Niñas, niños y adolescentes han sufrido de un trato inadecuado en el sistema de justicia mexicano.
El hecho de ser llamados a testificar, a carearse con sus agresores, a ser tratados como adultos, a testificar repetidas veces sin preparación son prácticas que han sido comunes en los juzgados y que atentan contra la protección a la que tienen derecho.
Así lo expone Armando Maitret, secretario ejecutivo de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia (AMIJ).
Esta situación, que atenta contra la protección de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes debe cambiar, luego de que el artículo 1° de la Constitución reconoce que todas las personas gozan de los derechos reconocidos en los tratados internacionales suscritos por el Estado mexicano.
Maitret explica a Diario Jurídico México (DJM) que con el protocolo, presentado el 3 de febrero en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se busca concientizar a los jueces e impartidores de justicia de la importancia de respetar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y en caso de no hacerlo, se incurrirá en una violación a tratados internacionales.
¿El protocolo es necesario por prácticas comunes que atentan contra la protección de los niños, niñas y adolescentes?
Efectivamente son prácticas muy arraigadas y muchas de ellas atentan contra niños, niñas y adolescentes. Atentan contra normas internacionales obligatorias para el estado mexicano.
DJM: ¿Qué prácticas tienen detectadas?
Armando Maitret (AM): Teníamos detectado el hecho de llamar a los niñas, a las niñas a dar o rendir testimonio en juicios civiles o penales y cómo los pretenden tratar como adultos, entonces el niño se somete a una presión, estrés, y luego los juzgadores no le daban validez a su testimonio, hay leyes que los consideran personas incapaces, sin derecho.
Este tipo de fenómenos con la reforma constitucional en materia de derechos humanos tiene que desaparecer, y los impartidores de justicia en el ámbito que nos corresponde tenemos que incorporar estas normas de corte internacional que son protectoras de la infancia en nuestra gestión.
AMIJ va a difundirlo, que se conozca, luego promover que los diversos apartados lo asuman como parte de su actividad cotidiana, esto es el trabajo inmediato que vamos a hacer en AMIJ, perdón la expresión, como un proceso de evangelización. Estas son las bondades, tiene que ser obligatorio porque son normas internacionales, el protocolo es una herramienta y te dice cuáles normas internacionales son a seguir y como implementarlo, pero no va a obligar a un órgano de justicia a hacerlo, lo que lo obliga es el instrumento internacional y ahí la Constitución no deja otra, es esa, si no lo hace puede caer en irresponsabilidad. Puede traducirse en norma a violaciones internacionales.
DJM: ¿Supo que en el caso News Divine, donde murieron adolescentes y algunos menores que testificaron abusos de autoridades, se quejaban de que lo hacían varias veces, veían de fente a ex funcionarios acusados, se sentían intimidados y decían que a veces los mayores se burlaban de ellos?
AM: Imagínese, además son víctimas y todavía los victimizan más en un juzgado. Ese tipo de cosas debemos poner cuidado, en esa parte estamos descuidando a la infancia, no la protegemos.
DJM: ¿En cuanto a los adolescentes que entran a crimen organizado, un caso “El Ponchis” no parecía haber protección en el juzgado para el menor?
Existe un principio de presunción de inocencia, a nadie se le puede incriminar y difundir que es un criminal y menos si no hay un juicio. Me parece que en esa parte, ya no como impartidores de justicia, como sociedad debemos ser cuidadosos con esas prácticas. Entiendo el tema de la prensa, quieren dar nota, de eso vive, pero con eso se pueden vulnerar muchos derechos fundamentales de las personas, y en el caso de la infancia todavía es más delicado, sí ha habido avances, que ya se distorsiona imagen cuando entrevistan a un niño, niña, pero creemos que los cuidados a la infancia, sobre todo en procesos jurisdiccionales tienen que ser mayores y en eso va a contribuir muy bien el protocolo y en la AMIJ nosotros vamos a participar en la difusión, convencimiento a impartidores de justicia de que es una buena herramienta a seguir.
DJM: ¿Es muy común esa practica de carear a niños con agresores?
AM: Sí está previsto en procesos penales y es una práctica, y se hace en muchas ocasiones sin ninguna garantía o protección para el infante. El protocolo pretende cambiar estas formas. Si es necesario confrontar con el agresor tiene que ser en condiciones controladas, en espacio adecuado donde el niño sea previamente preparado para este tipo de condiciones.
DATO:
QUÉ ES EL PROTOCOLO: Es un documento elaborado por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que compila, a partir de los derechos reconocidos en documentos internacionales de derechos humanos, una serie de principios y prácticas que deben respetarse en todo proceso judicial en aras de garantixar los derechos de la infancia, en particular, su derecho de acceso a la justicia.
DJM: ¿Hay plazos para monitoreo de cómo se aplica el protocolo?
AM: Vamos a empezar en este primer semestre en difusión y luego lo subiremos a reunión formal en comité para que si algunos lo asumen podamos establecer líneas de seguimiento concretas, y que nosotros le demos seguimiento y por nuestros medios de comunicación, internet, informando de avances.
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