitro porque considero que eres un estupendo abogado y la contraparte está de acuerdo, la institución no va a decir no porque no se dedica al tema, esa es una decisión de las partes, por eso te podría decir que puede ser árbitro cualquier persona que las partes nombren como tal porque le reconocen alguna facilidad o conocimiento en la materia, lo que está mal es que nombres a los árbitros pensando que te van a reconocer. El árbitro debe ser independiente o imparcial, no vas a nombrar a un árbitro pensando que te va a defender a ti, para eso tienes a tus abogados.

¿Se puede decir que no se estudia para ser árbitro?

No. Hay cursos pero en realidad es una persona que es conocedor del derecho, que tiene suficiente experiencia práctica. Ha visto asuntos de este tipo y lo resolvería así o asado, por eso generalmente son personas de cierta edad, o un joven muy metido en arbitraje, y generalmente un joven muy metido en arbitraje es porque han sido abogados de parte. Pero generalmente los árbitros son personas con tal vez 10 ó 15 años de experiencia consolidada en la práctica mercantil.

Foto: Diario Jurídico México.

¿En franquicias cuales son los principales conflictos y por los que la gente se va a arbitraje?

Depende mucho de cómo está negociado el contrato, pero generalmente es porque el franquiciatario no alcanza los mínimos contratados o por algún incumplimiento por parte del franquiciatario de ciertas características del servicio que debe prestar, o la  marca la está usando de manera distinta, o está actuando fuera de lo que el contrato le dice actuar. O abrió un negocio junto con un compadre que compite con el que tiene franquiciado. El franquiciatario tiene en el contrato la obligación de no competir, depende cómo está  negociado el contrato, finalmente es incumplimiento al contrato. El franquiciante puede dejar de proporcionar información, el franquiciante debe estar capacitando a la gente, estar proporcionando valor y conocimiento tecnológico y no lo hace.

¿Cuánto tiempo se lleva un arbitraje entre las partes?

En promedio es entre seis y 10 meses, si las partes cooperan y están interesadas en que el asunto avance. Hay partes donde los mismos empresarios quieren  alargarlos o acortarlos. Yo tengo un asunto donde soy árbitro en este momento  en donde llevan dos meses tratando de negociar, no puedes hacer nada, no puedes decirle que se arreglen, presenten estas pruebas, tienes que respetar el ritmo de las partes.

¿Eso es bueno?

Eso es bueno. De hecho en el arbitraje se ve mucho que las partes se arreglan en un momento del asunto y le pueden decir al árbitro que eleve ese acuerdo a categoría de laudo, entonces el árbitro adopta el acuerdo de las partes y lo hace laudo y ese documento tiene fuerza ejecutiva en tribunales, si alguna de ellas no cumple con ese acuerdo vas a tribunales y la obligas a cumplir.

¿Si hace falta que las empresas usen más el arbitraje?

Totalmente, sobre todo, atreverse a usarlo y ver que funciona en muchos casos. Yo he visto tragedias en tribunales de asuntos que dices el perito no entendió de qué se trataba o el juez, o por cuestiones de tiempo. Hay jueces muy buenos y muy capaces pero el cúmulo de asuntos, el tamaño del TSJDF es de todo el poder judicial de Colombia, es el poder más grande de Latinoamérica, de pronto hay cosas donde se te olvidó la coma, la firma estaba mal hecha y va para atrás y dónde quedaron los argumentos de las partes, la maquinaria que está en la bodega, las fresas  que se pudrieron porque el asunto lleva años. Es tiempo, dinero. El empresario debería tener la información necesaria para poder evaluar  cuánto le conviene, no estoy diciendo que el arbitraje sea para todo, ojo. Ni tampoco es la panacea, tampoco se trata de liquidar el Poder Judicial y que todo se vaya al arbitraje, tampoco va por ahí, pero es una opción y la obligación de cualquier abogado  que se dedica al derecho comercial es conocerlo saber cuáles son sus pros, contras, puntos fuertes y débiles y decirle a su cliente ‘en estos casos te conviene y en estos no, aquí nos conviene irnos más a tribunales, porque tienes una fianza, aquí tienes un pagaré,  te convienen más los tribunales. Pero aquí quieres guardar la relación con el franquiciatario, que no quieres que se sepa que tu marca de restaurantes muy famosos estén en boca de todos, vamos a un arbitraje, o quieres a un tercero que entienda que le pregunte al perito lo que le tenga que preguntar que estudie el asunto y que resuelva como mejor deba resolver. Claro que el empresario debe interesarse en el tema, pero muchas veces el cliente hace lo que su abogado le dice que haga. El abogado no se pone a estudiar.

Vi que hay algunas organizaciones con su órgano de arbitraje, ¿hay muchas?

No, hay muy pocas instituciones, las más fuertes en México desde el punto de vista doméstico además de las que tiene presencia en el extranjero, son la de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México y el Centro de Arbitraje de México, el CAM, pero recientemente surgió un centro de arbitraje específico de la cámara de la construcción . Lleva muy poco y me parece que es un esfuerzo para reconocerse, para difundir el arbitraje entre los industriales y constructores.

 

 

 

 

 

 

Comments

  1. Roberto says:

    Excelente observación, reciba un cordial saludo y un fuerte abrazo